
Corregir errores en el ADN puede ser clave para tratar muchas enfermedades hereditarias graves.
Algunos de estos errores, que se conocen como mutaciones sin sentido, hacen que la célula deje de fabricar proteínas importantes antes de tiempo y esto genera problemas en la salud.
Un equipo de investigadores del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), la Universidad de Harvard y otras instituciones de los Estados Unidos diseñaron PERT, una herramienta genética que permite a las células saltar esa señal equivocada y producir proteínas completas otra vez.

Los resultados se publicaron en la revista Nature y demostraron su eficacia en células humanas cultivadas y en ratones en el laboratorio.
El avance fue liderado por uno de los pioneros en edición genética, el científico David Liu junto a especialistas del Instituto Merkin de Tecnologías Transformadoras en Salud, el Instituto Broad de Harvard y MIT, el Departamento de Química y Biología Química y el Instituto Médico Howard Hughes.
También colaboraron investigadores del Departamento de Ciencias Clínicas Veterinarias y el Departamento de Pediatría de la Universidad de Minnesota.

Consultado por Infobae, el médico neurólogo Marcelo Kauffman, investigador del Conicet y jefe de la Unidad de Neurogenética del Hospital Ramos Mejía de Buenos Aires en Argentina opinó sobre el trabajo publicado en Nature: “Si esta técnica de edición genética logra completar todo el proceso de desarrollo preclínico y clínico requerido, y eventualmente puede implementarse en la práctica clínica, también podría utilizarse en pacientes de América Latina”.
Su uso -aclaró- dependería directamente de que “el mecanismo mutacional de la enfermedad de cada paciente sea susceptible de ser tratado con terapias basadas en lo propuesto por los autores del trabajo”.
La utilidad de PERT “es global y depende de la biología de la enfermedad y no de la ubicación geográfica, asumiendo que se superen los obstáculos de accesibilidad y costo”, añadió Kauffman.
Qué son las mutaciones sin sentido

Las mutaciones sin sentido son errores que se introducen en el ADN y bloquean el proceso de producción de proteínas antes de lo debido. Cuando esto ocurre, la célula pierde su función completa y pueden activarse enfermedades hereditarias graves.
Cerca de una cuarta parte de estos trastornos tienen como causa este tipo específico de mutación genética.
Las terapias actuales exigen desarrollos a medida para cada paciente, algo que dificulta y encarece el acceso a nuevas soluciones.

El grupo de científicos de los Estados Unidos buscó crear una estrategia para tratar diversas enfermedades originadas por ese tipo de error en el ADN.
Es decir, que fuera capaz de ayudar a la célula a ignorar el mensaje de detención prematura y completar la fabricación de la proteína.
Así funciona PERT: edición genética y ARN de transferencia

La técnica PERT introduce en las células un gen que permite fabricar ARN de transferencia supresor, una molécula diseñada para dejar que la célula complete la proteína a pesar del error.
El método une la edición genética y el ARN sintético para evitar el obstáculo provocado por la mutación sin sentido.
El equipo ensayó PERT en células humanas afectadas por enfermedades como fibrosis quística, Batten, Tay–Sachs y Niemann–Pick, y consiguió que volvieran a crear parte de la proteína funcional.
La herramienta también se probó en ratones con una alteración genética similar a la del síndrome de Hurler, que causa graves daños en órganos y tejidos.

Tras el tratamiento, los ratones mejoraron su salud y su organismo comenzó a producir hasta un 7,6% de la proteína que necesitarían normalmente.
A diferencia de técnicas previas, PERT no emplea virus ni nanopartículas, que requieren varias aplicaciones y pueden provocar efectos secundarios.
La edición genética directa permite programar la célula con una sola intervención para que produzca la proteína a largo plazo.
El grupo de David Liu ya desarrolla nuevas versiones del ARN supresor para adaptarlas a diferentes órganos y tipos de mutaciones.
Límites, advertencias y futuro del avance

Los investigadores señalaron que PERT necesita todavía más experimentos antes de usarse en personas. Cada enfermedad requiere posiblemente una variante propia del ARN supresor, además de ajustar dosis y seguridad según el órgano tratado.
Una de las ventajas de PERT es que, con la inserción correcta del gen, la célula puede seguir fabricando la proteína necesaria por mucho tiempo sin nuevas intervenciones.

El límite principal hoy es que cada mutación o cada órgano puede necesitar su propia herramienta, por lo que el objetivo es ampliar la colección de versiones de PERT para distintos escenarios clínicos.
El equipo seguirá sumando estudios en modelos animales para mejorar la seguridad y la efectividad antes de avanzar hacia ensayos en seres humanos, con el objetivo de acercar una opción segura y eficaz a quienes tienen enfermedades hereditarias sin tratamientos efectivos.