LUNES, 4 de agosto de 2025 (HealthDay News) — Los hallazgos de un estudio en ratones sugieren que el uso de un edulcorante artificial común, la sucralosa, podría dificultar ciertos tratamientos de inmunoterapia en los pacientes de cáncer.

Sin embargo, para las personas reacias a renunciar al edulcorante omnipresente, el mismo equipo de científicos puede haber encontrado una forma de evitar el problema: dar a los ratones un suplemento que aumenta los niveles del aminoácido natural arginina pareció negar el efecto.

«Es fácil decir: ‘Deja de beber refrescos dietéticos’, pero cuando los pacientes reciben tratamiento para el cáncer, ya están lidiando con suficiente, así que pedirles que modifiquen drásticamente su dieta quizá no sea realista», señaló la autora principal del estudio, Abby Overacre, profesora asistente de inmunología de la Universidad de Pittsburgh.

«Necesitamos conocer a los pacientes donde están. Por eso es tan emocionante que la suplementación con arginina pueda ser un enfoque simple para contrarrestar los efectos negativos de la sucralosa en la inmunoterapia», dijo.

Su equipo publicó sus hallazgos el 30 de julio en Cancer Discovery.

¿Cómo podría la sucralosa interrumpir las inmunoterapias contra el cáncer?

Estos tratamientos incluyen poderosas «inmunoterapias inhibidoras de puntos de control inmunitario», como anti-PD1. Este tratamiento funciona al aumentar la actividad de células clave del sistema inmunitario llamadas células T.

Las células T necesitan arginina para funcionar de forma efectiva si su objetivo es matar las células cancerosas, explicaron los investigadores.

En los experimentos con ratones, los ratones criados para tener cánceres como el adenocarcinoma o el melanoma experimentaron un cambio en sus microbiomas intestinales cuando se agregó sucralosa a sus dietas.

Esto condujo a un florecimiento de ciertas bacterias intestinales que descomponen la arginina, agotando los niveles del aminoácido.

«Cuando los niveles de arginina se agotaron debido a los cambios impulsados por la sucralosa en el microbioma, las células T no pudieron funcionar de forma adecuada», explicó Overacre en un comunicado de prensa de la universidad. «Como resultado, la inmunoterapia no fue tan efectiva en ratones que fueron alimentados con sucralosa».

Los ratones que habían recibido una inmunoterapia anti-PD1 pero que recibieron sucralosa terminaron teniendo tumores más grandes y una peor supervivencia al cáncer en comparación con los que no estuvieron expuestos a la sucralosa, encontró el equipo.

Pero había una solución: cuando los investigadores les dieron a los ratones los suplementos arginina o citrulina, la potencia de la inmunoterapia volvió a niveles normales.

Por supuesto, los experimentos en ratones no siempre funcionan en personas. Sin embargo, un estudio de seguimiento en pacientes con cáncer pareció respaldar los hallazgos observados en ratones.

El mismo equipo de investigación rastreó los resultados de 132 pacientes con melanomas avanzados o cánceres de pulmón que habían recibido inmunoterapia anti-PD1 sola o en combinación con quimioterapia.

«Encontramos que la sucralosa impedía la efectividad de las inmunoterapias en una variedad de tipos de cáncer, estadios y modalidades de tratamiento», señaló el autor principal del estudio, el Dr. Diwakar Davar.

«Estas observaciones plantean la posibilidad de diseñar prebióticos, como la suplementación con nutrientes dirigida para los pacientes que consumen altos niveles de sucralosa», dijo Davar, profesor asociado de medicina de la universidad.

Dijo que se planea un ensayo para probar la efectividad de la suplementación con citrulina para revertir los efectos perjudiciales de la sucralosa en la inmunoterapia contra el cáncer.

Como señaló Davar, se cree que la citrulina aumenta los niveles de arginina más que la propia arginina.

Más información

Obtenga más información sobre las terapias anti-PD1 en el Instituto Nacional del Cáncer de EE. UU.

FUENTE: Universidad de Pittsburgh, comunicado de prensa, 31 de julio de 2025