La popularidad de los medicamentos análogos del GLP-1 redefinió las estrategias para el manejo de la obesidad y la diabetes.
Estas terapias, que inicialmente se desarrollaron para la diabetes tipo 2 y ahora se recetan de manera masiva como un recurso para la pérdida de peso, captaron la atención tanto de pacientes como de profesionales de la salud. Sin embargo, voces médicas destacan que existe una alternativa natural y menos riesgosa para activar esta hormona: la adaptación de hábitos alimentarios y la incorporación de ejercicio físico regular.
“Puedes estimular tu propio GLP-1 de forma natural mediante la alimentación y el ejercicio”, afirmó el doctor David Unwin, médico británico pionero en el tratamiento de la obesidad y la diabetes.
Según una investigación recogida por The Telegraph, un grupo de médicos en el Reino Unido está demostrando que ciertos programas de dieta y cambios en el estilo de vida pueden activar la misma hormona que los populares medicamentos para perder peso, como Ozempic, Wegovy y Mounjaro, logrando resultados comparables pero con menos riesgos y mayor sostenibilidad.
Funcionamiento y beneficios de los medicamentos GLP-1
Originalmente desarrollados para tratar la diabetes tipo 2, los medicamentos GLP-1 son aclamados como un avance en la lucha contra la obesidad. Ensayos clínicos mostraron que estas inyecciones pueden ayudar a perder entre un 15% y un 20% del peso corporal, además de regular los niveles de azúcar en sangre y mejorar afecciones asociadas al sobrepeso, como la hipertensión, la enfermedad del hígado graso y la apnea del sueño.
Según un estudio publicado en la revista Cureus, estos fármacos imitan la acción de una hormona intestinal que, al ingerir alimentos, estimula la producción de insulina, retrasa la digestión, envía señales de saciedad al cerebro, promueve la descomposición del colesterol y reduce la presión arterial. Los beneficios cardiovasculares también fueron documentados, con una reducción del 14% en el riesgo de emergencias cardíacas y un 11% menos de hospitalizaciones por insuficiencia cardíaca.
A pesar de estos avances, el entusiasmo por los GLP-1 generó inquietud entre médicos y expertos en salud pública. Unwin, asesor científico de la organización benéfica Public Health Collaboration (PHC), advierte sobre los riesgos de considerar estos medicamentos como una solución milagrosa. “Una investigación del BMJ muestra que se registraron 82 muertes asociadas con estos medicamentos. Sin embargo, la mayoría de los pacientes asumen que son seguros. La gente accede a ellos en línea, sin la supervisión médica adecuada”, declaró el especialista.
El doctor Campbell Murdoch, creador del Plan de Salud Metabólica de 28 días, coincide en la necesidad de ofrecer soluciones integrales que incluyan cambios en el estilo de vida, no solo fármacos. “El auge del GLP-1 al menos puso la salud metabólica en el punto de mira. Ahora necesitamos ofrecer soluciones integrales, que incluyan un estilo de vida saludable, no solo medicamentos”, señaló.
Tres dietas que estimulan la hormona GLP-1
Frente a este escenario, varios médicos británicos están promoviendo tres enfoques dietéticos que, según su experiencia clínica y estudios recientes, pueden estimular la producción natural de GLP-1 y ofrecer resultados similares a los medicamentos, pero con menos efectos adversos y mayor sostenibilidad.
La primera alternativa es la dieta baja en carbohidratos, que se ha consolidado como una opción simple y sostenible. Al reducir el consumo de azúcares y carbohidratos ricos en almidón, el cuerpo comienza a quemar grasa como fuente de energía, lo que favorece la pérdida de peso y estabiliza los niveles de azúcar en sangre. El doctor Unwin lideró este enfoque en su clínica del NHS en Southport durante más de una década, logrando que, en promedio, sus pacientes pierdan 10 kilos en el primer año.
“Hemos ayudado a 151 personas a lograr la remisión de la diabetes sin medicación. Esto representa el 27% de nuestra población diabética. Hemos ahorrado 370.000 libras en medicamentos para la diabetes”, detalló a The Telegraph. Además, el 51% de sus pacientes con diabetes tipo 2 alcanzan la remisión, el 47% mejora el control de la enfermedad y más del 90% de quienes presentan prediabetes recuperan niveles normales de glucosa. Kirsten Linaker, de 48 años, recurrió a esta dieta tras no obtener resultados con las inyecciones para perder peso. “He perdido casi 32 kg y he dejado la medicación para la diabetes. Mis antojos han desaparecido y ya no tengo hambre”, relató.
La segunda opción es la dieta cetogénica, un enfoque más restrictivo que limita la ingesta de carbohidratos a entre 20 y 50 g diarios, induciendo un estado de cetosis en el que el cuerpo utiliza la grasa como principal fuente de energía. El doctor Eric Westman, profesor asociado de medicina en la Universidad de Duke y director de la Clínica de Medicina Cetogénica de Duke, sostiene que esta dieta ofrece los mismos beneficios que los GLP-1, como la reducción del apetito, sin los efectos secundarios. “Los pacientes suelen perder entre medio kilo y un kilo por semana. Puedo dejar de recetar medicamentos para la diabetes, la hipertensión, la acidez estomacal y la artritis con seguridad”, explicó. Un metaanálisis publicado en Nutrients concluyó que la dieta cetogénica proporciona una mejor pérdida de peso y control glucémico que la dieta baja en carbohidratos. Sharon Grey, de 56 años, experimentó una remisión de la diabetes tipo 2 y del síndrome de hígado graso no alcohólico tras 13 meses con este régimen. “Mi presión arterial se normalizó, mis dolores mejoraron y tomo menos medicamentos”, compartió. No obstante, los especialistas advierten que la dieta cetogénica puede provocar fatiga y náuseas temporales al inicio, y recomiendan realizarla bajo supervisión médica, especialmente en personas con condiciones de salud preexistentes.
El tercer enfoque es el ayuno intermitente, que consiste en alternar periodos de alimentación y ayuno, como el método 16:8 (comer durante ocho horas y ayunar durante dieciséis). Investigaciones citadas por The Telegraph indican que este método puede llevar a una pérdida de peso del 5% al 9% en tres a doce meses. La doctora Kelly Bowden Davies, de la Universidad Metropolitana de Manchester, lideró un estudio que demostró mejoras significativas en el control glucémico en personas con diabetes tipo 2 tras solo tres días de ayuno intermitente. “La alimentación con restricción de tiempo ofrece beneficios prometedores para la pérdida de peso, la regulación de la glucosa y la salud metabólica, sin necesidad de contar calorías”, afirmó. Donna Brewer, de 48 años, perdió más de 117 kg y dejó la medicación tras seguir el plan de 28 días del Dr. Murdoch, que combina ayuno intermitente, dieta baja en carbohidratos, ejercicio y hábitos saludables. “Me siento mucho más feliz y con más energía. No es como una dieta, sino más bien un cambio de mentalidad”, expresó.
Riesgos y advertencias sobre el uso de medicamentos GLP-1
A pesar de los beneficios, los expertos advierten sobre los riesgos de utilizar medicamentos GLP-1 sin acompañamiento nutricional o cambios en el estilo de vida. Murdoch señaló que reducir el apetito sin mejorar la calidad de la dieta puede llevar a deficiencias de proteínas y nutrientes, pérdida muscular y recuperación del peso perdido tras suspender el tratamiento. “Es necesario combinar estos fármacos con entrenamiento de resistencia y una nutrición adecuada, especialmente con proteínas”, subrayó Murdoch.
Los médicos consultados por The Telegraph coinciden en que los GLP-1 pueden ser útiles en casos específicos, como en personas con adicción a los alimentos ultraprocesados o dificultades para dejar los carbohidratos, siempre que se combinen con apoyo nutricional y cambios de hábitos.