El nacimiento de un bebé de 5,8 kilogramos en Estados Unidos reavivó el interés internacional en torno a la macrosomía fetal, una condición que, aunque suele asociarse con titulares sobre “bebés gigantes”, afecta a una proporción considerable de embarazos en todo el mundo.
Según un estudio publicado en Cureus, la macrosomía fetal ocurre en entre el 3 y 15% de los nacimientos globales, con mayor prevalencia en países desarrollados durante las últimas dos décadas. Este fenómeno plantea preguntas sobre sus causas, riesgos y estrategias óptimas de manejo.
La historia viral de Shelby y Cassian
La protagonista de este caso es Shelby, quien compartió en TikTok una imagen donde se observa su abdomen notablemente abultado, tomada minutos antes de dar a luz.
“Cuando la gente habla de tener un bebé grande, como si yo no supiera lo que es”, escribió con humor, acompañando la foto. La verdadera sorpresa llegó tras el parto: Cassian rompió el récord del hospital, convirtiéndose en el recién nacido más grande de los últimos tres años en ese centro de salud.
El nacimiento se volvió viral y generó miles de reacciones. El video en el que Shelby muestra a Cassian recién nacido superó los 35 millones de reproducciones en pocas horas.
Para Shelby, el momento tuvo un tinte doblemente especial: Cassian nació el mismo día que su madre celebraba su propio cumpleaños. “Mi mayor regalo”, expresó la mamá con emoción. Las redes sociales reaccionaron masivamente. Más de 50.000 personas comentaron entre el asombro y el humor. “¿Cómo lo sacaron?”, preguntó una usuaria.
Otra ironizó: “¿Manejaba el auto cuando salieron del hospital?”. Incluso muchos animaron a Shelby a pedir “todo lo que quiera” como homenaje al gran esfuerzo realizado.
La macrosomía se define, de acuerdo con Cureus y Cleveland Clinic, como el nacimiento de un recién nacido con un peso igual o superior a 4.000 gramos, aunque algunos especialistas sitúan el umbral en 4.500 gramos. No existe consenso absoluto sobre la cifra exacta. El término “grande para la edad gestacional” (LGA, por sus siglas en inglés) describe a los bebés cuyo peso supera el percentil 90 para su semana de gestación.
Como explicó The Conversation, más del 90% de los bebés nacen con un peso inferior al de estos recién nacidos en el mismo punto del embarazo. En países como Australia, la proporción de bebés grandes se mantiene estable entre un nueve y un diez por ciento de los nacimientos, pese a la atención mediática que reciben los casos más extremos.
Causas y factores de riesgo
Las causas de la macrosomía fetal son diversas y, en muchos casos, multifactoriales. Cleveland Clinic identifica a la diabetes durante el embarazo, ya sea previa o gestacional, como uno de los principales factores de riesgo.
El exceso de glucosa materna se transfiere al feto, que responde con mayor producción de insulina y hormona del crecimiento, favoreciendo la acumulación de grasa y mayor tamaño corporal.
La obesidad previa al embarazo incrementa entre cuatro y doce veces la probabilidad de tener un bebé con macrosomía; el aumento excesivo de peso durante la gestación también eleva el riesgo. Otros elementos relevantes incluyen antecedentes familiares de bebés grandes, partos previos con macrosomía, embarazos prolongados (más allá de las cuarenta y dos semanas) y estatura materna elevada.
Los expertos citados por The Conversation señalaron que factores genéticos pueden predisponer a familias a tener bebés más grandes y que los embarazos que superan la fecha prevista de parto suelen resultar en recién nacidos con mayor peso, simplemente por el tiempo adicional de crecimiento intrauterino.
Complicaciones y diagnóstico
Las complicaciones asociadas a la macrosomía afectan tanto a la madre como al recién nacido. Según Cureus, la probabilidad de parto por cesárea y las dificultades durante el nacimiento son más altas en estos casos.
Cleveland Clinic detalló que los riesgos maternos incluyen hemorragias posparto, desgarros vaginales, ruptura uterina y partos prolongados en la fase de expulsión.
Para el bebé, uno de los principales peligros es la distocia de hombros, situación en la que los hombros quedan atrapados en la pelvis materna y puede requerir maniobras obstétricas adicionales o, en ocasiones poco frecuentes, provocar lesiones o necesidad de reanimación neonatal.
Dificultades respiratorias, hipoglucemia, ictericia y recuento elevado de glóbulos rojos son otras complicaciones posibles. Sin embargo, Cleveland Clinic explicó en que la mayoría de los partos de bebés grandes transcurre sin complicaciones graves.
Uno de los principales retos para los profesionales de la salud es el diagnóstico y la predicción de la macrosomía antes del nacimiento. Las estimaciones prenatales del peso fetal, incluso mediante ecografía, son imprecisas.
La medición de la altura uterina y la palpación abdominal solo ofrecen una aproximación, y las ecografías pueden desviarse hasta un 10% respecto al peso real. Un estudio reciente citado por The Conversation, el Big Baby Trial, demostró que el 60% de los fetos identificados como grandes en ecografía no lo eran al nacer, lo que pone en duda la fiabilidad de estas técnicas para la toma de decisiones clínicas previas al parto.
Prevención, manejo y contexto internacional
Las recomendaciones para la prevención y el manejo de la macrosomía fetal se centran en controlar los factores de riesgo modificables. Cleveland Clinic aconseja mantener un peso saludable antes y durante el embarazo, seguir una dieta equilibrada, realizar ejercicio físico adecuado y someterse a controles prenatales regulares, incluyendo pruebas de tolerancia a la glucosa para detectar diabetes gestacional.
Si se diagnostica diabetes, el control estricto de la glucemia se vuelve fundamental para reducir el riesgo de tener un bebé grande. The Conversation respalda estas medidas y subraya la importancia del acompañamiento profesional durante el embarazo para la adopción de hábitos saludables.
El debate social sobre la macrosomía tuvo relevancia a raíz de casos virales como el de Cassian y Shelby en Estados Unidos, así como el de un recién nacido brasileño de 7,3 kilogramos en 2023, según The Conversation.
Sin embargo, los especialistas insisten en que estos sucesos, aunque notorios, no constituyen una novedad ni una tendencia exclusiva de un país. La macrosomía es un fenómeno global, presente en muchos contextos y con gran variabilidad en causas y consecuencias.
Más allá del nacimiento, Cleveland Clinic advirtió que la macrosomía fetal puede asociarse a riesgos a largo plazo para la salud del niño, como mayor probabilidad de obesidad, diabetes tipo 2 y enfermedades cardiovasculares durante la vida adulta, aunque estos desenlaces dependen de múltiples factores y no solo del peso al nacer.