Un leve sangrado al cepillarse puede indicar el inicio de la gingivitis (Imagen Ilustrativa Infobae)

Un leve sangrado al cepillarse los dientes o una hinchazón rojiza en la línea de las encías pueden parecer molestias menores, pero suelen ser la primera señal de un problema de salud bucal frecuente: la inflamación de las encías, también conocida como gingivitis.

Según información del Instituto Nacional de Investigación Dental y Craneofacial, la inflamación gingival es común y puede ser el inicio de complicaciones más graves si no se identifica y trata a tiempo.

¿Qué es la inflamación de las encías y cómo se manifiesta?

La inflamación de las encías, o gingivitis, es una afección caracterizada por irritación, enrojecimiento, hinchazón y, en ocasiones, sangrado del tejido gingival que rodea la base de los dientes.

De acuerdo con Mayo Clinic, la gingivitis representa una forma leve y común de enfermedad periodontal, que puede revertirse si se detecta y trata en sus primeras etapas.

Las encías sanas suelen ser firmes y de color rosa pálido, ajustándose con firmeza alrededor de los dientes. Cuando se inflaman, pueden adquirir un tono rojo intenso, volverse sensibles al tacto y sangrar con facilidad durante el cepillado o el uso de hilo dental.

La placa bacteriana es la causa más común de la inflamación de encías (Imagen Ilustrativa Infobae)

Healthline detalla que la hinchazón suele comenzar en el punto donde la encía se une al diente y, en casos más avanzados, puede llegar a cubrir parte de la superficie dental. Además del cambio de color y la sensibilidad, otros síntomas frecuentes incluyen mal aliento persistente, dolor al masticar, encías retraídas y, en situaciones más graves, movilidad dental.

Causas principales: placa bacteriana, sarro y mala higiene bucal

La causa más común de la inflamación de las encías es la acumulación de placa bacteriana, pegajosa y sin color, compuesta por bacterias y restos de alimentos que se forma constantemente sobre los dientes.

Según Mayo Clinic, la placa se desarrolla rápidamente después de consumir alimentos ricos en almidones y azúcares, y si no se elimina mediante un cepillado y uso de hilo dental adecuado, puede endurecerse y convertirse en sarro o cálculo dental.

El Instituto Nacional de Investigación Dental y Craneofacial explica que el sarro es una capa endurecida que no puede eliminarse con el cepillado habitual y requiere una limpieza profesional.

La presencia de sarro crea un ambiente propicio para la proliferación bacteriana, lo que irrita e inflama el tejido gingival.

Factores de riesgo: más allá de la higiene

Cepillarse correctamente los dientes ayuda a prevenir la hinchazón de las encías (Imagen Ilustrativa Infobae)

Aunque la higiene bucal es el factor determinante, existen otros elementos que pueden aumentar la probabilidad de desarrollar inflamación de las encías.

El Instituto Nacional de Investigación Dental y Craneofacial identifica el tabaquismo como el factor de riesgo más importante, ya que no solo favorece la aparición de la enfermedad, sino que también dificulta el éxito de los tratamientos.

Entre los factores adicionales se encuentran:

  • Cambios hormonales: Las variaciones hormonales durante la pubertad, el embarazo, el ciclo menstrual o el uso de anticonceptivos pueden aumentar la sensibilidad de las encías y su propensión a inflamarse. Healthline destaca que el embarazo, en particular, incrementa el flujo sanguíneo en las encías, lo que favorece la irritación y la inflamación.
  • Deficiencias nutricionales: La falta de vitaminas, especialmente la vitamina C, debilita la capacidad de reparación y mantenimiento de las encías, lo que puede derivar en inflamación. Healthline advierte que la desnutrición, aunque poco común en países desarrollados, es un factor relevante en adultos mayores.
  • Enfermedades sistémicas: Afecciones que reducen la inmunidad, como la diabetes, el VIH/SIDA, la leucemia o el tratamiento contra el cáncer, aumentan el riesgo de gingivitis.
  • Medicamentos: Algunos fármacos, como los antidepresivos, la fenitoína o los bloqueadores de los canales de calcio, pueden reducir el flujo de saliva o alterar la respuesta de las encías, facilitando la inflamación.
  • Ortodoncia y prótesis dentales: Aparatos que rozan la encía o reparaciones dentales mal ajustadas dificultan la limpieza y favorecen la acumulación de placa.
  • Estrés: Altos niveles de estrés pueden afectar el sistema inmunológico y aumentar la susceptibilidad a infecciones bucales.
  • Factores genéticos: La predisposición hereditaria también puede influir en la aparición de la enfermedad.

Mayo Clinic añade que la edad avanzada, la sequedad bucal y los dientes torcidos, que dificultan la limpieza, son otros factores a considerar.

Complicaciones: de la gingivitis a la periodontitis y más allá

Si la inflamación de las encías no se trata a tiempo, puede evolucionar hacia formas más graves de enfermedad periodontal, como la periodontitis. Mayo Clinic advierte que la periodontitis afecta no solo al tejido gingival, sino también al hueso que sostiene los dientes, lo que puede llevar a la pérdida dental.