Los ejercicios de fuerza mantienen la masa muscular y aceleran el metabolismo (Imagen Ilustrativa Infobae)

Si bien el paso del tiempo conlleva desafíos físicos, los especialistas coinciden en que los hombres pueden iniciar o retomar rutinas fitness tras cumplir 50 años y obtener mejoras en fuerza, bienestar y calidad de vida.

A partir de esa edad, la recuperación se ralentiza y la masa muscular disminuye, lo que exige ajustar rutinas y hábitos para conservar salud y capacidad funcional.

Según los especialistas, perder musculatura forma parte del proceso natural, pero no limita la posibilidad de establecer estrategias eficaces para revertirlo. Esta etapa es ideal para modificar rutinas y consolidar conductas saludables a largo plazo. Aquí, un repaso por los principales consejos.

Aspectos clave de la salud y el entrenamiento a partir de los 50

Las mancuernas y movimientos de peso corporal permiten fortalecer sin sobrecargar las articulaciones (Imagen Ilustrativa Infobae)

Los cambios biológicos en los hombres mayores de 50 años incluyen una reducción gradual de masa muscular, menor densidad ósea y disminución de la velocidad en la recuperación.

Estas condiciones hacen fundamental la prevención de lesiones y la implementación de rutinas diferenciadas, según detallaron especialistas de la Cleveland Clinic.

Adaptar la alimentación y el nivel de hidratación influye en todos los aspectos del rendimiento físico. El entrenador personal Bryan Krahn, de acuerdo con lo publicado por Men’s Health, recomienda un enfoque estratégico, que evite ejercicios con riesgo articular y ajuste la carga y la frecuencia en función del estado físico.

Mantener un alto nivel de actividad física después de los 50 años es clave para la longevidad, según la organización estadounidense AARP. El fisioterapeuta Tarik Chase, con base en Washington D.C., advirtió a AARP que a partir de esa edad la masa muscular disminuye y los órganos sensoriales, como la vista y el oído, comienzan a ofrecer información menos precisa, lo que afecta el equilibrio. Además, se producen cambios degenerativos en las articulaciones, lo que, en conjunto, genera una situación compleja para la salud física.

Nueve consejos fitness para hombres mayores de 50 años

Beber agua a lo largo del día ayuda a la digestión y favorece la función renal (Imagen Ilustrativa Infobae)

  1. Mantenerse hidratado. El agua es clave para la digestión, la función prostática y el metabolismo. Según la dietista registrada Kate Patton de Cleveland Clinic, el cuerpo reduce la sensación de sed en la madurez, por lo que conviene programar de antemano el consumo de líquidos y priorizar el agua sobre bebidas azucaradas.
  2. Reducir la sal y aumentar el potasio. Un exceso de sodio eleva la presión arterial y favorece enfermedades cardiovasculares. Patton recomienda privilegiar alimentos frescos, revisar etiquetas y consumir entre cinco y siete porciones de frutas y verduras diariamente.
  3. Elegir una dieta que beneficie cerebro y corazón. La alimentación tipo MIND —rica en cereales integrales, bayas, hoja verde, pescados y frutos secos— contribuye tanto a la salud cerebral como cardiaca. Patton sugiere reemplazar productos altos en grasas animales por alternativas vegetales, como aceite de oliva virgen extra.
  4. Fortalecer huesos con calcio, vitamina D y proteína. Tanto lácteos como vegetales verdes y alimentos fortificados son útiles para completar estos nutrientes. Los hombres deben consultar con profesionales médicos la necesidad de suplementar vitamina D.
  5. Cuidar la salud cardiovascular y hormonal. Un exceso de grasas trans puede afectar los niveles de testosterona y favorecer disfunciones como la disfunción eréctil. Travers recomienda una dieta mediterránea, reducción del perímetro abdominal y control de la inflamación.
  6. Mantener actividad física diaria. El fisiólogo del ejercicio de Cleveland Clinic Chris Travers sugiere alternar ejercicios como caminar, andar en bicicleta, nadar o bailar e insiste en que la regularidad es más importante que la intensidad. En tanto, Krahn enfatiza la alternancia de entrenamientos de fuerza y actividad cardiovascular moderada.
  7. Desarrollar masa muscular mediante fuerza progresiva. La importancia del entrenamiento de fuerza se destaca como una herramienta eficaz para contrarrestar tanto problemas ortopédicos, como el equilibrio, como enfermedades crónicas, entre ellas el cáncer y la diabetes, según Chase. AARP aconseja realizar al menos dos días semanales de entrenamiento de fuerza, flexibilidad y equilibrio. “Hazte más fuerte y todo mejora”, señaló la organización, incluyendo una mayor fluidez en el movimiento y una reducción del riesgo de fracturas óseas.
  8. Trabajar la flexibilidad y elongar los principales grupos musculares. Travers resalta que la mayoría de los hombres omite los estiramientos, algo que incrementa el riesgo de lesiones en la zona lumbar y pierna. Se recomienda yoga o rutinas suaves después del ejercicio o de períodos prolongados de sedentarismo.
  9. Priorizar la prevención de lesiones sobre la progresión rápida. Los expertos advierten que es preferible evitar los dolores y las rutinas que puedan dañar las articulaciones. Se aconseja elegir ejercicios seguros y modificar la rutina siempre que aparezcan molestias.

Principios fundamentales del entrenamiento en la madurez

La actividad física diaria, como caminar o nadar, ayuda a preservar la movilidad en la vida adulta (Imagen ilustrativa Infobae)

El enfoque inteligente resulta decisivo para los mayores de 50 años. Krahn sostiene que el principal objetivo es evitar lesiones, priorizando la seguridad sobre la progresión acelerada. La planificación semanal puede distribuir entrenamientos por grupos musculares (superior, inferior, tracción y empuje), dejando un día extra si la energía lo permite.

Adicionalmente, da importancia al trabajo de la musculatura de la espalda para fortalecer la columna y las articulaciones de los hombros. La constancia y el ajuste diario del esfuerzo según el estado físico aseguran, según Krahn, un avance sostenible a lo largo de los años.

El rol de la preparación temprana y la constancia

Establecer hábitos saludables a los 40 años facilita la adaptación física después de los 50 (Freepik)

Los especialistas recomiendan iniciar el acondicionamiento físico adecuado incluso antes de los 50 años. Krahn aconseja usar la década de los 40 para introducir rutinas enfocadas en movilidad, fuerza moderada y una recuperación adecuada. Esta preparación permite que, llegada la madurez, el entrenamiento pueda mantenerse con menos riesgos y más adaptabilidad. Consolidar una base física favorece la capacidad de permanecer activo en actividades cotidianas y recreativas como el senderismo o el juego con nietos.