La presbiacusia afecta principalmente la audición de sonidos agudos y suele pasar desapercibida en sus primeras etapas (Imagen Ilustrativa Infobae)

La pérdida auditiva relacionada con la edad, conocida como presbiacusia, es una de las condiciones más frecuentes entre los adultos mayores y su impacto va más allá de la simple dificultad para escuchar.

Este problema, que afecta progresivamente a millones de personas en todo el mundo, puede alterar la vida diaria, dificultar la comunicación y afectar la salud mental.

La presbiacusia se caracteriza por una pérdida gradual de la capacidad auditiva en ambos oídos, especialmente en la percepción de sonidos agudos, como el timbre del teléfono o el pitido de un microondas.

No escuchar los pitidos del microondas suele ser una de las señales de presbiacusia (Imagen Ilustrativa Infobae)

De acuerdo con Johns Hopkins Medicine, aproximadamente uno de cada tres adultos entre 65 y 74 años presenta algún grado de pérdida auditiva, cifra que aumenta a casi la mitad en los mayores de 75 años. Aunque la prevalencia es alta en ese país, la tendencia se replica en otras regiones con poblaciones envejecidas, como América Latina y España.

Causas y factores de riesgo

Las causas de la presbiacusia son diversas. El envejecimiento natural del oído interno es el factor principal, pero la exposición prolongada a ruidos fuertes también desempeña un papel importante.

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“La exposición al ruido es la causa más común de pérdida auditiva después del envejecimiento”, explicó la doctora Dunia Abdul-Aziz, otorrinolaringóloga de la Escuela de Medicina de Harvard, en declaraciones recogidas por The New York Times.

El daño puede producirse tras un solo evento extremadamente ruidoso, como una explosión, pero lo habitual es que resulte de la acumulación de años de exposición a sonidos intensos, como conciertos, maquinaria, fuegos artificiales o el uso de auriculares a volumen elevado.

El uso frecuente de auriculares a volumen elevado puede acelerar la aparición de presbiacusia en adultos jóvenes y mayores (Imagen Ilustrativa Infobae)

Además, factores genéticos, enfermedades crónicas como la hipertensión y la diabetes, infecciones, tabaquismo y ciertos medicamentos (como algunos antibióticos y quimioterapias) también aumentan el riesgo de desarrollar presbiacusia.

Síntomas y señales de alerta

Reconocer los síntomas de la pérdida auditiva es fundamental para buscar ayuda a tiempo. Entre las señales de alerta más comunes se encuentran la dificultad para entender conversaciones, especialmente en ambientes ruidosos, la percepción de que las voces suenan apagadas o distorsionadas, la necesidad de subir el volumen de la televisión o la radio, y la tendencia a evitar reuniones sociales por frustración o incomodidad.

Uno de cada tres adultos entre 65 y 74 años experimenta algún grado de pérdida auditiva debido a la presbiacusia (Imagen Ilustrativa Infobae)

Prevención y protección auditiva

La prevención es clave, ya que el daño auditivo suele ser irreversible. Los especialistas recomiendan evitar la exposición a ruidos fuertes, limitar el tiempo en ambientes ruidosos y utilizar protectores auditivos, como tapones o auriculares especiales, en conciertos o al operar maquinaria.

“Usar tapones es lo mejor que puedes hacer para protegerte”, afirmó la doctora Nandini Govil, otorrinolaringóloga pediátrica de Atlanta y Emory University, en declaraciones recogidas por The New York Times.

Además, mantener bajo control enfermedades crónicas, no fumar y tratar oportunamente infecciones del oído contribuyen a preservar la audición. El NIH y Johns Hopkins Medicine insisten en la importancia de mantener el volumen de auriculares y dispositivos electrónicos en niveles seguros.

Escuchar música o podcasts con auriculares por periodos prolongados puede dañar el oído interno de forma irreversible (Imagen Ilustrativa Infobae)

Diagnóstico y tratamiento

El diagnóstico temprano permite acceder a tratamientos que mejoran la calidad de vida.

La Organización Mundial de la Salud recomienda realizar pruebas auditivas periódicas a partir de los 50 años, cada cinco años hasta los 64, y luego con mayor frecuencia.

El doctor Frank Lin, profesor de otorrinolaringología en Johns Hopkins University, subrayó en una entrevista con The New York Times, que “las pruebas auditivas dan un número, y los números no mienten”.

Ante cualquier cambio repentino en la audición, los expertos aconsejan acudir de inmediato a un otorrinolaringólogo o audiólogo, ya que el tratamiento temprano puede marcar la diferencia.

Acudir al médico ante cualquier cambio en la audición es fundamental para detectar y tratar la presbiacusia a tiempo (Imagen Ilustrativa Infobae)

Además, existen dispositivos de asistencia, como amplificadores telefónicos, aplicaciones que convierten voz en texto y sistemas de bucle auditivo en espacios públicos. Johns Hopkins Medicine destaca la importancia de adaptar el tratamiento a las necesidades individuales y de recibir orientación profesional para el uso adecuado de estos dispositivos.