El reciente caso de Silvina Scheffler, ex Gran Hermano y expareja de Nito Artaza, quien estuvo internada en terapia intensiva por un cuadro grave de leptospirosis, ha llamado la atención sobre una enfermedad que persiste como desafío para la salud pública argentina. Ahora, según confirmó Artaza, la mujer se encuentra en una sala intermedia.
“Ahora hace dos días le descubrieron la leptospirosis, que afecta a los animales, tardaron bastante tiempo. Primero estuvo en sala común y después la pasaron a terapia cinco días. Inclusive Navidad, yo fui, estuvo la hermana también. La paso muy mal, tenia mucha fiebre y dolor en todo el cuerpo, al principio pensaban que era dengue, ahora la pasaron a sala intermedia, ella está bien, esta animada, gracias a Dios”, comenzó diciendo Artaza sobre el estado de Silvina.
El último Boletín Epidemiológico Nacional N°787, correspondiente a la semana epidemiológica 50 del año 2025, confirma que la leptospirosis sigue siendo un evento de importancia sanitaria y que durante este año se ha registrado un leve aumento en los casos confirmados respecto de los valores históricos recientes.
De acuerdo con datos del Sistema Nacional de Vigilancia de la Salud (SNVS 2.0), en 2025 se notificaron 2.226 casos de leptospirosis entre la semana 1 y la 50, de los cuales 204 fueron confirmados mediante criterios clínicos y de laboratorio. Esto representa un incremento del 51% en diagnósticos confirmados en comparación con la mediana de 148 casos confirmados en igual período entre 2020 y 2024.
Si bien la cantidad total de notificaciones se mantuvo estable, el porcentaje de confirmación más alto sugiere una mayor circulación de la bacteria, una mejor capacidad diagnóstica, o ambos factores combinados.

Según el Ministerio de Salud de la Nación, la leptospirosis mantiene una amplia distribución en el país, con mayor incidencia donde las condiciones ambientales y sociales favorecen la exposición a aguas o suelos contaminados por orina de animales infectados —principalmente roedores—, siendo frecuentes los brotes en contextos de inundaciones o actividades rurales y urbanos-marginales.
Qué es la leptospirosis
La leptospirosis es una infección bacteriana que afecta tanto a humanos como a animales y se clasifica como una zoonosis, es decir, una patología que puede transmitirse de los animales al ser humano. La infección suele aparecer tras el contacto directo con la orina de animales infectados —ratas, ratones, perros, vacas, cerdos o caballos— o con ambientes contaminados por esta orina, especialmente en épocas de lluvias intensas o inundaciones. La transmisión entre personas es sumamente infrecuente.
La bacteria Leptospira ingresa en el organismo por pequeñas heridas en la piel o por las mucosas (ojos, nariz, boca), principalmente cuando se expone a aguas estancadas, suelos húmedos o barro contaminado. La enfermedad es endémica en regiones con climas cálidos y húmedos, aunque puede registrarse en cualquier área donde existan reservorios animales y condiciones ambientales propicias.
Cuáles son los síntomas de la leptospirosis

La leptospirosis presenta una gran variabilidad de síntomas, lo que dificulta su diagnóstico precoz. De acuerdo con el Ministerio de Salud y la Organización Panamericana de la Salud (OPS), los síntomas iniciales suelen ser similares a los de una gripe común y pueden incluir:
- Fiebre súbita
- Dolores musculares intensos, especialmente en las pantorrillas
- Dolor de cabeza
- Malestar general
- Ictericia (coloración amarilla de la piel y los ojos)
- Escalofríos
- Síntomas digestivos (náuseas, vómitos, diarrea)
- Enrojecimiento de los ojos

El periodo de incubación varía entre 5 y 14 días, aunque puede llegar a 30 días. En su forma más severa, conocida como síndrome de Weil, puede provocar insuficiencia renal aguda, daño hepático, hemorragias pulmonares y meningitis. Se estima que una de cada diez personas con la enfermedad puede evolucionar a esta variante grave, cuya mortalidad sin tratamiento ronda el 50%.
El Ministerio de Salud recomienda consultar al sistema sanitario ante la presencia de fiebre, dolores musculares, cefalea y síntomas digestivos, sobre todo si existe antecedente de exposición a ambientes de riesgo.
Formas de prevención de la leptospirosis
La prevención de la leptospirosis requiere reducir la exposición a ambientes contaminados y controlar los reservorios animales. Las principales medidas recomendadas por las autoridades sanitarias son:

- Evitar el contacto con aguas estancadas, barro o suelos que puedan estar contaminados, especialmente tras lluvias o inundaciones.
- Utilizar botas, guantes y ropa protectora durante trabajos o actividades recreativas en ambientes húmedos o rurales.
- Cubrir heridas con apósitos impermeables para impedir la entrada de la bacteria por la piel.
- Controlar la población de roedores, tanto en domicilios como en áreas periurbanas.
- Vacunar a los perros en zonas de mayor riesgo, pues estos animales pueden indicar la circulación de la bacteria en el ambiente.
- Consultar precozmente al sistema de salud ante la aparición de síntomas compatibles con leptospirosis y antecedentes de exposición.

El Ministerio de Salud destaca la importancia de fortalecer la vigilancia epidemiológica, asegurar el acceso al diagnóstico y tratamiento oportunos, y promover campañas preventivas y de control en las áreas de mayor riesgo, especialmente durante los meses cálidos y lluviosos, cuando el riesgo de exposición se incrementa.