Detectar y respetar los límites propios y ajenos es fundamental para acompañar sin invadir ni forzar (Imagen Ilustrativa Infobae)

Cuando alguien a quien queremos atraviesa un momento difícil, encontrar las palabras justas o el gesto adecuado puede resultar abrumador. No hay recetas infalibles: lo que más suele reconfortar es la compañía, la escucha sin prejuicios y mostrar que, aun sin poder resolver el dolor ajeno, queremos estar y dar contención, desde el afecto.

La forma en que respondemos ante el dolor o la preocupación de alguien puede marcar la diferencia entre fortalecer un vínculo o distanciarlo. Expertos en comunicación y bienestar emocional, sugieren 8 recomendaciones efectivas para contener a alguien ante situaciones de dolor o preocupación.

1. Escuchar activamente y preguntar por los sentimientos

Proponer ayuda concreta, sin imponerla, demuestra verdadera disposición de acompañamiento y respeto por los límites del otro (Imagen Ilustrativa Infobae)

La escucha activa y el indagar sobre cómo se siente la persona es clave para brindar contención. En ese sentido, la licenciada Josefina Pérez del Cerro integrante del Departamento de Psicoterapia de INECO, señaló a Infobae que a veces no es necesario brindar soluciones o consejos para “estar bien”, sino “estar presente y disponible para la otra persona: preguntarle cómo se siente, qué necesita, qué le molesta o incomoda, qué lo hace sentir mejor”.

Pérez del Cerro remarcó la importancia de la curiosidad y la apertura: “Lo que la persona pueda sentir y necesitar puede ser diferente a lo que creemos, o a lo que nos hace/haría bien a nosotros”.

Christine MacInnis, terapeuta consultada por la revista TIME, recomendó no asumir el impacto emocional de la noticia, sino indagar directamente: “Para poder proceder adecuadamente con las palabras correctas de consuelo, necesitas saber cómo se siente el otro”. Esto permite adaptar el apoyo a las necesidades reales del otro, y evita malentendidos o respuestas inadecuadas.

Es importante dar espacio para que la persona exprese su perspectiva, incluso si esto no cambia la situación, ya que sentirse escuchado aporta validación.

2. Validar el dolor y reconocer la experiencia

La contención y la compañía pueden reforzar la autoestima en momentos difíciles (ImAgen Ilustrativa Infobae)

El segundo paso, consiste en validar y reconocer el dolor o la preocupación de la persona. Jenny Dreizen, experta en relaciones y cofundadora de la plataforma Fresh Starts Registry, subrayó a la revista TIME que la reacción inicial ante una mala noticia puede determinar el rumbo de la conversación y, en ocasiones, el futuro de la relación. “La primera cosa que dices cuando alguien te cuenta una mala noticia determina hacia dónde irá el resto de la conversación—y, a veces, hacia dónde irá la relación”, afirma.

Validar el sentimiento, aunque la situación parezca trivial, es esencial: no corresponde juzgar la magnitud del dolor ajeno, ya que cada experiencia tiene un significado particular para quien la vive. Respetar las sensaciones del otro, es fundamental, ya sea en situaciones cotidianas o en condiciones más complejos que afectan la salud mental.

En ese sentido, la licenciada del Cerro consideró: “En el contexto en el cual una persona sufre depresión, el entorno puede cumplir un rol importante de apoyo y contención emocional, entendiendo que se trata de una enfermedad, ayudando a consultar y a seguir un tratamiento adecuado, brindando apoyo y acompañamiento”.

3. Ofrecer apoyo concreto

Mantener el contacto con gestos sencillos, como un abrazo, un mensaje o una llamada, puede ser más valioso que grandes declaraciones (Imagen Ilustrativa Infobae)

Ofrecer ayuda, sin imponerla, es otra recomendación central. Cassandra LeClair, profesora asociada de comunicación en Texas A&M University, expresó a la revista TIME que muchas personas no saben qué pedir o no desean hacerlo.

Proponer apoyo tangible—como encargarse de una tarea doméstica o realizar un recado—demuestra disposición real para acompañar. LeClair enfatiza que la oferta debe ser genuina y sin obligación: “Al ofrecer ayuda específica, demuestras que estás listo para ayudar. Hazlo claro, pero sin que la persona se sienta obligada a aceptarlo”.

4. Evitar minimizar o dar consejos cuando no los piden

Los expertos advierten sobre los errores comunes al intentar acompañar: minimizar el problema, bromear o dar consejos no solicitados. A veces, ofrecer consejos sin que se pidan puede transformar la tristeza en enojo. La recomendación es evitar estos impulsos y centrarse en la empatía y el respeto.

En diálogo con Infobae, la licenciada Sandra Germani, coordinadora del Programa Neurociencia del Bienestar en el Hospital de Clínicas de la UBA, destacó: “Frases frecuentes de ‘aliento’ como ‘Tenés que ponerle ganas’; ‘No estás colaborando’; ‘Deberías ser más fuerte’ o ‘Tenés una vida hermosa y no la valorás’, no se las debería decir a las personas deprimidas”.Estas expresiones, lejos de ayudar, suelen aumentar el sufrimiento y el aislamiento.

Validar el dolor y escuchar activamente son pasos clave para sostener emocionalmente a alguien que atraviesa un momento difícil (Imagen Ilustrativa Infobae)

En el mismo sentido, la licenciada Pérez del Cerro recomendó: “Evitar comentarios y frases que invalidan (minimizan o trivializan) el malestar o sufrimiento de la persona, como ‘No es para tanto’, ‘Intentá estar bien’, ‘¿Por qué te afecta tanto eso?’, puede hacer que la persona se sienta juzgada y no comprendida, lo cual puede aumentar su sufrimiento”.

5. Respetar la confianza y los tiempos del otro

Respetar la confidencialidad y no presionar por detalles es fundamental, especialmente cuando la persona comparte información delicada.

Dreizen sugirió dejar claro que los secretos están a salvo y que no se forzará a la persona a revelar más de lo que desea. Esto da seguridad al interlocutor y refuerza la confianza en la relación.

6. Mostrar empatía auténtica y ponerse en el lugar del otro

Mostrar empatía y ponerse en el lugar del otro es fundamental para dar apoyo emocional. Rhett Power, cofundador de Wild Creations y autor de “The Entrepreneurs Book of Actions”, aconsejó en CNBC reflexionar sobre cómo nos sentiríamos si recibiéramos la misma noticia, lo que permite abordar la conversación con mayor sensibilidad y tacto.

Esta actitud, sin dejarse abrumar por las emociones, contribuye a un acompañamiento más humano y efectivo.

En casos de síntomas severos o pensamientos autolesivos, la orientación y la intervención profesional resultan imprescindibles (Imagen Ilustrativa Infobae)

7. Promover la autenticidad y la expresión libre de emociones

Animar a la autenticidad y permitir que la persona exprese sus emociones sin juicio es otra forma de contención. Comunicarse por teléfono o videollamada puede ayudar a captar mejor el estado emocional del otro y ajustar el acompañamiento según sus necesidades.

La licenciada Pérez del Cerro hizo hincapié en Infobae sobre la importancia de sugerir actividades que resulten agradables—salidas, comidas, alguna película—sin forzar ni imponer. “Comenzar poco a poco, con aquellas actividades que impliquen un menor grado de desafío o dificultad, y que fueron más gratificantes en el pasado”.

8. Mantener el contacto sin presionar

Por último, mantener el contacto sin presionar resulta especialmente valioso. Los gestos sencillos, como un mensaje o una llamada para preguntar cómo está la persona, pueden ser más significativos que grandes declaraciones.

Es importante, no obstante, no generar presión para que la persona responda, permitiéndole espacio para procesar su situación.

Acompañar a alguien en un mal momento implica estar presente de manera respetuosa y empática. Demostrar que la persona no está sola puede ser un pilar esencial para que recupere su fortaleza ante la adversidad.