
Un bulto doloroso en la base del dedo gordo del pie puede indicar algo más que una simple incomodidad: podría ser un juanete, una condición frecuente que, sin tratamiento, afecta la calidad de vida.
Según Cleveland Clinic, los juanetes —denominados hallux valgus— se presentan como una protuberancia ósea palpable en la articulación metatarsofalángica, donde el dedo gordo se une al pie.
Esta alteración genera dolor, rigidez y dificultad para calzarse, limitando la movilidad, por lo que la consulta médica temprana resulta esencial para prevenir complicaciones.
Qué son los juanetes y cómo se manifiestan
Los juanetes se caracterizan por una desviación progresiva del dedo gordo hacia los restantes, originada por presiones prolongadas sobre la articulación.
El tipo más común afecta al dedo gordo, pero existen variantes como los juanetes congénitos, presentes desde el nacimiento; los juveniles, que aparecen antes de los 18 años; y el juanete de sastre, que se desarrolla en la base del dedo meñique.
Como ejemplo de su alta prevalencia, Cleveland Clinic estima que aproximadamente un tercio de la población de Estados Unidos presenta algún tipo de juanete.

El síntoma principal es la aparición de una protuberancia en la base del dedo gordo, acompañada de dolor, rigidez, hinchazón y enrojecimiento. Algunas personas presentan entumecimiento y dificultad para mover el dedo o sienten mayor molestia al usar determinados zapatos. Además, pueden desarrollarse callos, durezas y deformidades, como los dedos en martillo.
Según Cleveland Clinic, la presencia de estos síntomas, sobre todo si dificultan la marcha o el uso de calzado, debe motivar la consulta con un especialista.
Causas y factores de riesgo
Las causas de los juanetes son variadas y suelen combinar factores hereditarios, alteraciones de la estructura ósea, mecánica de la marcha y el uso de calzado inadecuado, especialmente con punteras estrechas. Patologías inflamatorias como la artritis reumatoide o el lupus también pueden influir en su aparición.
Estar de pie durante largas jornadas o haber sufrido lesiones en los pies aumenta el riesgo. Cleveland Clinic destaca que más del 70% de quienes presentan juanetes tienen antecedentes familiares directos, lo que subraya el peso de la genética. Las mujeres, los atletas y quienes sufrieron traumatismos en los pies conforman los grupos más propensos.

El diagnóstico de los juanetes se basa en la exploración física por parte de un profesional sanitario, quien evaluará la alineación del pie y los síntomas referidos. En algunos casos, se solicitan radiografías para determinar el grado de desviación y descartar otras patologías. La derivación a un podólogo puede ser necesaria para un abordaje más específico.
El tratamiento depende de la gravedad de los síntomas y el impacto en la vida cotidiana. Cleveland Clinic informa que la mayoría de los casos se gestiona de manera conservadora, priorizando el uso de calzado amplio y cómodo, almohadillas, vendajes y dispositivos ortopédicos, como plantillas o separadores de dedos.
Analgésicos y antiinflamatorios no esteroideos contribuyen al control del dolor y la inflamación, y la aplicación de hielo resulta útil ante episodios agudos. En situaciones más complejas, el médico puede indicar fisioterapia o corticosteroides. En tanto, la cirugía se reserva para los casos en los que las medidas conservadoras fallan o el dolor impide caminar.

Prevención y recomendaciones clave
La prevención se basa en elegir un calzado adecuado, evitando modelos con punteras estrechas o que compriman los dedos. Probar los zapatos al final del día, cuando los pies están más hinchados, y asegurarse de que no causen molestias al caminar son criterios útiles. En personas con alteraciones estructurales, el uso de plantillas ortopédicas puede ser recomendado para disminuir el riesgo o frenar la evolución del juanete.
Ante la presencia de dolor, dificultad para caminar, hinchazón o bultos en la base del dedo gordo, Cleveland Clinic recomienda recurrir a un especialista. Consultar sobre las causas, los tratamientos disponibles, las medidas preventivas y el calzado más adecuado son aspectos fundamentales para una atención efectiva.

La institución subraya que la mayoría de las personas controla los síntomas y mantiene una vida activa con el tratamiento correcto, y que la atención temprana mejora el pronóstico, al tiempo que reduce la necesidad de cirugía.