Un avance reciente en neurociencia permitió comprender una de las interrogantes más relevantes: ¿por qué las mujeres presentan mayor riesgo de desarrollar esclerosis múltiple y Alzheimer?
Científicos de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) identificaron al gen Kdm6a, localizado en el cromosoma X, como factor determinante en la inflamación cerebral femenina.
Esta observación aportó una explicación a la mayor susceptibilidad de las mujeres, al tiempo que sugiere nuevas vías para intervenir terapéuticamente. El estudio, publicado en Science Translational Medicine, indica que la doble dosis de Kdm6a, propia del sexo femenino, provoca una respuesta inflamatoria cerebral más intensa, con impacto directo sobre la salud neurológica.
El rol del gen Kdm6a y su doble dosis
El gen Kdm6a codifica una histona desmetilasa vinculada a la regulación de genes inflamatorios. Según UCLA Health, este gen escapa la inactivación habitual del cromosoma X en mujeres, lo que produce una expresión aumentada en comparación con los hombres.
Así, esta sobrecarga genética se traduce en una mayor inflamación cerebral y potencia la vulnerabilidad a enfermedades neurológicas. “Afecta tanto la salud como la enfermedad neurológica”, explicó la dra. Rhonda Voskuhl, directora del Programa de Esclerosis Múltiple en UCLA Health.
El trabajo demostró que la desactivación de Kdm6a o de su proteína asociada reduce notablemente la patología en modelos animales femeninos, mientras que en machos el impacto es mínimo.
La diferencia de incidencia entre sexos en esclerosis múltiple y Alzheimer es reconocida desde hace décadas, sin que hasta ahora existiera una justificación molecular específica.
UCLA Health señaló que las mujeres superan a los hombres entre dos y tres veces en la probabilidad de desarrollar estas enfermedades. Además, dos tercios de las mujeres sanas atraviesan episodios de confusión mental durante la menopausia, lo que sugiere un vínculo entre los cambios hormonales y la inflamación cerebral. “
Esta realidad se explica porque en las mujeres hay más elementos que bloquear debido a la doble copia del gen ligado al cromosoma X”, señaló la dra. Voskuhl.
Hallazgos experimentales y distinciones celulares
El equipo encabezado por la dra. Voskuhl y el dr. Yuichiro Itoh profundizó en los mecanismos celulares mediante experimentos en modelos murinos de esclerosis múltiple. Según Science Translational Medicine, la eliminación selectiva de Kdm6a en la microglía, las células inmunitarias del cerebro, de ratones hembra con encefalomielitis autoinmune experimental mejoró la patología y restableció un perfil génico más saludable.
En machos, la intervención mostró apenas cambios. El análisis transcriptómico de microglía humana confirmó estos resultados, registrando una mayor expresión de KDM6A en mujeres y una desregulación génica más marcada en mujeres con esclerosis múltiple.
La microglía femenina presenta niveles más altos de Kdm6a en relación a otros tipos celulares, como linfocitos T CD4+ o astrocitos. Su supresión en microglía de ratones hembra disminuyó la gravedad y duración de la enfermedad. Los principales genes afectados por la supresión de Kdm6a recuperaron patrones compatibles con una menor inflamación y neurodegeneración.
En paralelo, el estudio demostró que la metformina, medicamento habitual contra la diabetes, inhibe la función de KDM6A y ejerce efectos protectores en modelos animales hembras, sin resultados significativos en machos.
Implicaciones clínicas y terapéuticas
Las implicancias clínicas de estos datos son notables. Según UCLA Health, la metformina podría convertirse en alternativa terapéutica para mujeres con esclerosis múltiple o riesgo de Alzheimer, dada su capacidad para inhibir KDM6A.
Además, el trabajo demuestra que la respuesta al tratamiento difiere entre mujeres y hombres, planteando la necesidad de mayor personalización.
La influencia de los estrógenos es determinante: durante la edad fértil, estos ejercen efecto antiinflamatorio y neuroprotector, contrarrestando la acción del cromosoma X. Sin embargo, la menopausia y la reducción de estrógenos dejan a las mujeres expuestas a los efectos adversos de la inflamación cerebral, lo que coincide con el aumento del riesgo de enfermedades neurodegenerativas en esta etapa de la vida.
Tratamientos personalizados: retos y oportunidades
De cara al futuro, UCLA Health destaca que estos hallazgos allanan el camino para tratamientos personalizados que consideren el sexo y el perfil genético de cada paciente.
La utilización de fármacos como la metformina o las terapias hormonales orientadas al cerebro podría modificar la evolución de la esclerosis múltiple y el Alzheimer, mejorando la calidad de vida femenina y reduciendo la carga social y sanitaria asociada.
El consenso científico actual es claro: mantener el equilibrio entre la inflamación cerebral y la protección hormonal será esencial para preservar la salud neurológica femenina, especialmente durante la menopausia, etapa en la que el cerebro resulta más susceptible a los efectos de la doble copia del cromosoma X.