La visita anual al dentista previene enfermedades bucales y mejora la salud general, según especialistas de Wellbeing y los CDC (Imagen Ilustrativa Infobae)

Las visitas anuales al dentista constituyen una medida esencial para prevenir enfermedades bucales y preservar la salud general, según especialistas de Wellbeing y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC). Esta práctica facilita la identificación temprana de anomalías, reduciendo la necesidad de intervenciones complejas y ofreciendo beneficios concretos para la calidad de vida.

Aunque la odontología preventiva demuestra resultados positivos, los especialistas de Wellbeing señalan que la frecuencia de las consultas debe adaptarse a cada paciente. Situaciones como sequedad bucal, consumo de tabaco, ortodoncia o restauraciones previas requieren controles específicos.

La adopción de las recomendaciones profesionales es clave para el éxito de los chequeos periódicos. Según Statista, el 87% de los niños de dos a 17 años asiste a controles anuales, pero en adultos la asistencia disminuye por la idea de que la salud bucal es solo estética, lo que limita el efecto preventivo de las consultas.

Las revisiones permiten detectar caries, inflamación y erosión en fases tempranas, cuando el tratamiento es menos invasivo. Los CDC informan que uno de cada cuatro adultos entre 20 y 64 años tiene al menos una caries sin tratar, lo que demuestra los riesgos de postergar el control odontológico.

La odontología preventiva permite detectar caries y anomalías en etapas tempranas, reduciendo la necesidad de tratamientos complejos (Imagen Ilustrativa Infobae)

Durante las consultas, se revisan encías, lengua y tejidos blandos para identificar enfermedades como cáncer bucal o trastornos del sueño. Las limpiezas profesionales reducen bacterias, mejoran el aliento y promueven encías saludables. Según Wellbeing, estos controles permiten recomendar barniz de flúor o selladores y ajustar las indicaciones según los factores de riesgo.

Mantenimiento de restauraciones y dispositivos

Las restauraciones dentales, como empastes, coronas, puentes e implantes, requieren revisiones periódicas para asegurar su ajuste y funcionalidad. Según los especialistas de Wellbeing, los pequeños ajustes realizados durante las visitas anuales previenen el astillado y el desgaste prematuro.

El pulido profesional elimina manchas que el cepillado diario no logra retirar. En el caso de las carillas de porcelana, cuya vida útil suele oscilar entre 10 y 15 años según Forbes, el mantenimiento regular resulta fundamental para prolongar su durabilidad mediante reparaciones, revisiones de mordida y limpiezas especializadas.

El mantenimiento de restauraciones dentales, como empastes y coronas, requiere controles periódicos para evitar desgaste y prolongar su funcionalidad (Freepik)

La instauración de una rutina de cuidado dental desde la infancia se asocia con una mejor salud bucal a largo plazo. Las visitas anuales permiten a los dentistas observar la erupción de los dientes, guiar el uso adecuado del flúor y planificar la aplicación de selladores o la derivación a un ortodoncista cuando resulta necesario.

Rentabilidad y planificación en salud bucal

La odontología preventiva se presenta como una de las inversiones en salud más rentables, según los expertos de Wellbeing. Una sola revisión anual puede detectar grietas antes de que afecten el nervio, eliminar el sarro responsable de la enfermedad de las encías y evitar procedimientos complejos como endodoncias o extracciones.

Las consultas dentales de rutina actúan como puntos de control para ajustar el cuidado bucal frente a cambios en el estilo de vida, como la práctica de deportes o la introducción de medicamentos que alteran la producción de saliva. El equipo dental puede recomendar protectores bucales personalizados o productos específicos para combatir la sequedad y proteger el esmalte.

La instauración de rutinas de cuidado dental desde la infancia se asocia con una mejor salud bucal y menor necesidad de tratamientos invasivos a futuro (Imagen Ilustrativa Infobae)

El seguimiento profesional facilita la detección de patrones de desgaste por bruxismo y la sugerencia de soluciones para prevenir fracturas y molestias mandibulares. La confirmación por parte de un especialista sobre el buen estado de la boca brinda beneficios prácticos que impactan tanto en el bienestar diario como en la calidad de vida a largo plazo, según Wellbeing.

Además, el mantenimiento constante de la salud bucal contribuye a reducir el riesgo de desarrollar enfermedades sistémicas, como la diabetes o afecciones cardiovasculares, ya que la evidencia indica que una boca saludable está vinculada con un mejor estado general. Esto refuerza el valor de las visitas regulares y la planificación en el cuidado odontológico, no solo para preservar dientes y encías, sino para proteger la salud integral.