En una época dominada por consejos motivacionales y teorías de éxito exprés, el Dr. Mike Israetel, profesor de Ciencias del Ejercicio y el Deporte en Lehman College y cofundador de Renaissance Periodization, planteó una visión distinta sobre motivación, fuerza de voluntad y productividad.
En diálogo con Chris Williamson para el pódcast Modern Wisdom, Israetel desmontó mitos sobre la motivación, basándose en neurociencia y conducta.
También explicó con ejemplos y definiciones precisas por qué la inspiración y la fuerza de voluntad por sí solas nunca garantizan cambios sostenibles. Según sus planteamientos, la clave está en la planificación, la disciplina y la formación de hábitos sostenibles, además del equilibrio entre esfuerzo y descanso.
Por qué inspiración y motivación no bastan
Actualmente, la cultura digital promueve la motivación como pilar del cambio individual. Israetel advirtió que confiar únicamente en estos impulsos emocionales conduce a la frustración. “La inspiración es esencial para empezar, pero no suficiente para mantener el cambio”, afirmó en Modern Wisdom. Para él, la inspiración es un “impulso inicial” breve y volátil que detona la acción.
Comparó este fenómeno con la efervescencia de ver una película inspiradora o escuchar cierta música: el efecto es intenso, pero tras finalizar la experiencia ese combustible desaparece. Por lo tanto, aunque la inspiración puede activar un hábito o proyecto, no logra sostener el compromiso necesario a largo plazo.
La motivación, definida como el deseo que dirige hacia un objetivo específico, también es inconstante y puede no estar presente en los momentos críticos.
“La disciplina y la fuerza de voluntad son recursos limitados; los hábitos bien construidos reducen la necesidad de usarlos constantemente”, señaló. Depositar la confianza exclusivamente en la fuerza de voluntad para mantener cualquier proceso se vuelve inviable.
El desglose: inspiración, motivación, intención, disciplina y hábitos
Israetel distinguió varias etapas y conceptos fundamentales para comprender el cambio personal:
- Inspiración: Es la chispa emocional inicial, provocada por experiencias concretas. Es breve y fluida.
- Motivación: Es el deseo por lograr un objetivo bien definido y alcanzable.
- Intención: Supone comprometerse con un plan concreto; marca el paso de la idea a la ejecución.
- Disciplina y fuerza de voluntad: Son los mecanismos que permiten actuar en ausencia de motivación, aunque tienen un alcance limitado.
- Hábitos: Comportamientos automatizados que, una vez consolidados, requieren mínima voluntad para mantenerse.
El doctor en fisiología del deporte remarcó que la clave está en construir hábitos que evitan depender de la motivación o la fuerza de voluntad. “El descanso es tan importante como el trabajo para el éxito a largo plazo”, reiteró durante la entrevista, haciendo énfasis en la sostenibilidad por encima de la intensidad.
Analogías y ejemplos de la vida diaria
Durante la conversación con el conductor de Modern Wisdom, utilizó ejemplos cotidianos para explicar cómo mantener la concentración y el compromiso en proyectos como escribir un libro, una tarea que puede resultar difícil. En lugar de rendirse ante la tentación de abandonar, destacó la importancia de mejorar la atención y aplicar estrategias prácticas.
Comparó la motivación y la disciplina con el entrenamiento físico: así como nadie asume que su fuerza es inmutable, ambos aspectos pueden y deben entrenarse para optimizarse.
Además, subrayó la relevancia de establecer metas claras y realistas. Según Israetel, “si dices ‘quiero estar en forma’, eso es inspiración. Pero si defines ‘quiero perder cinco kilos en tres meses’, eso es motivación con un objetivo claro”. Esta especificidad, explicó, facilita medir los avances y fortalece la autoconfianza y la resiliencia.
Errores comunes al formar hábitos y cómo evitarlos
Israetel identificó varios obstáculos al crear hábitos:
- La rigidez excesiva: Imponer reglas inamovibles, como “debo correr a las 7:00 cada mañana”, eleva la posibilidad de abandono ante cualquier imprevisto. La mentalidad de todo o nada convierte un error en un fracaso absoluto.
- La sobrecarga de objetivos: Intentar revolucionar distintos aspectos personales simultáneamente (dieta, ejercicio, finanzas, relaciones) dispersa la energía y favorece el abandono. Recomendó comenzar por uno o dos hábitos sencillos y realistas para luego incorporar otros tras haber consolidado los primeros.
También aconsejó evitar la autoexigencia exagerada y la mentalidad de castigo tras algún desliz. Lo efectivo es retomar el hábito al día siguiente sin dramatizar ni compensar en exceso ese error.
El valor del descanso para el éxito sostenible
Lejos de glorificar el esfuerzo ininterrumpido, Israetel y Williamson subrayaron la importancia del descanso en la productividad. “El descanso es tan importante como el trabajo para el éxito a largo plazo”, enfatizó el experto en la ciencia del ejercicio.
Para Israetel , la capacidad de desconectar y recuperarse protege del agotamiento y permite mantener la eficiencia. Comparó la fuerza de voluntad con el entrenamiento físico: ambos exigen alternar momentos de esfuerzo e instancias de recuperación. “La resiliencia se construye enfrentando retos alcanzables y aprendiendo del fracaso”, indicó en Modern Wisdom.
Sin embargo, advirtió que intentar “optimizar” el descanso, como si fuera una tarea más que hay que cumplir a la perfección, puede generar más estrés en vez de ayudar. Cuando el descanso se convierte en una obligación, pierde su propósito de relajación.
Claves para mejorar disciplina y resiliencia
El experto sostiene que la disciplina y la resiliencia se desarrollan de modo gradual y estratégico. Lo aconsejable es plantearse objetivos desafiantes pero alcanzables, aprender de pequeños fracasos y experimentar progresos continuos.
“Si siempre se fijan objetivos imposibles y fallas, tu cerebro registra una sucesión de derrotas. Si solo eliges metas demasiado fáciles, no desarrollas confianza en tu capacidad de superar desafíos”, explicó. El punto óptimo radica en encontrar metas que exigen esfuerzo real y, a su vez, resultan factibles.
También sugirió organizar el entorno para que los hábitos deseados sean más fáciles de cumplir (usar un gimnasio cercano, preparar comidas saludables, rodearse de personas afines). Cuando el ambiente facilita las acciones deseadas, la necesidad de fuerza de voluntad disminuye a niveles mínimos.
El éxito sostenible: hábitos, planificación y descanso
La visión de Israetel y los planteamientos destacados en Modern Wisdom convergen en que el éxito personal sostenido no depende de ráfagas de inspiración ni de una fuerza de voluntad infinita, sino de una planificación estratégica, hábitos realistas y descanso adecuado.