La transformación de la voz con helio es un fenómeno físico explicado por la velocidad del sonido en este gas (Imagen Ilustrativa Infobae)

La escena es tan familiar como llamativa: cumpleaños o reuniones, personas de todas las edades se acercan a un globo de helio, inhalan el gas y, de inmediato, su voz adquiere un tono agudo y chirriante que genera risas a su alrededor.

Pero detrás de este divertido experimento doméstico se esconde una explicación física fascinante y advertencias de expertos que suelen pasarse por alto. ¿Por qué el helio altera la voz de esa manera tan marcada? ¿Cuáles son los riesgos de aspirarlo? Y, sobre todo, ¿por qué la ciencia insiste en que el efecto va mucho más allá de un simple cambio en el “tono”?

La voz humana: vibraciones y resonancia

Para comprender el efecto del helio, es necesario primero conocer cómo se produce la voz. Según explicó John Smith, biofísico de la Universidad de Nueva Gales del Sur (UNSW), citado por Live Science, la voz surge cuando dos pliegues de membrana mucosa —las cuerdas vocales— vibran dentro de la laringe. Estas vibraciones, originadas por el paso del aire expulsado desde los pulmones, generan una frecuencia básica o fundamental; se trata, en principio, de un zumbido grave.

Lo realmente interesante sucede poco después: ese sonido inicial atraviesa las cavidades de la garganta, la boca y la nariz, que actúan como caja de resonancia. Allí se suman armónicos, frecuencias más altas, que matizan y enriquecen la voz. Este proceso es responsable de que cada persona tenga una voz única, incluso al decir la misma palabra de la misma manera.

El helio modifica el timbre de la voz al acelerar la propagación del sonido en las vías respiratorias (Imagen Ilustrativa Infobae)

El conjunto de la frecuencia fundamental y sus armónicos configuran el timbre, que es la cualidad identificatoria de la voz y lo que la distingue del simple “tono”: no es solo cuán aguda o grave, sino la textura y la riqueza de matices.

El papel del helio: velocidad y resonancia

Al inhalar helio, el aire de las vías respiratorias es desplazado temporalmente por este gas mucho más ligero y menos denso. Aquí reside el efecto principal: el helicio permite a las ondas sonoras viajar mucho más rápido; alrededor de 970 metros por segundo contra los 343 metros por segundo típicos del aire atmosférico, compuesto mayoritariamente por nitrógeno y oxígeno, según lo publicado por National Geographic y Live Science.

Lo llamativo es que el helio no altera las cuerdas vocales ni induce vibraciones más rápidas. “La frecuencia fundamental no cambia: si tus cuerdas vibraban a 130 Hz, lo seguirán haciendo igual”, aclaró la BBC en un especial sobre ciencia recreativa.

Lo que se modifica —y mucho— es la forma en que los armónicos se potencian dentro del tracto vocal. Al viajar más rápido, las frecuencias altas (los harmónicos superiores) se amplifican, mientras las bajas pierden fuerza. Como resultado, la voz suena más fina, nasal y penetrante, aunque la frecuencia base siga siendo exactamente la misma.

El cambio de voz por helio no se debe a las cuerdas vocales, sino a la amplificación de armónicos agudos (Imagen Ilustrativa Infobae)

Esta transformación se percibe en el timbre, no en el tono tradicional. National Geographic lo describe como “tocar la misma nota, pero con un instrumento hecho de un material radicalmente diferente”: el golpe es igual, pero la resonancia, radicalmente distinta. Por eso, el efecto suele compararse al sonido de personajes animados como Pato Donald, cuya voz es naturalmente aguda por su tracto vocal corto, aunque en ese caso no intervenga el helio.

¿Sube realmente el tono?

Un error común es creer que la voz “sube de tono” porque las cuerdas vocales vibran más deprisa con helio. Pero la ciencia coincide: la frecuencia con la que vibran las cuerdas vocales no cambia. Así lo dejan claro Live Science, National Geographic y BBC.

El cambio se da porque las condiciones en la caja de resonancia favorecen la amplificación de los armónicos agudos y disminuyen los graves. El resultado final es una voz perceptiblemente más aguda y estridente, sin que la nota base —y por ende el verdadero tono— suba.

BBC resumió: “El sorprendente efecto del helio es que técnicamente no hace tu voz más alta. Lo que cambia es la frecuencia natural de tu garganta, que resuena más con los armónicos altos. El componente de baja frecuencia de tu voz sigue ahí, pero en segundo plano”.

¿Es seguro inhalar helio?

Expertos advierten que inhalar helio puede provocar mareos, desmayos y, en casos extremos, asfixia (Imagen Ilustrativa Infobae)

Más allá de la diversión momentánea, todos los especialistas consultados coinciden en advertir sobre los riesgos. El helio no contiene tóxicos, pero desplaza el oxígeno de los pulmones durante unos segundos. Si bien una sola respiración rara vez deriva en problemas graves, repetir el experimento varias veces, inhalar directamente de tanques o hacerlo en ambientes sin suficiente ventilación puede provocar mareos, desmayos, pérdida de conciencia e incluso, en casos extremos, asfixia.

National Geographic advierte sobre casos documentados de daños severos o muerte derivada de un uso irresponsable. BBC y Live Science recalcan que, si bien el efecto puede resultar entretenido en una fiesta, la precaución es fundamental: la seguridad debe estar por encima de la curiosidad o la risa fácil.

El veredicto de la ciencia

La transformación de la voz al inhalar helio es una curiosidad física más que un truco auditivo. El helio modifica la manera en que el sonido viaja por nuestras vías aéreas, amplifica los armónicos superiores y cambia radicalmente el timbre, sin que nuestras cuerdas vocales trabajen distinto. Diversos medios y especialistas coinciden en que el fenómeno es seguro solo si se practica con moderación y responsabilidad.

La próxima vez que escuches una voz aguda y chispeante tras aspirar helio, sabrás que no son solo risas: es una lección viva sobre la física del sonido y un recordatorio de que la ciencia y la precaución siempre van de la mano.