El dolor menstrual es un mal común que afecta a muchas mujeres a lo largo de sus vidas, y la búsqueda de soluciones efectivas para aliviarlo parece no tener fin. Desde remedios caseros hasta recomendaciones que incluyen jugo de pepinillos o dietas veganas, Internet está lleno de propuestas que prometen erradicar este sufrimiento.
Sin embargo, a menudo, estas soluciones carecen de fundamento científico, lo que hace que muchas mujeres se encuentren más confundidas que aliviadas.
Un enfoque respaldado por la ciencia está ganando atención: el ejercicio físico de bajo impacto. Un estudio realizado por el Instituto Nacional de Medicina Complementaria, de la Universidad de Western Sydney, ha arrojado resultados prometedores sobre cómo una rutina regular de actividad física puede ser más efectiva que otros métodos para reducir el dolor menstrual, según advierten desde Women’s Health.
Además, un metaanálisis publicado en Sports Medicine, que revisó 29 ensayos clínicos con más de 1.800 mujeres, concluyó que el ejercicio físico —incluyendo modalidades como yoga, fuerza, aeróbico y relajación— reduce significativamente el dolor menstrual tras ocho semanas de práctica continua
La ciencia detrás del ejercicio para el dolor menstrual
El estudio realizado por la Universidad de Western Sydney analizó a más de 2300 mujeres y evaluó distintos remedios caseros que las participantes utilizaron para aliviar sus dolores menstruales. Según la investigadora principal del trabajo, el ejercicio físico, en particular el de baja intensidad, ha demostrado ser el tratamiento más efectivo. A este remedio le siguen el uso de calor y, en tercer lugar, la acupuntura.
Lo que destaca en los resultados es que tanto el ejercicio como el calor mostraron ser más efectivos que los analgésicos comunes. Aunque el alivio temporal que proporcionan los medicamentos puede ser útil, los beneficios del ejercicio físico, especialmente actividades como el yoga y los estiramientos, no solo contribuyen a reducir el dolor, sino que también mejoran la salud general a largo plazo.
Este enfoque es recomendado por Mayo Clinic, que señala que “hacer ejercicio regularmente —como caminar o practicar yoga— puede aliviar los calambres menstruales”, y que su eficacia puede compararse al uso de calor en la zona abdominal
¿Por qué el ejercicio de baja intensidad funciona?
El ejercicio de baja intensidad ofrece un alivio significativo del dolor menstrual porque ayuda a reducir la tensión muscular y mejora la circulación sanguínea en la zona pélvica. Esto contribuye a una menor inflamación y, por lo tanto, a la disminución del dolor.
Además, la práctica regular ayuda a equilibrar las hormonas y reduce los niveles de prostaglandina, una sustancia química responsable de causar los cólicos menstruales. También se ha demostrado que aumenta los niveles de endorfinas, las hormonas del bienestar, que actúan como analgésicos naturales.
A diferencia de los tratamientos de emergencia, el ejercicio no es una solución puntual, sino un cambio en el estilo de vida que debe mantenerse durante todo el año. La constancia en la práctica de ejercicios de bajo impacto no solo combate el dolor menstrual, sino que también contribuye a la mejora general de la salud física y mental.
El calor también ha sido identificado como uno de los métodos más eficaces para reducir el dolor menstrual. Aplicar calor en la zona abdominal o lumbar ayuda a relajar los músculos tensos y mejora la circulación sanguínea, lo que reduce la sensación de dolor. Para muchas mujeres, esta técnica es tan efectiva como los medicamentos para el dolor, lo que hace que se convierta en una opción cada vez más popular.
La necesidad de más investigación
Aunque los resultados del estudio sobre el ejercicio son alentadores, los investigadores destacan que aún hay mucho por aprender. Según la experta principal del estudio, en la actualidad solo existen datos sobre los efectos del ejercicio de baja intensidad, ya que no se ha investigado suficientemente el impacto de los ejercicios de mayor intensidad en la reducción del dolor menstrual.
El ejercicio físico de bajo impacto emerge como una alternativa viable y científicamente respaldada para aliviar el dolor menstrual. Practicar ejercicio regularmente no solo previene o disminuye los cólicos menstruales, sino que también ayuda a mejorar la salud general, reduciendo la dependencia de medicamentos y favoreciendo un estilo de vida más saludable.
Así que, si eres de las que sufren de dolores menstruales intensos, considera incorporar esta práctica en tu rutina diaria. El yoga o los estiramientos pueden ser más que una herramienta para aliviar el dolor; pueden ser una forma de transformar el bienestar general y transformar tu calidad de vida.