La microdosificación con medicamentos como Ozempic, Wegovy y Zepbound se está haciendo cada vez más común, sobre todo por personas que los usan para bajar de peso o tratar la diabetes tipo 2. Esta práctica consiste en usar dosis más pequeñas de las indicadas o alargar el tiempo entre inyecciones, algo que no está aprobado oficialmente.
Muchos eligen esta forma de uso para gastar menos, evitar efectos secundarios o hacer que el cuerpo se acostumbre de a poco. Algunos pacientes incluso compran versiones “compuestas” de los medicamentos, hechas por farmacias especiales y más baratas que las marcas originales.
Según The Wall Street Journal, en el caso de Ozempic, implica aprovechar el mecanismo de dosificación ajustable mediante clics de su dispositivo de autoinyección, lo que permite aplicar fracciones de la dosis estándar.
Por su parte, Zepbound se comercializa en viales de dosis única, pero algunos usuarios optan por extraer pequeñas cantidades con jeringas, un método que eleva el riesgo de contaminación, advirtió Anne Kome, farmacéutica clínica de la Universidad de Carolina del Norte.
También hay personas que espacian las inyecciones a diez días o dos semanas, cuando lo indicado es una vez por semana. Los médicos advierten que esto puede hacer menos efectivo el tratamiento y causar errores en la aplicación.
Aunque esta tendencia gana fuerza en redes sociales, los especialistas insisten en que no está aprobada ni es segura. Cambiar la forma en que se usan estos medicamentos sin supervisión médica puede tener consecuencias graves para la salud.
Motivos de los usuarios: ahorro, efectos secundarios y la influencia de TikTok
El auge de la microdosificación responde principalmente a tres factores: el alto costo de los medicamentos, los efectos secundarios gastrointestinales y la fuerte presencia del tema en plataformas como TikTok.
De acuerdo con una encuesta de la empresa de software de salud Tebra, el 36% de los usuarios de GLP-1 reconoció haber recurrido alguna vez a la microdosificación. Entre estos, el 48% afirmó usar inyecciones más pequeñas de lo prescrito y el 43% espaciarlas más de lo recomendado.
Las principales razones declaradas fueron la reducción de efectos adversos (66%), la adaptación progresiva al medicamento (40%) y la necesidad de ahorro económico (38%).
El Wall Street Journal indicó que, aunque algunos usuarios aseguran haber logrado controlar su peso mediante microdosis, la mayoría de los médicos consultados considera que se trata de un fenómeno social más que de una estrategia médica validada.
Opinión y advertencias de médicos y fabricantes
Los fabricantes de estos medicamentos y especialistas en obesidad manifestaron su preocupación ante esta tendencia. Voceros de Novo Nordisk, responsable de Ozempic y Wegovy, y de Eli Lilly, fabricante de Mounjaro y Zepbound, señalaron al Wall Street Journal que no avalan el uso fuera de las indicaciones oficiales de sus productos y advirtieron sobre los riesgos que esto implica.
Por su parte, la doctora Katherine H. Saunders, profesora asistente de medicina en Weill Cornell Medicine y cofundadora de FlyteHealth, explicó que la individualización de dosis puede ser útil en ciertos pacientes extremadamente sensibles —conocidos como super respondedores—, pero destacó que la mayoría requerirá dosis crecientes para alcanzar una pérdida de peso significativa. Además, desaconsejó el uso de versiones compuestas por motivos de seguridad
Por su parte, la doctora Caroline Apovian, codirectora del Centro de Manejo y Bienestar del Peso del Brigham and Women’s Hospital, criticó duramente la auto-microdosificación. “¿Qué pasa si un paciente microdosifica su tratamiento contra el cáncer o su medicación para la presión arterial según cómo se sienta?”, expresó en declaraciones al Wall Street Journal. “Estamos ante una enfermedad, no ante un tema cosmético”, enfatizó.
La doctora Gitanjali Srivastava, codirectora del Vanderbilt Weight Loss Center, advirtió que espaciar dosis para ahorrar producto puede agravar los efectos secundarios, ya que al perderse la exposición continua al medicamento, disminuye la tolerancia del organismo. Además, alertó sobre el riesgo de errores de dosificación.
Datos de encuesta: prevalencia y razones de la microdosificación
Los datos de la encuesta de Tebra revelan que la microdosificación está lejos de ser un fenómeno aislado. De los 640 usuarios de GLP-1 consultados, el 36% declaró haberla practicado al menos una vez. De este grupo, el 48% redujo el volumen de las inyecciones y el 43% espació las aplicaciones. Las principales motivaciones fueron evitar efectos secundarios (66%), adaptarse al tratamiento (40%) y reducir costos (38%).
Estas cifras confirman una tendencia extendida entre usuarios de medicamentos para la pérdida de peso, marcada por el interés en una mayor tolerancia al fármaco y la contención de gastos mensuales.
Riesgos asociados a la manipulación de medicamentos
La microdosificación de medicamentos GLP-1, como Ozempic, Wegovy y Zepbound, plantea riesgos técnicos y sanitarios. Aunque los dispositivos tipo “pen” permiten cierto control en la dosis, el uso de viales de dosis única sin conservantes, especialmente en versiones compuestas, incrementa el riesgo de contaminación, advirtió Anne Kome, farmacéutica clínica de la Universidad de Carolina del Norte.
Administrar dosis menores o espaciar aplicaciones sin supervisión puede generar errores, reducir la eficacia del tratamiento y provocar reacciones adversas. Según especialistas citados por The Wall Street Journal, estas prácticas no cuentan con respaldo científico y deben ser evaluadas por profesionales de la salud.
Aunque la microdosificación gana popularidad, los expertos recomiendan cautela, debido a la falta de estudios que avalen su seguridad y efectividad.