Los pingüinos africanos son aves marinas que solo habitan en la costa suroeste de África, principalmente en Sudáfrica y Namibia.
Científicos del Reino Unido descubrieron que la proporción de individuos de esa especie que son afectados por la pesca comercial está aumentando drásticamente por la escasez de peces. Pone en riesgo su supervivencia.

El estudio fue publicado en la revista Journal of Applied Ecology, de la Sociedad Ecológica Británica.
Fue realizado por investigadores de la Universidad de St. Andrews e introdujo el concepto de “intensidad de solapamiento” para medir cuántos pingüinos resultan realmente afectados por la presencia de barcos pesqueros en sus zonas de alimentación. De esta manera, se cambió la evaluación del riesgo ecológico.

La autora principal, Jacqueline Glencross, explicó: “Queríamos una mejor manera de evaluar cuántos pingüinos pueden verse potencialmente afectados cuando las pesquerías operan cerca. No solo dónde ocurre el solapamiento”.
Este enfoque permitió determinar que, en años con escasez de peces, la proporción de pingüinos que comparten áreas de alimentación con barcos pesqueros aumenta de manera significativa.
Por qué los pingüinos están en peligro crítico

Los pingüinos africanos se alimentan principalmente de peces pequeños, como sardinas y anchoas, así como calamares.
Son conocidos por sus vocalizaciones ruidosas y la cooperación al criar a los polluelos. Se turnan para incubar los huevos y buscar alimento. Son excelentes nadadores, capaces de recorrer largas distancias en busca de comida.
Los pingüinos africanos anidan en madrigueras excavadas en el suelo o bajo rocas, lo que les ayuda a proteger sus huevos y polluelos de los depredadores y las altas temperaturas.

Pero su éxito reproductivo depende de la cercanía de recursos alimenticios, por lo que cualquier alteración en la disponibilidad de peces repercute en la viabilidad de la siguiente generación de pingüinos.
Pero actualmente, enfrentan graves amenazas por la pesca excesiva y la pérdida de hábitat.
En 2016, un año de baja biomasa de peces, aproximadamente el veinte por ciento de los pingüinos se alimentaban en las mismas zonas que los barcos de pesca activos; mientras, en años con mayor abundancia de peces, la cifra descendía a solo el cuatro por ciento.

La nueva investigación, sostiene que la competencia entre la pesquería local, que emplea redes de cerco para capturar sardinas y anchoas, y las aves marinas se hace más intensa cuando los recursos son escasos.
Esta situación resulta especialmente peligrosa durante la cría de polluelos, ya que los adultos deben optimizar la búsqueda de alimento para asegurar la supervivencia de sus crías. El mayor riesgo ocurre en los momentos más críticos del ciclo reproductivo.
El estudio también ofrece herramientas prácticas para la gestión pesquera basada en el ecosistema.
Un indicador para evaluar el impacto pesquero

El cálculo de la intensidad de solapamiento a nivel poblacional facilita la evaluación de riesgos ecológicos y proporciona criterios para diseñar áreas marinas protegidas dinámicas, adaptables a los cambios en la relación entre depredadores y presas.
“Esta investigación resalta por qué esos cierres son necesarios. Las áreas previamente desprotegidas con alta intensidad de solapamiento son donde los pingüinos estaban más en riesgo”, afirmó Glencross.
La situación de los pingüinos africanos ha ganado notoriedad tras una decisión judicial en Sudáfrica que cuestionó la ausencia de cierres pesqueros relevantes cerca de las colonias de cría.

Este año, tras un acuerdo entre los sectores de conservación y la industria pesquera, el gobierno sudafricano restableció zonas de exclusión pesquera alrededor de Robben Island, una de las colonias clave analizadas en el estudio.
La población de pingüinos africanos ha disminuido cerca del ochenta por ciento en las últimas tres décadas, en parte debido a la competencia con la pesca local.
La coexistencia futura depende de decisiones informadas, que permitan proteger áreas clave de alimentación y ajustar la gestión pesquera para asegurar la supervivencia de una especie cada vez más amenazada.