La presencia de pequeños granitos ásperos en la piel, conocidos popularmente como “piel de gallina”, es una inquietud frecuente entre adolescentes y adultos. Esta condición, denominada queratosis pilaris, afecta a una parte considerable de la población y, aunque puede resultar molesta por su apariencia, no representa un riesgo para la salud.
Según especialistas consultados por The New York Times, existen opciones sencillas para mejorar su aspecto desde casa, aunque en algunos casos es recomendable acudir a un dermatólogo.
Manifestaciones y características
La queratosis pilaris se manifiesta como diminutos granitos indoloros, generalmente en la parte superior de los brazos, los muslos y los glúteos. De acuerdo con la dermatóloga Amy Freeman, estos granitos suelen tener el color de la piel, aunque pueden adquirir tonos rojizos o rosados en personas de piel clara, y marrones o negros en pieles más oscuras.
Su textura recuerda al papel de lija y, aunque su aspecto puede resultar incómodo para quienes la padecen, la condición es benigna y, en ocasiones, desaparece sin intervención. Sin embargo, algunas personas experimentan brotes a lo largo de toda su vida.
La causa principal de la queratosis pilaris radica en la acumulación de queratina, una proteína esencial en la formación de cabello, piel y uñas. Esta acumulación, junto con células muertas, obstruye los folículos pilosos y da lugar a los característicos granitos.
Según la dermatóloga Shari Lipner, se estima que la condición afecta al 40% de los adultos y entre el 50% y el 80% de los adolescentes. Aunque no se conoce con exactitud por qué algunas personas la desarrollan, una de las teorías apunta a una mutación genética que dificulta la hidratación natural de la piel, lo que favorece la sequedad y, por lo tanto, la aparición de la queratosis pilaris.
Factores de riesgo
Existen factores que aumentan la predisposición a esta afección. Las personas con antecedentes familiares de queratosis pilaris, así como quienes padecen eccema, diabetes, asma, alergias o sobrepeso, presentan un mayor riesgo, según la Academia Estadounidense de Dermatología (A.A.D.).
Además, la sequedad cutánea agrava el problema, por lo que los brotes suelen intensificarse durante el invierno o en climas secos, como explicó la dermatóloga Leslie Baumann.
Para quienes buscan mejorar el aspecto de su piel en casa, la hidratación es fundamental. Baumann señaló que mantener la piel humectada ayuda a reducir los brotes y mejora la apariencia general.
Los productos más eficaces, según la doctora Freeman, son aquellos que combinan emolientes (hidratantes) con agentes queratolíticos, como el ácido salicílico, el ácido láctico y la urea, que eliminan las células muertas y suavizan la queratina acumulada.
La doctora Lipner recomendó optar por lociones hidratantes de venta libre que incluyan estos ingredientes, mientras que la A.A.D. también sugiere el uso de productos con ácido glicólico y retinol.
La aplicación de estos productos resulta más efectiva si se realiza inmediatamente después de la ducha, cuando la piel aún conserva humedad, ya que esto ayuda a sellar el agua en la piel, según explicó la doctora Lipner a The New York Times.
Además, se aconseja evitar el uso de exfoliantes abrasivos, rascarse o manipular los granitos, ya que estas acciones pueden irritar la piel. La A.A.D. indica que se puede emplear suavemente una esponja vegetal o un paño para eliminar células muertas, pero es preferible evitar productos con fragancias y aceites, que pueden empeorar la obstrucción de los poros.
Qué hacer si los tratamientos caseros no funcionan
Durante los brotes, la doctora Freeman recomendó aplicar una crema hidratante con agente queratolítico varias veces al día durante un par de meses. Una vez que la piel mejora, se puede reducir la frecuencia a unas pocas veces por semana. Sin embargo, la hidratación diaria debe mantenerse, aunque ya no sea necesario el uso constante de productos queratolíticos.
En algunos casos, los cuidados en casa no son suficientes. Si tras varios meses de tratamiento la piel sigue áspera y los granitos persisten, o si la apariencia resulta especialmente molesta, la doctora Lipner sugirió consultar con un dermatólogo.
Algunas personas presentan formas más severas de queratosis pilaris, con brotes muy enrojecidos, secos o incluso con picor, para los que la hidratación no basta. En estas situaciones, los especialistas pueden recetar retinoides tópicos o recomendar terapias con láser.