Mantener niveles adecuados de nutrientes y minerales es fundamental para que el cuerpo funcione correctamente. Uno de ellos es el potasio, un electrolito esencial que interviene en funciones clave como la contracción muscular, la transmisión nerviosa, el ritmo cardíaco y el equilibrio de líquidos.
Su deficiencia, conocida como hipocalemia, puede pasar inadvertida en fases iniciales, pero conlleva riesgos si no se trata a tiempo.
Cuál es la causa de la falta de potasio en el cuerpo
Según el sitio MedlinePlus, de la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, el potasio se obtiene a través de la alimentación y el exceso se elimina por los riñones. La causa más frecuente de hipocalemia no es una dieta pobre en potasio, sino la pérdida repentina de grandes cantidades de líquidos.
Entre las causas más comunes se encuentran los vómitos, la diarrea, el uso prolongado de laxantes, ciertos antibióticos y los diuréticos, que incrementan la eliminación de potasio a través de la orina.
Expertos de Mayo Clinic también señalan como factor habitual el consumo de medicamentos que inducen micción frecuente, recetados generalmente para la hipertensión o enfermedades cardíacas. Además, trastornos alimentarios como la bulimia, enfermedades renales crónicas y alteraciones hormonales como el hiperaldosteronismo pueden provocar una disminución del potasio en sangre.
¿Qué provoca la falta de potasio en el cuerpo?
La hipocalemia se diagnostica cuando el nivel de potasio en sangre es inferior a 3,5 milimoles por litro (mmol/l). Un descenso leve puede no dar síntomas, pero cuando el nivel se reduce de forma significativa, pueden presentarse manifestaciones clínicas de diversa intensidad.
- Debilidad y fatiga: se deben a una contracción muscular menos eficaz y a alteraciones en el uso de nutrientes, como la glucosa. Esto afecta tanto a la fuerza como a la producción de energía.
- Calambres y espasmos musculares: se producen cuando las señales entre el cerebro y los músculos se ven interrumpidas por la falta de potasio, lo que provoca contracciones prolongadas.
- Estreñimiento y digestión lenta: al reducirse la actividad muscular del sistema digestivo, el tránsito intestinal se vuelve más lento, generando molestias abdominales.
- Palpitaciones y arritmias: el flujo de potasio dentro y fuera de las células cardíacas regula el ritmo del corazón. Un nivel bajo puede alterar este mecanismo y desencadenar arritmias, sobre todo en personas con afecciones cardíacas previas.
- Dolor y rigidez muscular: niveles bajos de potasio pueden dificultar el flujo de sangre a los músculos, favoreciendo la degradación muscular (rabdomiólisis).
- Hormigueo y entumecimiento: estas sensaciones, conocidas como parestesia, reflejan una alteración en las señales nerviosas que controlan la sensibilidad.
- Dificultad para respirar: el potasio es necesario para la contracción de los músculos respiratorios. Su déficit puede impedir una correcta expansión pulmonar y afectar el suministro de oxígeno.
- Cambios de humor: algunos estudios, citados en Healthline, muestran asociaciones entre la hipocalemia y alteraciones psicológicas, aunque la evidencia aún es limitada.
MedlinePlus advierte que, en casos severos, la hipocalemia puede causar mareos, desmayos o incluso paro cardíaco si no se corrige a tiempo.
Por qué es importante tener niveles saludables de potasio
El potasio contribuye al equilibrio ácido-base de la sangre, regula el balance de sodio, ayuda a mantener la presión arterial bajo control y participa en la densidad mineral ósea.
Según información de la Clínica Mayo, un nivel inferior a 3,0 mmol/l se considera potencialmente mortal y requiere atención médica urgente. La deficiencia de potasio también puede aumentar el riesgo de cálculos renales y afectar la salud cerebral, como lo indican datos de MedlinePlus.
Qué alimentos tienen potasio
La ingesta adecuada de potasio varía según la edad y el sexo, pero en adultos se recomienda un promedio de 3.400 mg diarios en hombres y 2.600 mg en mujeres, según cifras recopiladas por organismos de salud citados por Healthline. La mejor fuente de potasio son los alimentos integrales de origen vegetal y algunos productos animales.
Entre los principales alimentos con alto contenido de potasio por cada 100 gramos se encuentran:
- Hojas de remolacha cocidas: 1.300 mg
- Porotos blancos cocidos: 829 mg
- Almejas cocidas: 628 mg
- Papas blancas y batatas horneadas: entre 540 y 610 mg
- Palta: 485 mg
- Banana: 358 mg
- Espinacas, zanahorias, tomates, acelgas, brócoli, repollo
- Frutas como naranjas, uvas, melón, higos, mangos, papayas, peras
- Legumbres como lentejas, garbanzos y arvejas
- Lácteos, carne magra y salmón
El potasio también se encuentra en alimentos secos como nueces, pasas y germen de trigo.
Cómo subir los niveles de potasio
Cuando se detecta una disminución leve, la corrección suele realizarse mediante una dieta rica en potasio. En los casos moderados, los profesionales pueden recetar suplementos orales. La Mayo Clinic advierte que no deben tomarse suplementos sin indicación médica, ya que un exceso puede provocar hipercalemia, una condición que también pone en riesgo la vida.
En Estados Unidos, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) limita la cantidad de potasio en suplementos de venta libre a 99 mg por dosis, cifra menor a los 422 mg que aporta una banana mediana. Esto se debe a los riesgos documentados de efectos adversos, como alteraciones en el ritmo cardíaco o daño intestinal, si se consume en grandes cantidades.
En cuadros graves, el tratamiento incluye la administración intravenosa bajo control médico. También puede ser necesario modificar el uso de medicamentos diuréticos o recetar aquellos que ayudan a conservar el potasio en el organismo.
MedlinePlus señala que consumir alimentos ricos en potasio es la forma más segura de prevenir y corregir esta deficiencia. Además, seguir una dieta con bajo contenido de sodio puede contribuir a mantener el equilibrio entre ambos minerales y favorecer el control de la presión arterial.