
VIERNES, 26 DE DICIEMBRE DE 2025 (HealthDay News) — Mientras millones de personas se preparan para establecer propósitos de Año Nuevo centrados en «comer limpio» y «ponerse en forma», nuevas investigaciones sugieren que estos hábitos también podrían beneficiar tu tiempo en la almohada.
Un informe de la Academia Americana de Medicina del Sueño (AASM) revela que la dieta y el ejercicio no son solo para perder peso: son herramientas esenciales para lograr un mejor sueño.
La Encuesta de Priorización del Sueño 2025 de la AASM, realizada a 2.007 adultos estadounidenses, encontró un vínculo poderoso entre los hábitos diarios y la calidad del descanso.
En total, el 59% de los encuestados dijo que una dieta equilibrada les ayuda a dormir mejor. La actividad física fue igualmente influyente, con un 42% de los adultos que reportó un mejor sueño tras los entrenamientos matutinos y un 46% que vio mejoras respecto al ejercicio nocturno.
«El sueño es uno de los tres pilares de un estilo de vida saludable, incluyendo llevar una dieta equilibrada e incorporar actividad física regular», dijo el portavoz de AASM, el Dr. Kin Yuen , en un comunicado de prensa. Señaló que, aunque los propósitos suelen centrarse en la báscula o el gimnasio, «estos cambios no solo apoyan la salud física, sino que también mejoran el sueño.»
Este efecto dominó sugiere que los objetivos de salud no deberían estar aislados: mejorar un área de tu vida puede impulsar otras. Esto es especialmente cierto para los jóvenes adultos de entre 25 y 34 años, que eran los más propensos a informar que una nutrición equilibrada y el ejercicio mejoraban directamente su capacidad de descanso.
Más allá de despertarse sintiéndose renovado, el descanso constante actúa como escudo biológico.
«Dormir lo suficiente reduce significativamente el riesgo de enfermedades crónicas, como la obesidad, las enfermedades cardíacas e incluso la depresión y la ansiedad», explicó Yuen.
Al priorizar el sueño, las personas adquieren la «energía y claridad mental necesarias para empezar el año con fuerza.»
Para ayudar a los estadounidenses a alcanzar sus objetivos de bienestar, la AASM sugiere varias estrategias para mejorar la higiene del sueño:
Sigue un horario: Procura una hora de dormir constante que permita al menos siete horas de sueño.
Sigue moviéndote: Incorpora actividades físicas que disfrutes y que se ajusten a tu nivel de habilidad.
Come para descansar: Concéntrate en las raciones diarias recomendadas de frutas, verduras y proteínas magras.
Apagado: Desconéctate de los teléfonos inteligentes y computadoras al menos entre 30 y 60 minutos antes de acostarte para ayudar a tu cerebro a prepararse para dormir.
Al ver el sueño como una base para la salud, puedes asegurarte de que tus propósitos de Año Nuevo estén hechos para durar.
Más información
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU. ofrecen amplios recursos sobre higiene del sueño y los beneficios para la salud del descanso regular.
FUENTE: Academia Americana de Medicina del Sueño, 15 de diciembre de 2025