
Tras las celebraciones de Navidad, los excesos alimenticios suelen provocar molestias digestivas, como indigestión, pesadez, hinchazón o gases. En este panorama, la manzanilla (Matricaria chamomilla L.), con su respaldo histórico y científico, emerge como uno de los remedios naturales más valorados para quienes buscan aliviar esos síntomas tras comidas festivas y copiosas.
Cómo ayuda la manzanilla a reducir la inflamación
Los principios activos principales de la manzanilla —flavonoides, ácidos fenólicos y bisabolol— le otorgan efectos antiespasmódicos y antiinflamatorios sobre el tracto digestivo. Gracias a estas propiedades, favorece la relajación de los músculos intestinales, reduciendo cólicos y ayudando a aliviar molestias como los gases, la pesadez y el dolor estomacal.
Un estudio publicado en Molecular Medicine Reports demostró que el extracto de manzanilla favorece la reducción de la inflamación en el tracto gastrointestinal y mejora el confort digestivo en casos de malestares leves.
Consumir la infusión después de las comidas facilita la digestión y puede ofrecer alivio en casos de gastritis o úlceras. Un uso puntual y moderado de la manzanilla cuenta con respaldo científico para solucionar trastornos digestivos leves o inespecíficos.
Otros beneficios de la manzanilla para la salud

Más allá de su función digestiva, la manzanilla ofrece ventajas adicionales que contribuyen al bienestar general. Fue utilizada durante siglos para tratar diversas dolencias. Según un estudio de la Universidad de Harvard, esta infusión apoya al sistema inmunológico.
Además, se destacó su capacidad para aliviar los síntomas del síndrome premenstrual gracias a sus efectos analgésicos y antiinflamatorios, atribuidos a compuestos como el bisabolol y los flavonoides, que inhiben procesos inflamatorios en el cuerpo.
Además, diversos estudios señalan que la infusión apoya el sistema inmunológico y ayuda en el manejo del estrés, la ansiedad y los trastornos del sueño. Su acción se relaciona con la regulación de ciertos neurotransmisores, promoviendo así ciclos de descanso saludables.
La Academia Científica de Medicina y Fitoterapia (ACAAF), a través de una revisión difundida en 2019, avaló el uso puntual de la manzanilla para aliviar síntomas digestivos inespecíficos, siempre en el marco de un consumo responsable.
¿La manzanilla en el mate también tiene efecto?
El método tradicional y más efectivo para aprovechar los beneficios de la manzanilla es mediante la preparación de una infusión clásica, utilizando flores secas o bolsitas específicas. Aunque es posible incorporarla a mezclas como el mate, la evidencia disponible no confirma que esa vía permita obtener la misma eficacia. Esto dependerá de que se utilice la cantidad adecuada de flores y un tiempo de reposo semejante al de la infusión convencional.
Para asegurar la biodisponibilidad de los principios activos y la mayor efectividad en el alivio digestivo, se recomienda optar por la preparación en infusión.
Cómo consumir manzanilla para tener una buena digestión

Preparar una infusión de manzanilla es sencillo: basta con añadir una cucharadita de flores secas o una bolsita a agua hervida y dejar reposar entre cinco y diez minutos. El momento más oportuno para consumirla es después de las comidas principales o cuando se experimente pesadez o gases, asegurando así su efecto calmante sobre el aparato digestivo.
El consumo diario es seguro para adultos y adolescentes mayores de 12 años siempre que se mantengan las dosis habituales y se evite el uso excesivo o prolongado sin orientación médica. Existen alternativas farmacéuticas con extractos estandarizados para quienes requieran mayor precisión en la dosificación, siempre siguiendo las indicaciones profesionales.
Precaución especial deben tener las mujeres embarazadas, personas mayores, quienes padecen enfermedades crónicas o reciben tratamientos farmacológicos, y quienes sean alérgicos a plantas de la familia de las compuestas. En estos casos, se aconseja vigilar la aparición de posibles reacciones adversas. La eficacia digestiva de la manzanilla aumenta cuando se acompaña de hábitos saludables, como realizar comidas equilibradas, evitar los excesos, limitar el consumo de alcohol y bebidas gaseosas, seguir una dieta variada y practicar actividad física con frecuencia, contribuyendo así al bienestar intestinal.
Aprovechar los beneficios de la manzanilla en la rutina diaria puede contribuir a mantener el confort y el equilibrio del sistema digestivo de forma natural tras celebraciones y comidas festivas.