En un mundo donde las opciones de desayuno son tan variadas como los gustos personales, los cereales de desayuno han mantenido su popularidad, especialmente en países como Estados Unidos, donde el 53% de la población los consume semanalmente.
Según informó la BBC, aunque los cereales fortificados pueden ser una fuente útil de fibra, vitaminas y minerales, algunos expertos advierten que muchos de ellos son alimentos ultraprocesados que podrían no ser tan beneficiosos como se pensaba.
Los cereales, que incluyen variedades como avena, granola, muesli, copos de salvado y arroz inflado, son derivados de granos como el trigo, el arroz, la avena, la cebada y el maíz. Estos contienen tres componentes principales: el salvado, rico en fibra y vitaminas B; el endospermo, que aporta almidón y proteínas; y el germen, que es una fuente de aceites, vitaminas y minerales.
El proceso industrial y la fortificación de los cereales
En la actualidad, la producción de cereales de desayuno es un proceso industrial complejo. Generalmente, después de la cosecha, los granos pasan por varias etapas de procesamiento, que incluyen la trituración, el molido y la mezcla con saborizantes, sal, edulcorantes y otros ingredientes como vitaminas y minerales.
Según publicó la BBC, este proceso puede convertir a los cereales en una opción conveniente para obtener nutrientes esenciales, especialmente para personas con dietas restringidas, como vegetarianos, veganos o aquellos con intolerancia a la lactosa.
La fortificación de los cereales ha sido vista como una estrategia eficaz para combatir deficiencias nutricionales. Un estudio en Estados Unidos reveló que sin la fortificación, un alto porcentaje de niños y adolescentes no obtendría suficientes micronutrientes, lo que podría llevar a problemas de salud a largo plazo. Además, muchos cereales son ricos en fibra, un nutriente crucial para la salud intestinal, del cual el 90% de la población no consume lo suficiente.
Un metaanálisis publicado en Nutrition Journal en marzo de 2025, basado en datos de más de 186.000 participantes del UK Biobank, evaluó el consumo de distintos tipos de cereales (avena, muesli, salvado, ricos en azúcar, entre otros) y halló que el consumo regular de cereales de grano entero se asocia con una reducción significativa del riesgo de mortalidad por todas las causas, mientras que los cereales ultraprocesados o azucarados no aportan este beneficio.
Además, un informe reciente de CEEREAL, asociación europea del sector, respalda que los cereales pueden seguir cumpliendo un rol positivo en la nutrición poblacional, especialmente cuando contienen alto contenido de fibra y micronutrientes.
El lado oscuro de los cereales: azúcar y procesamiento
A pesar de sus beneficios, no todos los cereales son iguales. La BBC detalló que muchos de ellos contienen altos niveles de azúcar, sal y grasas poco saludables. Por ejemplo, una porción de 30 gramos de copos de maíz azucarados puede contener alrededor de 11 gramos de azúcar, lo que representa el 12% de la ingesta diaria recomendada en el Reino Unido.
Este consumo excesivo de azúcar puede provocar picos de glucosa en sangre, aumentando el riesgo de diabetes y enfermedades cardíacas.
Además, algunos cereales son considerados alimentos ultraprocesados, lo que significa que pasaron por un procesamiento industrial significativo y contienen aditivos como colorantes y conservantes. Aunque en el Reino Unido existen regulaciones estrictas sobre la seguridad de estos aditivos, la BBC reportó que aún se desconoce su impacto a largo plazo en la salud, especialmente en el microbioma intestinal.
Alternativas más saludables y el papel de los granos enteros
No todos los cereales de desayuno son perjudiciales, ya que pueden elegirse opciones como la granola y el muesli pueden ser saludables si no contienen demasiada azúcar añadida. Estos productos suelen incluir nueces, semillas y bayas, que aportan fibra, proteínas y grasas saludables, ayudando a mantener la saciedad por más tiempo.
La avena, o porridge, es otra opción popular que ha demostrado reducir el riesgo de diabetes tipo 2 y enfermedades cardiovasculares gracias a su contenido de beta glucano, una fibra dietética que disminuye los niveles de colesterol LDL.
Sin embargo, es importante elegir cereales hechos con granos enteros, ya que los cereales refinados, donde se eliminan el salvado y el germen, pierden muchos de sus beneficios nutricionales. Estudios han demostrado que el consumo de granos enteros está asociado con un menor riesgo de enfermedades crónicas, mientras que los granos refinados no ofrecen los mismos beneficios.
Elegir sabiamente y personalizar el desayuno
La clave para disfrutar de un desayuno saludable con cereales es seleccionar aquellos con bajo contenido de azúcar y alto contenido de fibra.
Los expertos sugieren que los consumidores revisen las etiquetas y busquen cereales con menos de cinco gramos de azúcar y más de tres gramos de fibra por porción. Además, personalizar los cereales añadiendo nueces, semillas o yogur puede mejorar su perfil nutricional y mantener la saciedad por más tiempo.