El avance en la identificación genética de Leonardo da Vinci ha dado un giro significativo con la reciente confirmación de un linaje masculino que se remonta a 1331, según el equipo del Proyecto ADN Leonardo. Este hallazgo, anunciado en un comunicado de prensa, representa un paso clave hacia la reconstrucción del ADN de uno de los mayores genios del Renacimiento, una tarea que los científicos persiguen desde hace casi una década.
La figura de Leonardo da Vinci continúa fascinando al mundo, no solo por su obra monumental, sino también por los interrogantes que rodean su historia personal y su destino final. Aunque la tradición señala el Castillo de Amboise, en Francia, como el lugar donde reposan sus restos, la autenticidad de esa tumba nunca dejó de estar en discusión.
El objetivo central del proyecto es determinar con certeza el lugar de descanso final de Da Vinci y, si los análisis resultan exitosos, abrir la posibilidad de secuenciar el genoma completo del polímata italiano. Los investigadores consideran que este conocimiento podría permitir una comprensión más profunda de los talentos excepcionales y la agudeza visual de Leonardo, así como la eventual reconstrucción de su imagen tridimensional.
El Leonardo da Vinci DNA Project representa un hito en la búsqueda de certezas: reúne genealogía histórica, genética forense y tecnología avanzada con el propósito de esclarecer si Leonardo realmente yace en Amboise y crear nuevas herramientas para explorar su legado.
El trabajo de rastreo genealógico ha sido fundamental en este proceso. Alessandro Vezzosi y Agnese Sabato, genealogistas de la Asociación del Patrimonio Leonardo Da Vinci, lograron identificar recienemente a 15 descendientes varones a partir de la línea paterna y de un medio hermano de Leonardo. Este esfuerzo permitió localizar a seis descendientes vivos, cuyo ADN fue analizado por el antropólogo molecular David Caramelli y la antropóloga forense Elena Pilli. Los resultados mostraron que los segmentos del cromosoma Y coincidían, lo que indica un linaje masculino ininterrumpido durante al menos 15 generaciones.
La comparación de este ADN con los restos atribuidos a Leonardo da Vinci es el siguiente paso. El artista falleció en mayo de 1519 y, según sus deseos, fue enterrado en la iglesia de Saint Florentin en Amboise. Sin embargo, la destrucción de la iglesia durante la Revolución Francesa y el posterior traslado de los huesos a una capilla en el Valle del Loira en 1863 generaron dudas sobre la autenticidad de los restos que persisten hasta hoy.
El proyecto explora también la posibilidad de identificar material biológico en obras y objetos atribuidos al artista. Han iniciado estudios pilotos sobre la flora microbiana presente en pinturas y manuscritos renacentistas, con el objetivo de cotejar futuras huellas genéticas con el perfil reconstruido de Da Vinci. De concretarse, este avance podría abrir un nuevo capítulo en la autenticación y análisis de piezas históricas.
La ausencia de descendencia directa de Da Vinci complicó la tarea de verificación, lo que llevó a Vezzosi y Sabato a rastrear a los descendientes varones de su padre y su medio hermano. El análisis genético de estos descendientes permite ahora comparar su cromosoma Y con el de los restos atribuidos a Leonardo y a otros familiares cercanos.
En paralelo, el proyecto ha iniciado la excavación de una tumba familiar de los Da Vinci, que podría albergar los huesos del abuelo, el tío y los medio hermanos de Leonardo. Los antropólogos Alessandro Riga y Luca Bachechi, de la Universidad de Florencia, lideran esta excavación y han identificado al menos a un hombre entre los restos hallados. Caramelli explicó que “se necesitan análisis más detallados para determinar si el ADN extraído está suficientemente conservado”. Añadió que, en función de estos resultados, será posible analizar fragmentos del cromosoma Y y compararlos con los descendientes actuales.
La coincidencia entre los cromosomas Y de los descendientes vivos y los restos antiguos reforzaría la hipótesis de que se trata efectivamente del linaje familiar de Leonardo da Vinci. No obstante, los científicos advierten que el proceso aún requiere verificaciones adicionales y la validación por parte de otros equipos de investigación.
El interés por descifrar el genoma de Leonardo va más allá de la mera identificación histórica. Según Vezzosi, “a través de la recuperación del ADN de Leonardo, esperamos comprender las raíces biológicas de su extraordinaria agudeza visual, su creatividad y posiblemente incluso aspectos de su salud y causas de muerte”.