Subirse a un escenario frente a miles de personas, recorrer el mundo con giras interminables y mantener el vigor físico y mental a los 70 y 80 años, es un desafío que no todos pueden enfrentar.
Sin embargo, ciertas leyendas del rock internacional desafían la idea de que la juventud es un privilegio para pocos: siguen componiendo, cantando y saltando frente al público como si el tiempo no hablara en sus cuerpos.
¿Cuál es el secreto detrás de tanta energía? La respuesta combina genética, alimentos elegidos con conciencia y una disciplina inquebrantable en el entrenamiento.
Sting: alimentos de la tierra y yoga disciplinado
El músico y compositor Sting a sus 73 años prioriza los productos frescos y la autosuficiencia alimentaria. El profesor César Casávola, presidente de la Sociedad Argentina de Médicos Nutricionistas (SAMENUT), explicó a Infobae: “Sting que mantiene una alimentación sin pesticidas, provenientes de su quinta, con preferencia de productos vegetales, sin ser vegetariano”.
La familia del emblemático rock star es impulsora de la agricultura orgánica y desde hace décadas creó un entorno en donde los vegetales y los cereales integrales son la base diaria de su dieta.
“La dieta mediterránea y las dietas ricas en vegetales se asocian a menor riesgo de mortalidad por todas las causas y enfermedades crónicas. Estas pautas priorizan frutas, verduras, legumbres, cereales integrales, frutos secos y grasas insaturadas como el aceite de oliva extra virgen”, resaltó Casávola.
Según medios internacionales, Sting ha defendido la elección de una dieta macrobiótica, baja en carnes, azúcar y procesados. “Decidí que solo estaría satisfecha si sabía exactamente qué poníamos en nuestros platos”, contó su esposa Trudie Styler. En una entrevista con ITV, el propio artista resumió que se veía bien gracias a su “vanidad y un poco de disciplina”.
La actividad física es un hábito irrenunciable. El músico lleva más de tres décadas practicando yoga y reconoce que fue un punto de inflexión: “Dos décadas de yoga me han dado dos décadas extra de carrera. No sería capaz de hacer esto si no estuviera en buena forma”.
A su rutina suma natación diaria, caminatas y ejercicios de fuerza abdominal. “Estudio yoga hace 30 años. Pero todo se convierte en yoga después de un tiempo”, sostuvo en televisión.
El neurólogo Alejandro Andersson describió a Infobae: “El ejercicio regular tiene un impacto positivo en la salud cerebral a medida que envejecemos, y esto se debe a varios factores. La actividad física mejora el flujo sanguíneo cerebral, lo que facilita el transporte de oxígeno y nutrientes esenciales para el cerebro”.
“Mantenerse activo mentalmente, practicar música, aprender cosas nuevas y sostener vínculos sociales sólidos son factores protectores muy importantes para el cerebro. En ese sentido, es posible que la actividad artística sostenida durante décadas haya sido tan importante como cualquier ventaja genética en estos músicos”, puntualizó a Infobae Gabriel Ércoli, médico genetista.
“La práctica musical tiene efectos profundos en la neuroplasticidad, ya que implica múltiples áreas del cerebro, desde las funciones motoras hasta las cognitivas y emocionales. La música mejora la conectividad entre hemisferios cerebrales, lo que puede potenciar la memoria, el lenguaje y la atención. En personas mayores, tocar un instrumento o cantar fomenta la activación de redes neuronales clave que pueden haber disminuido con la edad”, añadióe Andersson.
Paul McCartney: vegetarianismo pionero, rutinas de yoga y ejercicio diario
Paul McCartney adoptó la dieta vegetariana en los años 70 junto a su primera esposa, Linda. El motivo inicial fue la ética animal, pero los beneficios para la salud se hicieron visibles.
El ex Beatle de hoy 83 años resumió la decisión en su libro: “Fue una decisión conjunta y nunca miramos atrás. Fue una gran cosa para hacer”.
El foco de su alimentación está en “frutas, verduras, legumbres, nueces y aceite de oliva virgen”. Tras las giras, McCartney tiene un ritual: “Si vuelvo de una gira y he comido mucha comida de hotel, lo primero que hago es cocinar brócoli o alguna ensalada. Eso me hace sentir renovado”.
Pero la vitalidad no depende sólo de la mesa. Paul ha declarado que practica yoga en grupo —“los chicos del yoga”—, ejercicios de estiramiento, cardio sobre elíptica y trote en cinta. El yoga ocupa un lugar prioritario, y cada entrenamiento finaliza con una parada de cabeza.
Relató: “Finalizo con una parada de cabeza perfectamente ejecutada en el gimnasio cada mañana”. La meditación trascendental completa el combo: “En momentos de locura, la meditación me ha ayudado a encontrar momentos de serenidad”.
“El ejercicio puede ayudar a mejorar la memoria, la atención y la función ejecutiva al aumentar la reserva cognitiva, lo que les permite compensar mejor cualquier daño cerebral relacionado con la edad”, precisó Andersson.
“Decimos que el envejecimiento saludable tiene una base poligénica y multifactorial: no depende de un solo gen ni de una sola causa, sino de una compleja interacción entre nuestra herencia genética, el entorno en el que vivimos y las decisiones que tomamos a lo largo de la vida”, apuntó Gabriel Ércoli.
Brian May: veganismo, rehabilitación y ejercicio programado
La elección de Brian May de 78 años por una dieta vegana llegó por razones éticas, medioambientales y de salud. En palabras del guitarrista: “(1) Para reducir el sufrimiento animal. (2) Para aliviar la carga sobre nuestro planeta. (3) Por mi salud”.
El desafío es cubrir correctamente todos los nutrientes, aspecto que May enfrenta con atención y asesoramiento profesional. El doctor Casávola remarcó para Infobae: “Sabemos que esas modalidades alimentarias pueden presentar carencias”, por lo cual la planificación es crucial.
“Ácidos grasos omega-3: contribuyen a la integridad de las membranas neuronales y modulan procesos inflamatorios. La suplementación y/o el consumo regular de fuentes vegetales (linaza, chía, nueces) o marinas (pescados grasos) también se asocian a mejor función cognitiva”, afirma Casávola.
La rehabilitación cardíaca impuso aún más disciplina. “Me he vuelto absolutamente devoto de mi fisioterapia todos los días y fortalezco el músculo cardíaco y el resto de mi cuerpo”, contó May tras un episodio de salud. Entre sus hábitos, elige 90 minutos de ejercicios al día, con un solo día de descanso semanal: “Tienes que seguir moviéndote. Ese músculo de tu corazón necesita ser reconstituido porque no lo hará solo. Me encanta mi rutina de ejercicios”.
May también compartió: “Hay tantas verduras maravillosas en el mundo: corazones de alcachofa, palmitos, chirivías asadas, papas y ensalada de rúcula y tomate, aderezada con aceite de oliva y vinagre balsámico”.
“La práctica musical constante también se ha relacionado con una mayor reserva cognitiva, lo que ayuda a las personas mayores a mantener un funcionamiento cognitivo saludable durante más tiempo”, concluyó el doctor Andersson.