Una porción de 100 gramos de palta aporta alrededor de 160 calorías y 12 gramos de grasas saludables, según la Fundación Española de Nutrición (Imagen Ilustrativa Infobae)

La palta (Persea americana) se ha tornado un ingrediente indispensable en la mesa cotidiana y en la cultura popular de muchos países, entre ellos Argentina.

A su versatilidad y sabor se suma un perfil nutricional que ha captado la atención de científicos, nutricionistas y consumidores, alimentando debates sobre sus efectos en la salud y el peso corporal.

¿Cuál es el valor nutricional de la palta?

Una porción de 100 gramos de palta aporta alrededor de 160 calorías y 12 gramos de grasas saludables, según la Fundación Española de Nutrición (Imagen Ilustrativa Infobae)

El valor nutricional de la palta se distingue por su densidad de nutrientes, especialmente grasas insaturadas, vitaminas, minerales y compuestos bioactivos.

Según un extenso análisis recopilado en la revista Taylor and Francis, la variedad Hass, la más comercializada a nivel global, contiene, en una porción de medio fruto (aproximadamente 68 gramos), 4,6 gramos de fibra, 345 miligramos de potasio, 19,5 miligramos de magnesio.

Por otro lado tiene cantidades significativas de vitaminas A, C, E, K1 y folato, además de pequeñas proporciones de vitaminas del grupo B, niacina, colina y fitonutrientes como luteína y zeaxantina.

Particularmente notable es su perfil de ácidos grasos, ya que de los lípidos presentes, el 71% corresponde a monoinsaturados, el 13% a poliinsaturados y solo el 16% a saturados; este equilibrio contribuye a su reputación como fuente de “grasas saludables”.

A diferencia de la mayoría de las frutas, la palta tiene muy bajo contenido de azúcares, solo 0,2 gramos por media unidad, y un elevado porcentaje de fibra, representando cerca del 80% de los carbohidratos.

Estudios de Harvard asociaron consumir dos porciones semanales de palta con un 21% menos riesgo de enfermedad coronaria (Imagen Ilustrativa Infobae)

El mismo estudio señala que el índice glucémico de la palta es prácticamente cero, lo cual la posiciona como alimento apto para quienes buscan controlar la glucemia.

También se destaca su aporte de fitosteroles, compuestos vegetales asociados al descenso del colesterol sanguíneo, así como su contenido de carotenoides, en especial xantofilas como la luteína y la zeaxantina, reconocidas por sus funciones antioxidantes y su rol en la salud ocular.

La palta contiene además minerales como hierro, cobre, fósforo y zinc en proporciones variables, lo que amplía su espectro nutricional.

¿La palta engorda?

Incorporar una palta al día durante 26 semanas mejoró la calidad de la dieta en adultos con obesidad abdominal, de acuerdo a un estudio publicado en Current Developments in Nutrition (Imagen Ilustrativa Infobae)

La relación entre el consumo de palta y el aumento de peso corporal ha sido objeto de extensas investigaciones observacionales y clínicas, buscando determinar si su densidad calórica y su perfil graso influyen en el riesgo de sobrepeso y obesidad.

De acuerdo con los datos proporcionados por la Fundación Española de Nutrición, 100 gramos de palta aportan alrededor de 141 a 160 calorías, cifra considerablemente mayor en comparación con la mayoría de las frutas frescas. No obstante, ese aporte energético proviene fundamentalmente de lípidos monoinsaturados y no de azúcares, una distinción relevante desde el punto de vista metabólico.

El contenido de fibra (aproximadamente 1,8 gramos por 100 gramos) y el bajo porcentaje de carbohidratos (alrededor de 5,9 gramos) generan un efecto de saciedad que, según informan tanto expertos de Mayo Clinic como estudios publicados en Current Developments in Nutrition por la Universidad Estatal de Pensilvania, puede contribuir a evitar un consumo excesivo de alimentos a lo largo del día.

El efecto de la palta en el peso corporal fue estudiado de manera longitudinal y en gran escala en el Adventist Health Study-2, que siguió a más de 55.400 adultos en Estados Unidos y Canadá durante varios años.

El consumo habitual de palta no se asoció a un aumento de peso, según resultados longitudinales del Adventist Health Study-2 (Imagen Ilustrativa Infobae)

Según esta investigación, los consumidores habituales de palta experimentaron un menor aumento de peso y de índice de masa corporal (IMC) a lo largo del tiempo frente a los no consumidores.

Entre quienes tenían peso normal al momento del ingreso, el consumo habitual se asoció a una menor probabilidad de desarrollar sobrepeso u obesidad en el seguimiento, aunque las diferencias se explicaron principalmente por el IMC basal y la magnitud del efecto fue considerada modesta.

El análisis reveló que la fibra y los ácidos grasos monoinsaturados de la palta incrementan la saciedad y pueden influir positivamente en la regulación hormonal digestiva ligada al apetito.

Otros estudios, como el ensayo multicéntrico Habitual Diet and Avocado Trial (HAT), también confirmaron que incorporar una palta diaria durante 26 semanas en adultos con obesidad abdominal no resultó en un aumento de peso significativo.

¿La palta ayuda a adelgazar?

Un ensayo de la UCLA comprobó que la ingesta diaria de palta puede aumentar la elasticidad y firmeza de la piel en mujeres adultas (Imagen ilustrativa Infobae)

El potencial de la palta para colaborar en el control del peso o favorecer la reducción de grasa corporal ha sido avalado por estudios tanto observacionales como experimentales.

El Adventist Health Study-2, mencionado previamente, encontró una asociación entre el consumo habitual de pequeños aportes diarios de palta y menor ganancia ponderal a lo largo del tiempo en personas con peso normal al inicio del seguimiento.

Los resultados mostraron que quienes incorporaban la fruta en su dieta presentaban una reducción en el incremento de peso y del IMC, aunque el efecto era atenuado al ajustar por las diferencias iniciales de peso.

¿La palta aumenta el colesterol?

La palta contiene más potasio que el plátano, lo que contribuye a regular la presión arterial (Imagen ilustrativa Infobae)

La incidencia de la palta en los niveles de colesterol y su papel en la salud cardiovascular han sido abordados en múltiples ensayos controlados, meta-análisis y trabajos observacionales.

La mayoría converge en que su consumo sostenido puede beneficiar el perfil lipídico, favoreciendo la reducción del colesterol LDL (“malo”) y el mantenimiento o incremento del HDL (“bueno”).

Un meta-análisis sistemático publicado en la revista Cureus revisó siete ensayos clínicos aleatorizados centrados en el efecto del consumo de palta sobre el colesterol total, LDL, HDL y triglicéridos.

La revisión concluyó que las dietas suplementadas con palta generaron descensos significativos en los valores de colesterol total y LDL en comparación con dietas convencionales o bajas en grasas, especialmente cuando la palta suplantó a fuentes ricas en ácidos grasos saturados.

El ensayo multicéntrico Habitual Diet and Avocado Trial (HAT), desarrollado con más de 1000 adultos con obesidad abdominal, determinó que la incorporación de una palta diaria durante 26 semanas elevó la calidad global de la dieta y mejoró parámetros de consumo de vegetales y proporción de ácidos grasos insaturados.

Según MedlinePlus, la vitamina E presente en la palta ayuda a la formación de glóbulos rojos y protege frente al daño oxidativo (Imagen Ilustrativa Infobae)

El grupo intervención tuvo reducciones modestas pero estadísticamente significativas en colesterol total y LDL. Sin embargo, no se evidenciaron descensos destacados en el riesgo cardiometabólico, como grasa visceral o marcadores inflamatorios, posiblemente por la duración limitada de la intervención.

¿Es saludable comer palta en el desayuno?

Reemplazar manteca o quesos por palta en tostadas aporta grasas insaturadas beneficiosas para la salud cardiovascular (Imagen Ilustrativa Infobae)

La incorporación de palta en la primera comida del día ha cobrado popularidad a escala mundial, respaldada tanto por sus propiedades nutricionales como por el efecto de saciedad que genera.

Mayo Clinic indica que los alimentos ricos en fibra, como la palta, extienden la sensación de plenitud y podrían ayudar a controlar el apetito a lo largo de la jornada, a diferencia de opciones de bajo contenido de fibra o alto índice glucémico.

La fuente destaca que incluir palta en el desayuno puede ser una alternativa adecuada para quienes buscan una ingestión balanceada de grasas saludables y fibra, favoreciendo la regulación del azúcar en sangre y aportando vitaminas y minerales clave para la función neuromuscular y el metabolismo energético.

Investigaciones recientes muestran que incorporar este alimento a la dieta diaria puede mejorar el perfil de colesterol y reducir factores de riesgo cardiovascular (Imagen Ilustrativa Infobae)

Por otro lado, MedlinePlus, subraya que la vitamina E de la palta ayuda en la formación de glóbulos rojos y la correcta utilización de la vitamina K, relevante para la coagulación.

El valor agregado de sumar palta al desayuno radica, además, en su potencial para reemplazar alimentos ultra procesados o ricos en grasas trans, tales como margarinas y quesos untables, por una fuente de lípidos insaturados, fibra, antioxidantes y micronutrientes.

La licenciada en nutrición Ayelén Lescano afirma en un estudio en la Universidad de San Andrés, que la versatilidad de la palta la convierte en un recurso práctico y saludable, ideal para untar en tostadas integrales o como parte de combinaciones con vegetales y huevo. Además, su bajo contenido de azúcares evita picos de glucosa indeseados.

Su contenido destacado de fibra y antioxidantes lo hace ideal para quienes buscan cuidar tanto su digestión como la salud de la piel (Imagen Ilustrativa Infobae)

Tipos de palta que hay en Argentina y cuál es el más saludable

Argentina cuenta con una diversidad significativa de variedades de palta, resultado tanto de la producción nacional como de la importada para abastecer el creciente consumo interno.

Según la página web de la Ciudad de Buenos Aires, entre las opciones disponibles destacan la Hass, Pinkerton y Bacon, además de otras variedades menores como Lula, Torres, Tonagge y las identificadas como “palta del bosque salvaje”.

La variedad predominante es la Hass, apreciada tanto local como internacionalmente por su perfil graso, su textura cremosa y la concentración de nutrientes.

Originaria de California, la Hass se caracteriza por su piel rugosa, color oscuro casi violáceo y un sabor intenso, atributos que la hacen favorita a nivel de consumo y preferida en la gastronomía.

Los estudios detallados por Taylor and Francis comentaron que la Hass es la más rica en ácidos grasos monoinsaturados, lo que favorece sus efectos sobre la salud cardiovascular y la absorción de antioxidantes liposolubles, como la vitamina E y la luteína.

La palta Pinkerton, también de piel rugosa pero de tamaño más reducido, y la variedad Bacon, de mayor tamaño y piel lisa, completan la oferta principal en Argentina.

Si bien cada variedad posee diferencias en forma, sabor y proporción de pulpa versus semilla, es la Hass la que destaca por su aporte de lípidos saludables y su estabilidad estacional y comercial.