MARTES, 15 de julio de 2025 (HealthDay News) — Los adultos que son físicamente activos de forma constante tienen un riesgo general más bajo de muerte prematura, incluso si adquieren el hábito más tarde, según una nueva revisión de las evidencias.
Las personas que hacen ejercicio con regularidad tienen entre un 30 y un 40 por ciento menos de probabilidades de sufrir una muerte prematura por cualquier causa, reportaron los investigadores en la edición del 10 de julio de la revista British Journal of Sports Medicine.
Además, los que aumentaron su nivel de actividad física redujeron aún más su riesgo de muerte entre un 20 y un 25 por ciento, muestran los resultados.
«Iniciar la actividad física en cualquier momento de la adultez puede proporcionar beneficios para la salud», concluyó el equipo de investigación dirigido por Gregore Mielke, investigador principal de la Universidad de Queensland, en Australia.
Para el nuevo estudio, los investigadores revisaron los datos agrupados de 85 estudios anteriores sobre el efecto de la actividad física en la salud y el riesgo de muerte. Los estudios variaron en tamaño desde 357 participantes hasta más de 6.5 millones.
El equipo estaba específicamente interesado en si cambiar a un estilo de vida más activo podría ayudar a una persona a vivir más tiempo.
Los resultados mostraron que las personas que comenzaron a hacer ejercicio después de estar inactivas tenían un 22% menos de probabilidades de morir prematuramente por cualquier causa.
Del mismo modo, las personas más activas que aumentaron sus niveles de actividad física tenían un 27 por ciento menos de probabilidades de morir, apuntaron los investigadores.
En general, las personas que eran constantemente activas o se volvieron activas tenían un riesgo más bajo de muerte cuando cumplían con los niveles de actividad física semanales recomendados, dijeron los investigadores.
Pero incluso los que realizaron actividad física por debajo de la cantidad recomendada parecieron beneficiarse, encontraron los investigadores.
«Esto se alinea con la evidencia de que los niveles de actividad física más bajos que las directrices también pueden aportar beneficios apreciables para la salud, y la afirmación de que algo de actividad física siempre es mejor que nada», escribieron los investigadores.
Sin embargo, hacer más de la cantidad semanal recomendada de ejercicio se asoció con solo una pequeña reducción adicional en el riesgo, apuntaron los investigadores.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU. (CDC, por sus siglas en inglés) recomiendan hacer al menos 150 minutos de ejercicio de intensidad moderada o 75 minutos de ejercicio vigoroso cada semana.
El ejercicio de intensidad moderada puede incluir caminar a paso ligero, andar en bicicleta lentamente, tenis de dobles, yoga activo, baile de salón o en línea, trabajo general en el jardín o aeróbicos acuáticos, dicen los CDC.
El ejercicio vigoroso incluye trotar, nadar, jugar tenis individual, bailar aeróbicos, andar en bicicleta rápido, saltar la cuerda o trabajar en el jardín que implique cavar o palear.
Más información
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU. ofrecen más información sobre cómo medir la intensidad de la actividad física.
FUENTES: BMJ Group, comunicado de prensa, 10 de julio de 2025; British Journal of Sports Medicine, estudio, 10 de julio de 2025