Elegir entre hummus o guacamole va más allá de una simple preferencia de gustos. Estas dos salsas, populares por su inconfundible sabor y valor nutricional, se han convertido en protagonistas dentro de una alimentación consciente.
La nutricionista y chef registrada Sharniquia White, consultada por Real Simple, analizó los beneficios de ambas y explicó cuál conviene según los objetivos de cada persona. Además, entidades médicas como Mayo Clinic y Cleveland Clinic coinciden en destacar el valor de sus ingredientes claves.
Dos clásicos con historia
Tanto el hummus como el guacamole tienen raíces culturales profundas. El primero proviene del Medio Oriente y combina garbanzos cocidos con tahini, ajo, limón y aceite de oliva. El segundo, típico de la cocina mexicana, se basa en palta (aguacate) machacado mezclado con cebolla, tomate, limón y cilantro.
Ambos han ganado popularidad global como snacks saludables, especialmente cuando se acompañan con bastones de zanahoria, apio, pepino o pimientos. Su éxito se alinea con una tendencia creciente: más del 90% de los adultos en EE. UU. consume al menos un refrigerio diario, y cada vez se opta por opciones naturales y nutritivas.
Hummus: proteína vegetal y saciedad
El hummus se destaca por ser una fuente vegetal de proteína y fibra. Una porción de dos cucharadas aporta 78 calorías, 2,5 gramos de proteína, 5,8 gramos de grasa (principalmente insaturada), 5 gramos de carbohidratos y 1,8 gramos de fibra. Además, contiene micronutrientes como cobre y manganeso, esenciales para funciones celulares.
Según White, su combinación de proteína vegetal y grasas saludables contribuye a prolongar la saciedad y estabilizar los niveles de glucosa. El aceite de oliva y el tahini aportan antioxidantes y compuestos antiinflamatorios que favorecen la salud cardiovascular.
Mayo Clinic respalda el consumo de legumbres como los garbanzos al indicar que su fibra soluble ayuda a reducir el colesterol LDL y controla el azúcar en sangre. También mejora la salud intestinal al alimentar bacterias beneficiosas del microbioma.
Guacamole: grasas buenas y potasio
El guacamole, por su parte, es valorado por su alto contenido en grasas monoinsaturadas, presentes en el aguacate. Estas grasas son conocidas por reducir el colesterol malo y mejorar la salud del corazón.
Cada porción de dos cucharadas contiene 46 calorías, 0,6 gramos de proteína, 4,2 gramos de grasa, 2,5 gramos de carbohidratos, casi 2 gramos de fibra, 141 mg de potasio y pequeñas cantidades de folato y vitamina K.
Los ingredientes frescos que acompañan al aguacate, como la cebolla, el tomate y el cilantro, también aportan antioxidantes y fitonutrientes beneficiosos.
Cleveland Clinic destaca que el aguacate es una excelente fuente de grasas saludables, fibra y micronutrientes, y que su consumo regular puede contribuir a una mejor presión arterial y menor riesgo de enfermedad cardiovascular.
Diferencias claves según el objetivo
Ambas salsas ofrecen beneficios concretos, pero su perfil nutricional es distinto:
- Hummus es ideal si se busca más proteína vegetal y un mayor efecto de saciedad, especialmente útil en dietas vegetarianas, veganas o de control de peso.
- Guacamole es preferible para quienes buscan grasas saludables y un mayor aporte de potasio, lo que beneficia la salud cardiovascular y el equilibrio electrolítico.
En cuanto a la fibra, ambos dips están prácticamente empatados, favoreciendo la digestión, el tránsito intestinal y la sensación de llenura.
Aunque las dos salsas son saludables, White advierte que no todas las personas las toleran igual. En el caso del guacamole, quienes tienen alergia al látex deben tener precaución, ya que el aguacate puede generar reacciones cruzadas.
En cuanto al hummus, personas con síndrome de intestino irritable (SII) podrían experimentar molestias digestivas debido a los FODMAP, carbohidratos fermentables presentes en los garbanzos.
Según Mayo Clinic, estos pueden causar hinchazón, gases y malestar en individuos sensibles. En estos casos, se recomienda probar pequeñas cantidades y observar la tolerancia.
¿Y si los combinamos?
Una idea interesante que propone White es no tener que elegir entre uno u otro, sino mezclarlos. Servir hummus con un topping de guacamole o viceversa no solo realza los sabores, sino que permite sumar los beneficios nutricionales de ambos: proteínas, grasas saludables, fibra, potasio y antioxidantes en un solo plato.
Consumidos con vegetales frescos en lugar de chips, ambos se transforman en un snack balanceado, ideal para cualquier momento del día.
Lo fundamental, como coinciden Mayo Clinic y Cleveland Clinic, es que una dieta basada en alimentos vegetales ricos en fibra, antioxidantes y grasas buenas mejora la salud general y reduce el riesgo de enfermedades crónicas. Ambos dips cumplen con estos criterios y pueden ser parte habitual de una alimentación equilibrada.