El aceite de oliva virgen extra se diferencia del aceite común por su método de extracción y pureza, lo que le otorga mayores beneficios nutricionales y para la salud

El aceite de oliva extra virgen ocupa un lugar destacado en la cocina saludable gracias a su perfil nutricional superior y a los numerosos beneficios para la salud que reconoce la ciencia moderna, según reportó Real Simple.

Su proceso de elaboración y pureza lo diferencian claramente del aceite de oliva común, situándolo como la opción preferida por quienes buscan mejorar su alimentación de la mano de instituciones de referencia mundial como la Harvard T.H. Chan School of Public Health.

¿Qué distingue al aceite de oliva virgen extra?

Este aceite es el zumo natural obtenido directamente de aceitunas frescas mediante prensado en frío, sin presencia de productos químicos ni uso de calor excesivo. Para que un aceite reciba la denominación “virgen extra” debe cumplir rigurosos estándares internacionales, entre ellos registrar menos de 0,8% de ácidos grasos libres (AGL).

Este bajo nivel de acidez —como subrayan guías sobre alimentación saludable de Harvard— indica que se trata de un producto de máxima calidad, con alta concentración de polifenoles y antioxidantes.

El proceso de prensado en frío y la ausencia de refinado químico hacen del aceite de oliva virgen extra una opción superior recomendada por Harvard y respaldada por la ciencia (Imagen ilustrativa Infobae)

La principal diferencia entre el aceite de oliva extra virgen y el aceite de oliva común radica en el proceso de refinado. El extra virgen se obtiene solo a través de métodos mecánicos, sin alteraciones químicas, mientras que el aceite de oliva convencional es sometido a procesos de refinamiento con productos que disminuyen su riqueza en antioxidantes y sabor.

De hecho, Harvard T.H. Chan School of Public Health enfatiza que el procesamiento mínimo del extra virgen ayuda a conservar los fitonutrientes responsables de sus propiedades cardioprotectoras.

Beneficios para la salud: la visión de Harvard y la ciencia actual

El aceite extra virgen se destaca por su elevado contenido de polifenoles y ácido oleico, un ácido graso monoinsaturado que constituye aproximadamente el 75% de su perfil lipídico.

Los polifenoles actúan como antioxidantes que combaten la inflamación y protegen el organismo frente a enfermedades crónicas, mientras que el ácido oleico mejora los valores de colesterol en sangre, ayudando a reducir el colesterol LDL y elevar el HDL.

El consumo habitual de aceite de oliva extra virgen ayuda a prevenir diabetes tipo 2, obesidad y deterioro cognitivo (Imagen ilustrativa infobae)

Harvard T.H. Chan School of Public Health recomienda el consumo habitual de aceite de oliva extra virgen dentro de patrones alimentarios como la dieta mediterránea, subrayando que sustituir grasas saturadas o refinadas po este aceite contribuye a una mejor salud cardiovascular y metabólica. Además, Harvard reconoce la evidencia que vincula el consumo regular de este aceite con la prevención de diabetes tipo 2, obesidad y deterioro cognitivo.

Respaldo científico reciente

Una investigación publicada en The American Journal of Clinical Nutrition reafirma la posición de Harvard y otras instituciones: el estudio revela que el consumo frecuente de aceite de oliva virgen extra se asocia con una reducción significativa del riesgo de enfermedades cardiovasculares y mortalidad, superando con creces los beneficios obtenidos por el aceite de oliva refinado u otras fuentes de grasa.

Los autores del estudio atribuyen estos resultados a la acción combinada de los polifenoles y los ácidos grasos monoinsaturados, que Harvard identifica como clave en sus guías de alimentación saludable.

El consumo regular de aceite de oliva extra virgen reduce el riesgo de enfermedades crónicas, según estudios científicos (Imagen Ilustrativa Infobae)

La publicación de Harvard también resalta la importancia de estos compuestos para la reducción del estrés oxidativo y la salud cerebral, sumando razones para incluirlo como fuente principal de grasa culinaria en la dieta diaria.

Al adquirir este aceite, Harvard recomienda revisar la etiqueta para asegurar que se trate realmente de de que sea extra virgen y verificar el método de extracción (prensado en frío), el origen de las aceitunas, la fecha de cosecha y el periodo de embotellado, priorizando productos de no más de dos años para garantizar frescura y conservar todos los antioxidantes.

El aceite de oliva extra virgen es versátil en la cocina y puede usarse en diversas preparaciones culinarias ALT TEXT: Imagen de aceite de oliva virgen extra. La rica gama de sabores y los beneficios para la salud de este preciado producto, hasta su papel en la cocina mediterránea de alta calidad y su proceso de producción, desde el olivar hasta la mesa. (Imagen ilustrativa Infobae)

El aceite de oliva virgen extra es altamente versátil. Puede utilizarse para saltear, asar, freír y preparar adobos, aliños o como toque final en ensaladas, verduras y postres. Harvard propone emplearlo tanto en la cocción diaria como en preparaciones en frío, para aprovechar al máximo sus beneficios.

Seleccionar aceites recientes incrementa la presencia de antioxidantes y mejora el sabor, optimizando la experiencia culinaria y potenciando la salud.