Jonathan Haidt advirtió sobre los efectos negativos de las redes sociales y los teléfonos inteligentes en la salud mental infantil (Captura de video: YouTube - Michelle Obama)

La advertencia de Jonathan Haidt resuena con fuerza entre padres y educadores: “Hemos sobreprotegido a nuestros hijos en el mundo real y los hemos dejado desprotegidos en línea”.

Así lo expresó el reconocido psicólogo social y autor de La Generación Ansiosa durante una reciente conversación en el podcast IMO de Michelle Obama, donde abordó el impacto de las redes sociales y los teléfonos inteligentes en la salud mental infantil.

El experto en desarrollo juvenil, señaló que el aumento del uso de pantallas transformó la infancia y generó un desafío global para las familias.

Ante la preocupación por el exceso de dispositivos y redes sociales, especialmente entre niñas, destacó en IMO podcast que “hay cada vez más evidencia que vincula el tiempo que los niños pasan en sus teléfonos con enfermedades mentales, sobre todo ansiedad y depresión”.

El impacto de las redes sociales y los teléfonos inteligentes en la infancia

Tanto Michelle Obama como su hermano coincidieron en que, la infancia antes de la era digital se caracterizaba por el juego libre, la autonomía y la interacción directa entre niños, con reglas claras sobre el uso de pantallas.

Actualmente, la constante presencia de teléfonos móviles redujo esas oportunidades. Haidt advirtió que estos dispositivos “actúan como bloqueadores de experiencias” y afectan el desarrollo emocional, social e intelectual.

Michelle Obama destacó la importancia de normas colectivas para limitar el uso de pantallas en niños y adolescentes (Captura de video: YouTube - Michelle Obama)

“Las redes sociales son especialmente perjudiciales para las niñas”, explicó Haidt, señalando que aquellas que pasan entre tres y cinco horas al día en estas plataformas tienen hasta tres veces más probabilidades de sufrir depresión.

Aunque el impacto es menor en varones, afirma que el problema afecta a toda la generación. Haidt también compartió su experiencia personal: “Nunca le permití a mi hija tener redes sociales. Ahora tiene quince años y quiere Snapchat porque sus amigas lo usan, pero me mantuve firme”.

Testimonios y desafíos parentales: la voz de los padres

La preocupación de los padres quedó reflejada en el testimonio de Josie, una oyente de Santa Cruz, quien contó en IMO podcast que al darle una tableta a su hija menor, notó que se volvió irritable y dependiente: “Se pone de mal humor cuando se lo quitamos”, relató.

También expresó su frustración por la presión social: “Parece imposible mantenerla alejada de las pantallas cuando todos los niños a su alrededor las usan”.

Reconoció que este dilema es frecuente y que la presión del entorno complica poner límites: “Cualquier padre que dice ‘no’ a un teléfono o a las redes sociales escucha lo mismo: ‘Soy el único, todos se burlan de mí’”, afirmó.

Michelle Obama y Haidt propusieron normas compartidas entre padres como forma de evitar que los niños queden aislados al limitar el uso de tecnología (Captura de video: YouTube - Michelle Obama)

Michelle Obama reflexionó y subrayó que la clave está en actuar de forma colectiva: “Debemos actuar juntos, establecer normas compartidas para que ningún niño se sienta aislado”.

Durante el podcast también se abordó la tendencia a evitar conflictos, una forma de “sobrecrianza” digital que, según Haidt, aunque bien intencionada, puede impedir que los niños desarrollen resiliencia y autonomía.

Los cuatro pilares de Jonathan Haidt para una infancia más saludable

Frente a esta crisis, Haidt planteó cuatro reglas claras que, según afirmó en IMO podcast, “están completamente dentro de nuestro control”.

1) No smartphones antes de la secundaria: recomendó entregar a los niños solo teléfonos básicos o de tipo flip phone antes de la secundaria, evitando así el acceso temprano a internet y aplicaciones.

2) No redes sociales antes de los dieciséis años: consideró que las redes sociales son “totalmente inapropiadas para menores” y sugiere retrasar su uso hasta los dieciséis años para proteger el desarrollo emocional.

Jonathan Haidt recomendó evitar los smartphones antes de la secundaria y las redes sociales antes de los dieciséis años (Imagen Ilustrativa Infobae)

3) Escuelas libres de teléfonos: compara la presencia de móviles en las aulas con la idea absurda de llevar un televisor a clase. “Permitir que los niños lleven estos dispositivos multifunción a la escuela interfiere gravemente en su aprendizaje y concentración”, afirmó.

4) Más juego libre y responsabilidad en el mundo real: insistió en que no basta con restringir las pantallas; es fundamental ofrecer alternativas atractivas, como el juego libre, la interacción con otros niños y la asunción de responsabilidades cotidianas.

Dopamina, amigos e historias: principios adicionales para el desarrollo infantil

Durante la conversación, Haidt explicó tres conceptos claves para entender la atracción de las pantallas: dopamina, amigos e historias.

Señaló que las aplicaciones digitales ofrecen “dopamina rápida”, lo que genera adicción, ya que “el circuito de la dopamina se vuelve menos sensible y el niño necesita más estímulo para sentirse bien”.

Recomendó promover actividades que generen dopamina lenta, como el deporte o el juego grupal, donde la satisfacción surge del esfuerzo y la interacción real.

Actividades como el deporte o el juego grupal ayudan a generar dopamina lenta y fortalecen el desarrollo emocional (Imagen Ilustrativa Infobae)

A su vez, subrayó la importancia de los vínculos: “Las pantallas son más atractivas a corto plazo, pero a largo plazo, una tarde con amigos es mucho más gratificante que una tarde en TikTok”.

En cuanto al uso de contenidos, distinguió entre “tiempo de historia”, como ver una película en familia, y “tiempo fragmentado”, videos breves y dispersos en pantallas táctiles, señalando que el primero fortalece la atención y la conexión social, mientras que el segundo favorece la adicción.

Consejos prácticos para padres: límites, antifragilidad y autoridad

El especialista destacó la importancia de fomentar la antifragilidad, permitir que los niños crezcan a través de la frustración y los desafíos. “Tratamos a los niños como si fueran frágiles, pero en realidad necesitan caerse, pelearse y aprender a superar la exclusión”, señaló.

Instó a los adultos a ejercer su rol con autoridad, no como amigos: “Tu trabajo es establecer los límites y decidir qué es seguro y adecuado para su desarrollo; el trabajo de tus hijos es experimentar emociones negativas y aprender a gestionarlas”, afirmó.

Haidt solicitó a los padres ejercer autoridad, establecer límites y permitir que los niños enfrenten desafíos para crecer emocionalmente (Captura de video: YouTube - Michelle Obama)

Entre las recomendaciones prácticas, propuso prohibir los dispositivos en los dormitorios, reducir el uso diario de redes sociales y formar pactos con otros padres. Además, sugirió ofrecer alternativas atractivas como actividades al aire libre, para que los chicos vean las restricciones como puertas a una infancia más plena.

Esperanza y posibilidad de cambio: revertir los efectos negativos

El podcast concluyó con un mensaje optimista a las familias por parte de Haidt: “No es demasiado tarde para los adolescentes”. Como profesor universitario, relató que ha visto cómo muchos jóvenes mejoran su bienestar, concentración y relaciones al reducir el uso de redes sociales.

Animó a los padres a no rendirse y a buscar apoyo en escuelas y otros adultos: “Si actúan ahora, encontrarán aliados y será más fácil establecer límites”. Para Haidt, la acción colectiva y la convicción son claves para ayudar a los chicos a recuperar el control de su atención y bienestar.