El tabaco la obesidad y el sedentarismo impulsan el aumento de las enfermedades no transmisibles en las Américas (Freepik)

Las Enfermedades No Transmisibles (ENT) se han consolidado como la principal causa de enfermedad, discapacidad y muerte evitable en el mundo. Estas patologías, que incluyen enfermedades cardiovasculares, cáncer, diabetes, y enfermedades respiratorias y renales crónicas, explican el 70% de las muertes a nivel global y constituyen una epidemia en expansión.

El aumento sostenido de estas enfermedades, que comparte factores de riesgo comunes y pueden prevenirse en gran medida mediante cambios en el estilo de vida y un acceso equitativo a servicios de salud, representa un reto sanitario y social para la región, donde en 2021 alcanzaron seis millones de fallecimientos y aumentaron un 43% desde el 2000 en el continente, según el informe Las ENT de un Vistazo 2025, publicado por la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

Las ENT explican el 70 por ciento de las muertes a nivel global y son la principal causa de enfermedad y discapacidad (EFE)

El documento señala que en la región, las ENT son responsables del 65% de todas las muertes y que cerca del 40% de esos fallecimientos ocurren antes de los 70 años.

Aunque el envejecimiento poblacional y el crecimiento demográfico influyen, la elevación en la incidencia de estas enfermedades se explica en gran parte por factores de riesgo modificables como el consumo de tabaco, la alimentación poco saludable, la inactividad física y el consumo nocivo de alcohol.

Según datos de la OPS, las enfermedades cardiovasculares lideran con 2,16 millones de muertes, seguidas por el cáncer con 1,37 millones, la diabetes con más de 420.000 y las enfermedades respiratorias crónicas con más de 416.000 fallecimientos. En paralelo, el suicidio figura como la cuarta causa de muerte entre jóvenes de 15 a 29 años, con una pérdida de más de 100.000 vidas.

Distribución porcentual de muertes según grandes grupos de causas - Argentina 1997- 2022

“El aumento de muertes por ENT es una llamada de atención urgente. Demasiadas personas están muriendo de forma prematura por enfermedades que, en su mayoría, se pueden prevenir y tratar. Con detección temprana, diagnóstico oportuno, acceso a la atención y políticas sólidas, podemos salvar vidas. Este informe proporciona a los países las herramientas que necesitan para actuar”, afirmó el doctor Jarbas Barbosa, Director de la OPS.

“¿Por qué aumentan estas enfermedades si hay más información sobre prevención? “Porque la información por sí sola no alcanza. Aunque sabemos más sobre cómo cuidarnos, factores como el envejecimiento poblacional, el sedentarismo, la mala alimentación, el estrés y las desigualdades sociales siguen presentes. Además, al vivir más años, también vivimos más tiempo con enfermedades crónicas. Se detectan más casos porque también mejoró el diagnóstico”, explicó a Infobae el Director del Hospital de Clínicas José de San Martín, Marcelo Melo (MN 72545).

En 2021 las ENT provocaron seis millones de fallecimientos en la región según la Organización Panamericana de la Salud (OPS)

Y completó: “Hacen falta más campañas públicas, pero deben ser sostenidas, eficaces y adaptadas a cada comunidad. Además de informar, es clave actuar sobre el entorno: promover hábitos saludables desde la escuela, mejorar el acceso a controles médicos, regular productos dañinos, y fortalecer el primer nivel de atención. La prevención real se logra combinando información, políticas públicas firmes y condiciones sociales que permitan cuidarse”.

Factores que impulsan el crecimiento y sus consecuencias

El incremento de las ENT en la región responde a múltiples causas, entre las cuales destacan la mayor expectativa de vida y el crecimiento poblacional. Sin embargo, también se registra un aumento en factores de riesgo clave, tales como el sedentarismo, la mala alimentación y la obesidad.

Cerca del 40 por ciento de las muertes por ENT ocurren antes de los 70 años en América Latina (Imagen ilustrativa Infobae)

Estos factores se han intensificado debido a transformaciones profundas en los entornos físicos y sociales, que han modificado las formas de trabajar, recrearse, alimentarse y desplazarse, originando estilos de vida que elevan la probabilidad de desarrollar estas enfermedades.

El informe de la OPS destaca que en 2022, la obesidad afectaba al 33,8% de los adultos, un incremento del 28% desde 2010, mientras que el 35,6% no cumplía con la actividad física recomendada. La prevalencia de diabetes alcanzó el 13,1%, y se estima que 43 millones de personas mayores de 30 años con esta enfermedad carecen de acceso a la atención necesaria. La hipertensión afecta a más de un tercio de los adultos, pero sólo el 36,4% de los casos está controlado adecuadamente.

La contaminación ambiental también contribuye a la carga de ENT, ya que aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares y respiratorias. Por otro lado, los problemas de salud mental y las tasas de suicidio registraron un aumento del 17,4% desde el año 2000, siendo las muertes por suicidio tres veces más frecuentes en hombres que en mujeres.

El impacto del COVID-19 en el acortamiento de la expectativa de vida en el mundo, donde África y América del Sur tienen la peor nota (OMS)

Además, la pandemia de COVID-19 impactó negativamente en la atención y prevención de las ENT.

Un análisis de más de 250.000 consultas en 31 centros asistenciales privados de Argentina reveló una caída significativa en las consultas de emergencia, hospitalizaciones, y procedimientos diagnósticos y terapéuticos relacionados con estas enfermedades. Los establecimientos de salud operaron por debajo de su capacidad habitual, con limitaciones en servicios ambulatorios y hospitales de día, e incluso cierres parciales o totales debido a contagios entre el personal sanitario.

A nivel mundial, el 77% de las muertes por ENT ocurre en países de ingresos bajos y medianos, cifra que se eleva al 86% en el caso de muertes prematuras. Estos fallecimientos prematuros, estimados en 17 millones anuales, generan un impacto social y económico severo, especialmente en entornos vulnerables, donde los costos de atención pueden empujar a las familias a la pobreza.

El consumo de tabaco la alimentación poco saludable y el alcohol nocivo son factores de riesgo modificables de las ENT (EFE/Sáshenka Gutiérrez)

“Si todos tuviésemos una vida saludable, moriríamos bastante viejitos, pero siempre con una enfermedad. Por lo general no se muere sano. Con el tiempo, voy a tener enfermedad cardíaca, voy a tener Alzheimer, puedo tener diabetes, puedo tener trastornos pulmonares. Y al final algo va a terminar provocando, o varias cosas el hecho que fallezca. Por lo tanto, las enfermedades no transmisibles pueden ser malinterpretadas en un caso de fallecimiento. Así, el informe de la OPS hay que interpretarlo en el contexto de las edades que ocurre el fenómeno. No es lo mismo a los 65 años o antes que a los 85”, analizó a Infobae el médico clínico y gerontólogo Luis Cámera (MN 51995).

Y agregó: “Cuando ocurren a una edad temprana, es complicado, porque está fallando el sistema de salud y fallan los sistemas de hábitos de vida saludable. Del informe se desprende que en América, mucha gente fallecía por accidentes, por muerte súbita, por violencia y sobre todo por enfermedades transmisibles, enfermedades virales o bacterianas. Así que el hecho que pasemos a una muerte de enfermedades no transmisibles es un dato bueno para mí, no malo”.

Avances y desafíos pendientes en la región

Distribución porcentual de muertes según edad - Argentina 2017 - 2022

A pesar de que el número total de muertes por ENT ha aumentado en las Américas, las tasas ajustadas por edad han mostrado cierta mejoría desde el año 2000. En particular, la mortalidad por ENT disminuyó un 16,2%, con una reducción cercana al 30% en fallecimientos por enfermedades cardiovasculares y respiratorias crónicas, y un descenso del 24,6% en las muertes por cáncer.

En cuanto a factores de riesgo, se observó una caída del 22,1% en el consumo de tabaco y un aumento en la cobertura de tratamiento para diabetes del 46,6% al 57,7%. Sin embargo, estos avances no han sido suficientes para cumplir con la meta global de reducir en un 25% la mortalidad prematura por ENT para el año 2025.

Entre 2010 y 2021, la reducción registrada en la región fue apenas del 8%. Sólo cinco países —Antigua y Barbuda, Argentina, Barbados, Chile y Granada— están encaminados para lograr este objetivo, aunque con esfuerzos acelerados otros once podrían alcanzarlo.

El envejecimiento poblacional y las desigualdades sociales contribuyen al aumento de las enfermedades no transmisibles - (Imagen Ilustrativa Infobae)

Para cambiar esta tendencia, la OPS insta a fortalecer las políticas de prevención. Entre las medidas prioritarias se encuentran el control del tabaco y alcohol, el etiquetado frontal de alimentos para informar sobre sus contenidos, y la promoción de la actividad física.

También es fundamental reforzar la atención primaria para la detección y tratamiento oportuno de hipertensión, diabetes y cáncer, así como integrar la salud mental y la prevención del suicidio en los servicios básicos.

“Lo que si podemos, es retrasar y minimizar el impacto de estas enfermedades no transmisibles, para que aparezcan lo más tarde posible y que generen el menor impacto en discapacidad. Epidemiológicamente la primera enfermedad aparece alrededor de los 45 años y la discapacidad leve aproximadamente a los 70 años. Si fomentamos los hábitos de vida saludables, con una asistencia sanitaria en tiempo y forma, lograríamos retrasar en no menos de una década, estos datos epidemiológicos”, sostuvo Camera.

Sistema de vigilancia ENT en Argentina - 2017 - 2022

Iniciativas como el programa HEARTS, presente en 33 países, han facilitado el acceso al tratamiento de la hipertensión a 5,7 millones de personas. Esta estrategia regional, Mejor atención para las ENT, acompaña a los países en el fortalecimiento de sus sistemas de salud y en la ejecución de planes nacionales.

El informe Las ENT de un Vistazo 2025 también busca orientar las políticas de cara a la Cuarta Reunión de Alto Nivel de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre la prevención y control de ENT y la promoción de la salud mental y bienestar, que se realizará en septiembre de 2025.

La vigilancia de las enfermedades no transmisibles en Argentina

Desde el Ministerio de Salud de Nación, el Área de Vigilancia Epidemiológica de ENT, dependiente de la Dirección Nacional de Abordaje Integral de Enfermedades No Transmisibles, tiene como principal objetivo conocer y monitorear las tendencias de la morbilidad y mortalidad por estas causas, así como también las prevalencias de los FR.

Más de 43 millones de personas con diabetes carecen de acceso a la atención adecuada en la región (Freepik)

Sus principales líneas de acción son:

• Análisis de tendencias de los principales indicadores de factores de riesgo, obtenidos a través de encuestas poblacionales, y de mortalidad asociados a las ENT.

• Capacitación en el uso de indicadores y fuentes de datos para realizar un análisis de situación de salud de las ENT a nivel local/provincial.

• Difusión de la información mediante la elaboración de boletines e informes de las encuestas.

Estas se basan en tres grandes fuentes de datos:

  • a. Mortalidad: datos provenientes de estadísticas vitales con el fin de obtener información sobre mortalidad. La información proveniente de los certificados de defunción es oficialmente consolidada y publicada por la Dirección de Estadística e Información en Salud (DEIS) del Ministerio de Salud de la Nación
  • b. Morbilidad: diversas fuentes de información, como egresos hospitalarios, registros de enfermedades, entre otras
  • c. Factores de riesgo: se vigilan a partir de las Encuestas , como la Encuesta Nacional de Factores de Riesgo (ENFR), Ediciones 2005, 2009, 2012 y 2018; Encuesta de Tabaquismo en Adultos (EMTA), Edición 2012; Encuesta Mundial de Salud Escolar (EMSE) Ediciones 2007, 2012 y 2018; Encuesta de Tabaquismo en Jóvenes (EMTJ) Ediciones 2003, 2007, 2012 y 2018; Encuesta Nacional de Nutrición y Salud (ENNYS), Edición 2018; Encuesta telefónica a hogares VIGITEL, Edición 2018 y 2021, entre otras.

La innovación médica ofrece nuevas herramientas para combatir los riesgos de la obesidad (Boston Scientific)

Según informa la cartera sanitaria nacional, durante el periodo 1997-2022 se registraron en Argentina 8.324.993 muertes y, específicamente en el año 2022, hubo 397.112 registros, es decir 8,7 muertes cada 1000 habitantes.

Al analizar la tasa de mortalidad general durante el período 1997 – 2022, se observó una tendencia al descenso hasta el año 2019 y un aumento significativo a partir del año 2020.