
Bajo el lema “El bronceado pasa, el daño queda”, la Sociedad Argentina de Dermatología (SAD) realiza la 32° Campaña Nacional de Prevención del Cáncer de Piel.
Este año, la iniciativa apunta a concientizar sobre los cuidados frente a la exposición solar y a informar sobre la detección temprana de lesiones cutáneas.
El mensaje central es contundente: el protector solar, aunque es un paso fundamental de la rutina de cuidado fundamental, no basta para mantener la piel sana y disminuir el riesgo de cáncer.
Uno de cada tres cánceres afecta la piel

A nivel mundial, uno de cada tres cánceres diagnosticados se presenta en la piel, según datos del Observatorio Global del Cáncer. El melanoma, aunque representa solo una pequeña fracción de los casos, es la forma más agresiva y causa la mayoría de las muertes por tumores dérmicos. En Argentina, se reportan unos 1.600 casos nuevos de melanoma por año, lo que ubica al país en un nivel de riesgo medio.
Los especialistas de la SAD subrayan que la exposición solar acumulada desde la infancia incrementa el desarrollo de lesiones precancerosas y cáncer de piel. La prevención y detección precoz resultan fundamentales para mejorar el pronóstico.
Volver a los hábitos clásicos de fotoprotección

Los médicos dermatólogos y coordinadores de la campaña de la SAD Andrés Politi, Ana De Pablo y Ana Clara Acosta coincidieron en enfatizar que solo confiar en el protector solar puede inducir a conductas de riesgo.
Politi puntualizó: “Son excelentes aliados, pero no constituyen la herramienta más importante ni la principal”. Muchos utilizan el protector solar como un “cheque en blanco” para exponerse durante más tiempo, una práctica contraproducente que subestima el vínculo entre el sol y el cáncer de piel.
La campaña promueve retomar estrategias históricas de fotoprotección, como limitar la exposición al sol entre las 10 y 16 horas—periodo de mayor radiación ultravioleta—, buscar sombra, y utilizar barreras físicas: ropa de trama cerrada, sombreros de ala ancha y anteojos con filtro UV.
En ese sentido, Politi recordó: “Nuestras abuelas sabían que un sombrero impedía al sol llegar a la cabeza”. También precisó que la ropa oscura resguarda más que la clara ante los rayos UV y que las telas sintéticas protegen mejor que el algodón. En prendas con tratamiento UV, es fundamental verificar la vigencia o los lavados recomendados por el fabricante.
Uso correcto del protector solar dentro de una estrategia integral

El protector solar conserva un rol esencial, pero se integra a un esquema más completo de cuidado. La SAD recomienda aplicar un producto de amplio espectro (protección contra rayos UVB y UVA) con factor de protección solar (FPS) de al menos 30, o superior para pieles claras, media hora antes de la exposición, y renovarlo cada dos horas o con mayor frecuencia si hay sudoración o contacto con agua. La protección debe mantenerse incluso en días nublados o con resolana.
Autoexamen, clave para un diagnóstico precoz

La detección temprana del cáncer de piel es fundamental. La SAD propone el autoexamen mensual de los lunares siguiendo la regla del ABCDE: Asimetría, Bordes irregulares, Coloración desigual o cambios de color, Diámetro mayor a seis milímetros, y Evolución (aparición de picazón, sangrado o costras). Ante cualquier anomalía, los dermatólogos aconsejan consultar inmediatamente. Según Politi, las consultas por lunares y lesiones cutáneas aumentaron, lo que refleja una creciente conciencia social.
Daño solar acumulativo y tipos de cáncer de piel

Los especialistas advierten que el daño solar es acumulativo y sus efectos pueden manifestarse décadas después. La radiación ultravioleta altera el ADN de las células cutáneas, generando mutaciones cuya reparación se dificulta con el tiempo. El pronóstico depende del tipo de célula comprometida y del momento del diagnóstico.
El melanoma, que representa cerca del cinco por ciento de los casos, puede resultar muy agresivo; pero si se detecta precozmente permite tratamientos efectivos y alta supervivencia.
Por su parte, los carcinomas basocelulares (75% de los cánceres de piel) suelen ser curables si se identifican a tiempo, aunque en algunos casos afectan estructuras importantes. Los carcinomas espinocelulares varían en agresividad y pueden ocasionar metástasis, aunque esto es menos frecuente.
Mitos, redes sociales y el auge del cuidado de la piel

La campaña advierte sobre la circulación de mitos en redes sociales, donde se minimizan los riesgos de la exposición solar o se cuestiona la seguridad de los protectores. Politi alertó sobre la moda viral del “callo solar” y recalcó que los productos aprobados por agencias regulatorias son seguros y eficaces.
El interés de los jóvenes por el cuidado cosmético de la piel puede ser una oportunidad para incorporar hábitos saludables, pero los especialistas insisten en la necesidad de educación constante para evitar prácticas erróneas.
Prevención desde la infancia y a lo largo de la vida

El mensaje de la SAD es claro: la prevención debe empezar en la infancia y sostenerse durante todo el ciclo vital. El bronceado, lejos de expresar salud, es evidencia de un daño cutáneo que la piel no siempre consigue reparar; sus consecuencias pueden presentarse muchos años después.
La clave es combinar medidas: limitar la exposición, cubrir la piel, usar protector solar y realizar controles dermatológicos. Solo así es posible reducir el riesgo y enfrentar con éxito el cáncer de piel.