Un adolescente de 15 años, después de enfrentar una devastadora infección tras un cáncer de sangre, solicitó como último deseo salir al exterior y sentir el sol en la piel. Contra todo pronóstico, experimentó una recuperación sorprendente en pocos días. Este caso, compartido por el Dr. Roger Seheult, intensivista y divulgador científico, demuestra el impacto de la luz solar y la naturaleza sobre la salud humana.
En una entrevista con Steven Bartlett en el podcast The Diary Of A CEO, Seheult expuso los “ocho pilares de la salud” (NEWSTART), subrayando, con evidencia científica y experiencia clínica, los beneficios del sol y el entorno natural.
El caso del adolescente y la medicina solar
Según relató en The Diary Of A CEO, el Dr. Seheult compartió la historia de un joven ingresado en un hospital de Minnesota en junio de 2024. Tras ser diagnosticado con leucemia linfoblástica y recibir quimioterapia, el paciente desarrolló una infección fúngica agresiva en los pulmones. A pesar de la extirpación de un pulmón y el uso de potentes antifúngicos, la infección comprometió el pulmón restante. Los médicos le dieron dos días de vida.
El adolescente expresó su deseo de estar al aire libre. El equipo médico trasladó su cama fuera del hospital, mientras continuaba conectado a un respirador. “No lo pusieron afuera para curarlo, era su último deseo”, detalló Seheult.
Sin embargo, al día siguiente, los análisis mostraron una notable reducción de la infección. Los marcadores de inflamación descendieron gradualmente y disminuyó la necesidad de oxígeno. Para el quinto día, el joven respiraba solo con cánula nasal y fue dado de alta, libre de infección.
El especialista subrayó que no se modificó ningún tratamiento farmacológico durante este periodo. “La única diferencia fue la exposición al sol y el uso más habitual de un dispositivo de luz llamado Firefly”, explicó. El caso llevó a Seheult a replantear el valor de la luz natural en la recuperación de enfermedades críticas.
Los ocho pilares NEWSTART
Desde su experiencia clínica, Seheult propone un enfoque integral de salud basado en ocho pilares cuyo acrónimo es NEWSTART:
- Nutrición: Destaca la influencia de la alimentación en la prevención y el bienestar.
- Ejercicio: Reduce el riesgo de accidentes cerebrovasculares y depresión.
- Agua: Consumir y aplicarla externamente (hidroterapia, sauna) fortalece la inmunidad.
- Luz solar: Considerada por Seheult como “el fruto más accesible”, sus beneficios van más allá de la síntesis de vitamina D.
- Temperancia: Moderación y rechazo de toxinas como tabaco y alcohol.
- Aire: La calidad del aire, especialmente en espacios naturales, favorece la inmunidad y el bienestar mental.
- Descanso: Incluye sueño nocturno y descanso semanal, vitales para la recuperación.
- Confianza/Fe: La fe y la confianza en un propósito superior ayudan a manejar el estrés y la ansiedad.
La ciencia de la luz solar: más allá de la vitamina D
En The Diary Of A CEO, Seheult enfatizó que los efectos de la luz solar exceden la producción de vitamina D. Investigaciones recientes, como las de Russell Reiter (Universidad de Texas) y Scott Zimmerman, revelan que la radiación infrarroja del sol penetra hasta ocho centímetros y estimula la producción de melatonina directamente en las mitocondrias, los orgánulos encargados de la energía celular.
La melatonina mitocondrial funciona como un potente antioxidante, protegiendo las células del estrés oxidativo, un factor clave en enfermedades como la diabetes, la demencia y las patologías cardiovasculares. “La luz solar regula el sistema de enfriamiento de las mitocondrias, mejorando su eficiencia y frenando el deterioro vinculado al envejecimiento”, afirmó Seheult.
Durante la pandemia de COVID-19, el especialista observó que los pacientes con niveles normales de vitamina D presentaban mejor pronóstico, aunque la suplementación no replicaba los efectos positivos de la luz solar. “La vitamina D era un marcador de exposición al sol, no la causa directa de la mejoría”, sostuvo.
En Brasil, la aplicación de luz infrarroja en pacientes hospitalizados redujo la estancia media de 12 a ocho días, con mejores niveles de oxigenación y función inmune.
Estudios internacionales: menos mortalidad con más sol
The Diary Of A CEO recopila diversos estudios que confirman el vínculo entre la exposición solar y la baja mortalidad. En Suecia, una investigación con más de 20.000 mujeres durante dos décadas demostró que quienes pasaban más tiempo al aire libre tenían menor riesgo de muerte por cáncer, enfermedades cardiovasculares y otras causas, hasta el punto de que evitar el sol implicaba un riesgo de mortalidad comparable al de fumar.
En el Reino Unido, el dermatólogo Richard Waller estudió los datos del UK Biobank y concluyó que una mayor exposición a la luz solar —ya sea por actividades al aire libre o uso de solariums— se relacionaba con menor mortalidad por varias enfermedades, sin aumento en el riesgo de melanoma. Waller publicó un editorial titulado “Sunlight: Time for a Rethink”, abogando por reformular las políticas públicas sobre exposición solar.
En Brasil, Italia y Finlandia, diversos experimentos aportaron evidencia acerca de la correlación entre la luz solar —especialmente la infrarroja— y la reducción de muertes por distintas causas.
Prácticas recomendadas para una buena exposición solar
El Dr. Seheult sugiere buscar luz solar directa al menos 15 minutos al día, preferiblemente por la mañana o al atardecer, cuando predomina la radiación infrarroja. Incluso en días nublados, estar al aire libre proporciona más luz beneficiosa que permanecer en ambientes cerrados.
Para quienes residen en países con poca luz solar, recomienda lámparas de luz brillante (SAD lamps) para regular el ritmo circadiano y combatir la depresión invernal, si bien estas no sustituyen el impacto metabólico de la luz solar sobre las mitocondrias. También aconseja evitar la exposición a pantallas y luces artificiales durante la noche, ya que la luz azul inhibe la melatonina natural y perjudica el sueño. Tener días luminosos y noches oscuras es fundamental.
En cuanto a la suplementación de vitamina D, la recomienda si existe riesgo de déficit, siempre monitorizando los niveles sanguíneos. Algunos alimentos, como hongos y ciertos pescados, pueden aportar vitamina D complementaria.
Otros pilares: agua, aire, descanso y confianza
Además del sol, Seheult resaltó el valor de la hidroterapia y el uso de saunas, frecuentes en Finlandia y asociados a menor mortalidad cardiovascular. El agua caliente eleva la temperatura corporal y favorece la inmunidad contra infecciones virales.
Sobre el aire, mencionó la importancia de los fitoncidas, compuestos aromáticos liberados por los árboles que fortalecen el sistema inmune y reducen el estrés, y destacó el acceso a espacios verdes como factor asociado a menores tasas de diabetes, hipertensión y depresión.
El descanso, tanto nocturno como semanal, es esencial. Seheult aconseja desconectarse de dispositivos electrónicos y procurar un sueño profundo y reparador, en ambientes oscuros. Finalmente, subrayó que la confianza y la fe colaboran a reducir el estrés y la ansiedad, especialmente si se practican en entornos comunitarios.
Humildad médica y ciencia integrada
En la entrevista, el Dr. Seheult reflexionó acerca de los límites del conocimiento médico y la necesidad de humildad. Contó el caso de una recuperación inesperada tras un grave daño cerebral y reconoció que “solo conocemos una pequeña fracción de lo posible”.
Seheult concluyó que el objetivo no es solo tratar enfermedades, sino reforzar los eslabones de la salud mediante hábitos integrales, como promueve el modelo NEWSTART. “Si queremos vivir mejor y más tiempo, debemos incorporar la naturaleza, el descanso, una alimentación saludable y la confianza en nuestra vida diaria”, afirmó en el podcast.
La visión de Seheult, respaldada por estudios internacionales y su práctica clínica, invita a redescubrir la relación con la naturaleza y a recuperar estrategias que la ciencia moderna comienza a confirmar como esenciales para la salud y la longevidad.