El invierno representa una amenaza para quienes viven con enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC). Con el descenso de las temperaturas, se incrementan las complicaciones respiratorias y la cantidad de consultas médicas, mientras circulan mitos que pueden poner en peligro la salud de los pacientes.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la EPOC es la cuarta causa de muerte a nivel mundial y en 2021 provocó 3,5 millones de fallecimientos, lo que equivale aproximadamente al 5% de todas las muertes globales.
La OMS señaló que casi el 90% de las muertes por EPOC en personas menores de 70 años ocurre en países de ingresos medios y bajos. Esta enfermedad se posiciona como la octava causa de mala salud en el mundo, medida en años de vida ajustados en función de la discapacidad.
¿Qué es la EPOC y quiénes pueden desarrollarla?
Según la Clínica Cleveland la EPOC incluye afecciones pulmonares que dificultan la respiración, como enfisema y bronquitis crónica. Se caracteriza por inflamación y cicatrización de las vías respiratorias y daño en los alvéolos.
Los síntomas más comunes son tos persistente, exceso de mucosidad y falta de aire progresiva. Esta condición, aunque prevenible y tratable, provoca una obstrucción bronquial crónica.
Según la OMS el tabaquismo explica más del 70% de los casos de EPOC en países de ingresos altos, mientras que en las naciones de ingresos medios y bajos sugiere entre el 30% y el 40% de los diagnósticos. En estos últimos, la contaminación del aire en interiores representa otro factor de riesgo importante.
Invierno: riesgos elevados para personas con EPOC
Durante los meses fríos, las personas con EPOC enfrentan una mayor cantidad de complicaciones. Diego Litewka, jefe del Servicio de Neumonología del Hospital Fernández, advirtió que la EPOC afecta las vías respiratorias y las zonas del pulmón donde se intercambia oxígeno y sangre.
Eso dificulta la entrada y salida de aire. En invierno, aumenta la exposición a infecciones respiratorias y a situaciones ambientales que pueden empeorar los síntomas.
La combinación de aire frío, calefacción sin ventilación y mayor circulación de gérmenes transforma a esta estación en un período crítico para la salud pulmonar. Se incrementan las consultas y las internaciones por complicaciones, lo que realza el valor de la prevención y el tratamiento correcto.
5 mitos sobre frío y EPOC: respuestas de los especialistas
Médicos referentes desmienten creencias frecuentes y explican cómo prevenir crisis durante el invierno.
1- El frío provoca EPOC
Es falso. El clima no causa EPOC; la responsabilidad recae en la exposición a irritantes, sobre todo el tabaco. Las bajas temperaturas, sin embargo, pueden agravar los síntomas en quienes ya tienen la enfermedad.
Martín Sívori, jefe de Unidad de Neumotisiología del Hospital Ramos Mejía, explicó: “El aire frío provoca una contracción de las vías respiratorias que empeora en algunos pacientes la sensación de falta de aire, sobre todo al salir a la calle o en ambientes sin calefacción”.
2- Las infecciones respiratorias no tienen relación con la EPOC
Tampoco es correcto. Las infecciones virales y bacterianas son una de las causas más frecuentes de exacerbaciones en personas con EPOC.
Sívori indicó: “En invierno, aumentan los virus como gripe, coronavirus, virus sincicial respiratorio y bacterias responsables de neumonías. Estos cuadros agravan la enfermedad y pueden desencadenar una crisis respiratoria aguda que lleve a la internación”.
Por eso, se recomienda consultar al médico sobre la vacunación antigripal anual y otras como la del neumococo, COVID-19, herpes zoster y virus sincicial respiratorio.
3- Si toso más o me siento agitado en invierno, es normal y pasa solo
Este supuesto resulta riesgoso. Minimizar el empeoramiento de los síntomas, atribuyéndolo solo al clima, puede conducir a complicaciones.
Litewka advirtió: “El aumento de la dificultad para respirar, más tos o cambios en las secreciones indican que algo no está bien. Puede tratarse de una exacerbación que, si no se trata a tiempo, puede generar consecuencias graves”.
4- “Quedarse en casa y cerrar todo es lo mejor para evitar enfermarse”
La evidencia muestra lo contrario. Permanecer en espacios cerrados y mal ventilados aumenta el riesgo de complicaciones.
“El uso de calefacción sin ventilación favorece la concentración de contaminantes e impulsa la circulación de virus respiratorios. Ventilar todos los días, incluso con bajas temperaturas, es esencial. La ventilación cruzada (abrir puertas y ventanas opuestas) tres veces al día durante cinco minutos es la recomendación internacional, y mantener la temperatura interna entre 20 y 24℃”, puntualizó Sívori.
Además, el especialista recomendó actividad física regular, de tres a cinco veces por semana durante 30 minutos, preferentemente en horas de mayor temperatura, para evitar la pérdida de masa muscular y el sedentarismo.
5- No hay mucho que se pueda hacer en invierno: hay que esperar que pase
Es otra idea errónea. Litewka enumeró opciones para prevenir y controlar la EPOC: “Es clave seguir el tratamiento, evitar aglomeraciones en espacios cerrados, usar barbijo si se está cerca de personas que tosen, lavarse las manos con frecuencia y tener todas las vacunas indicadas”, dijo.
Además afirmó: “Es importante contar con un plan de acción consensuado con el médico para saber cómo proceder ante un empeoramiento de síntomas”.
Recomendaciones esenciales para enfrentar el invierno con EPOC
Los especialistas insisten en la importancia de tomar medidas preventivas:
- Mantener al día el esquema de vacunación (antigripal, neumococo, COVID-19, herpes zoster y virus sincicial respiratorio, según corresponda).
- Ventilar diariamente los ambientes, usando ventilación cruzada tres veces al día durante cinco minutos.
- Mantener la temperatura interna entre 20 y 24℃.
- Realizar actividad física regular, preferiblemente en horas de mayor temperatura.
- Evitar contacto con contaminantes y personas con síntomas respiratorios.
- Consultar rápidamente ante cualquier empeoramiento y contar con un plan de acción personalizado.