El ejercicio de resistencia rejuvenece el sistema inmunológico en adultos mayores y mejora la vitalidad defensiva (Imagen Ilustrativa Infobae)

Conservar la vitalidad del sistema inmunológico a pesar del paso de los años es posible. Un nueva investigación internacional confirma que décadas de ejercicio de resistencia no solo mantienen el cuerpo en forma, sino que permiten que las defensas internas conserven características propias de un organismo joven.

Más allá del fortalecimiento muscular o cardiovascular, la evidencia científica demuestra un beneficio silencioso pero profundo: la capacidad de resistir mejor enfermedades y desgaste biológico.

Estas conclusiones refuerzan la idea de que, incluso en la adultez avanzada, el movimiento regular es capaz de transformar el funcionamiento y la longevidad del sistema inmune.

El impacto del ejercicio de resistencia en el envejecimiento celular

La constancia en la actividad física permite que las defensas internas conserven características propias de un organismo joven (Imagen Ilustrativa Infobae)

El estudio reveló el efecto positivo del ejercicio de resistencia sostenido en el sistema inmunológico de los adultos mayores. Según hallazgos publicados por GQ, quienes han practicado deportes de resistencia durante más de dos décadas presentan un sistema inmunitario más eficiente y joven en comparación con personas sedentarias.

La investigación, desarrollada por la Universidad Estadual Paulista (Brasil) y la Universidad Justus Liebig de Giessen (Alemania), analizó a adultos mayores con una media de 64 años y observó que sus células defensivas evidencian menos signos de envejecimiento celular y una gestión energética optimizada.

El trabajo, recogido por GQ, destaca que el ejercicio de resistencia fortalece el corazón, los pulmones y ejerce un efecto directo en el sistema inmunológico. Luciele Minuzzi, investigadora principal de la Universidad Justus Liebig de Giessen, señaló: “Es como si el ejercicio también entrenara el sistema inmunológico”.

Un estudio internacional revela que décadas de ejercicio de resistencia mantienen un sistema inmunitario más eficiente y joven (Imagen Ilustrativa Infobae)

Los participantes con más de 20 años de entrenamiento mostraron que las células NK —“asesinas naturales”— respondieron con mayor eficacia ante la inflamación y conservaron eficiencia energética incluso en situaciones de estrés farmacológico en laboratorio.

Células NK y adaptaciones inmunometabólicas

Estas células NK, responsables de eliminar patógenos y células anómalas, constituyen la defensa primaria del organismo. En adultos mayores con una rutina constante de ejercicio de resistencia, las células envejecen más despacio y mantienen su funcionalidad al enfrentar agentes externos. Fábio Lira, coordinador del proyecto en la Unesp, afirmó a GQ que “el ejercicio físico es uno de estos factores que pueden beneficiar al sistema inmunológico, y en este proyecto de investigación estamos investigando cómo puede modular la respuesta inmune con el tiempo”.

Las células NK de adultos mayores deportistas responden mejor ante la inflamación y el estrés farmacológico (Imagen Ilustrativa Infobae)

Lira agregó que la inmunidad está influida por elementos como el sueño, la nutrición, la vacunación, el estrés, la inactividad y ciertos medicamentos.

El estudio identificó que una práctica deportiva regular favorece adaptaciones inmunometabólicas protectoras. Las células inmunitarias de los adultos deportistas se vuelven más maduras, menos susceptibles al agotamiento y ofrecen respuestas eficaces ante agresiones externas.

Minuzzi subrayó: “Las personas mayores entrenadas muestran una inmunidad más eficiente y adaptable, con un mayor control metabólico y menos agotamiento celular”.

Comparación intergeneracional y beneficios globales

La investigación comparó la respuesta inflamatoria entre atletas jóvenes (media de 22 años y más de cuatro años de entrenamiento) y veteranos (media de 52 años y más de 20 años de actividad física). Los deportistas veteranos reaccionaron de forma más contenida ante los mismos estímulos. Esta reacción indica que la experiencia acumulada por décadas de entrenamiento permite regular mejor las defensas corporales.

La comparación entre atletas jóvenes y veteranos muestra que la experiencia deportiva regula mejor la respuesta inflamatoria (Imagen Ilustrativa Infobae)

Según Minuzzi, el ejercicio físico habitual modula positivamente la sensibilidad adrenérgica y los sensores energéticos celulares, lo que favorece una respuesta inmunitaria equilibrada y menos inflamatoria ante factores externos.

Estos resultados se agregan a la evidencia previa sobre los efectos del ejercicio en el envejecimiento inmunológico.

Investigaciones difundidas en BMC Geriatrics y revisiones publicadas en PubMed ya establecían que la actividad física habitual contribuye a rejuvenecer el sistema inmune, con efectos como un aumento de linfocitos T vírgenes, una reducción del desequilibrio entre tipos de linfocitos (proporción CD4/CD8) y una mayor actividad de las células NK en adultos físicamente activos.

La actividad física habitual aumenta los linfocitos T vírgenes y la actividad de las células NK en adultos mayores ( Imagen Ilustrativa Infobae)

Los expertos consultados por GQ recalcan que no se requieren hazañas deportivas extremas para conseguir beneficios. Recomiendan ejercicio de resistencia regular, adaptado a las capacidades individuales, como estrategia para mantener el sistema inmunológico joven y funcional a lo largo de los años.

La investigación demuestra que la actividad física constante es una herramienta eficaz para preservar la juventud biológica y que el ejercicio de resistencia ayuda a mantener el organismo en óptimas condiciones frente al envejecimiento.