La apnea del sueño y el calentamiento global: un vínculo preocupante

Un nuevo estudio internacional, presentado el 18 de mayo de 2025 en la reunión anual de la American Thoracic Society en San Francisco, revela que el calentamiento global está asociado a un incremento significativo tanto en la incidencia como en la gravedad de la apnea obstructiva del sueño (OSA, por sus siglas en inglés).

Según informó TIME, los investigadores advierten que este vínculo podría traducirse en pérdidas económicas de miles de millones de dólares y en un deterioro sustancial del bienestar humano.

Un análisis reciente en América Latina reveló que el 45% de la población presenta un riesgo moderado o alto de sufrir apnea obstructiva del sueño (AOS), un trastorno que afecta a millones de personas a nivel global. Según los especialistas, más del 80% de los casos no son diagnosticados. El trabajo, que evaluó a 5.966 voluntarios y fue difundido a través de una campaña en Infobae, permitió identificar que este porcentaje se muestra como una de las tasas más altas reportadas en la región.

La apnea obstructiva del sueño es un trastorno que interfiere con la respiración durante el descanso, provocando interrupciones repetidas que pueden ocurrir varias veces por hora y provocan lo que los expertos denominan como» microdespertares». Los síntomas más frecuentes incluyen ronquidos intensos e irregulares, despertares recurrentes durante la noche y somnolencia excesiva durante el día, incluso después de haber dormido varias horas. En muchos casos, las pausas respiratorias son detectadas por quienes comparten la cama con la persona afectada.

El ronquido frecuente puede ser una señal de trastornos respiratorios durante el sueño, cuya gravedad podría intensificarse con el aumento de las temperaturas nocturnas
(Imagen Ilustrativa Infobae)

Cómo se realizó el estudio

El trabajo, liderado por Bastien Lechat, investigador principal y miembro sénior del Flinders Health and Medicine Research Institute de Australia, analizó datos de 125.295 usuarios de sensores de apnea instalados bajo el colchón, distribuidos en 41 países. Los registros abarcan el periodo comprendido entre enero de 2020 y septiembre de 2023.

El sensor utilizado consiste en una alfombrilla inflable colocada a la altura del pecho del durmiente, capaz de detectar variaciones de presión de aire que reflejan movimientos corporales, respiratorios y cardíacos. De acuerdo con declaraciones de Lechat recogidas por TIME, el dispositivo emplea algoritmos de aprendizaje automático para estimar métricas como la duración y las fases del sueño, los despertares y los episodios de cese respiratorio, que definen la apnea.

Cada participante aportó una mediana de 509 noches de registros, los cuales se correlacionaron con modelos de temperatura ambiental de 24 horas. Esta metodología permitió a los investigadores evaluar de manera precisa la relación entre las condiciones térmicas y la aparición de episodios de apnea.

Cuál es la asociación entre temperatura y apnea del sueño

La investigación evalúa la relación entre temperatura y apnea del sueño

Los resultados del estudio, aún no revisado por pares (Prepint), muestran una asociación significativa entre el aumento de la temperatura y la prevalencia de la apnea del sueño en 29 de los 41 países analizados. En estos lugares, el incremento del calor se relacionó con un aumento del 45% en la probabilidad de que una persona experimente al menos un episodio de apnea durante la noche.

Según detalla TIME, este fenómeno tuvo un impacto considerable en la salud y la economía: solo en 2023, el aumento de la incidencia de apnea se tradujo en la pérdida de más de 785.000 años de vida saludable —es decir, años sin discapacidad ni muerte prematura— entre los participantes del estudio. Además, los autores estiman que esta pérdida generó una reducción de 32.000 millones de dólares en productividad laboral a nivel global durante ese mismo año.

Contexto científico: antecedentes y proyecciones

La relación entre el calor y la apnea del sueño ya había sido sugerida en investigaciones previas, pero el nuevo estudio presentado por Lechat y su equipo indica que el impacto de este vínculo ha crecido entre un 50% y un 100% desde el año 2000.

El estudio sugiere que el cambio climático podría estar afectando la prevalencia de la apnea del sueño

El cambio climático ha provocado que las temperaturas nocturnas, que tradicionalmente ofrecían un alivio térmico, ya no desciendan tanto como antes en muchas regiones del mundo. Según las estimaciones recogidas por TIME, si la temperatura media global aumenta 2°C respecto a los niveles preindustriales, la prevalencia de la apnea obstructiva del sueño podría multiplicarse entre 1,5 y 3 veces para el año 2100. El informe recuerda que en 2024 el planeta ya superó el umbral de 1,5°C de calentamiento.

Explicaciones y posibles mecanismos

Aunque el mecanismo exacto que vincula el aumento de la temperatura con la apnea del sueño aún no se ha esclarecido, los investigadores plantean varias hipótesis. Una posibilidad es que el calor favorezca un sueño más superficial, etapa en la que la apnea tiende a ser más severa.

La somnolencia durante el día es uno de los efectos más comunes y subestimados de los trastornos del sueño, y podría intensificarse con el avance del cambio climático
(Imagen Ilustrativa Infobae)

Además, factores conductuales podrían influir: en noches calurosas, las personas serían menos propensas a utilizar las mascarillas de presión positiva continua en las vías respiratorias (CPAP), un tratamiento habitual para la apnea, lo que podría agravar la frecuencia y gravedad de los episodios.

Bastien Lechat, autor principal del estudio, expresó su sorpresa ante los resultados: “Nos sorprendió la magnitud de la asociación entre la temperatura ambiente y la gravedad de la OSA”.

Además, advirtió sobre las consecuencias económicas: “Nuestras estimaciones en el artículo sugieren que el aumento de la prevalencia de la OSA impulsado por temperaturas ambientales más altas podría generar un coste social global de varios billones de dólares, junto con un deterioro de la salud y el bienestar humanos”.

En su intervención final, Lechat enfatizó la importancia del descanso en la salud integral. “El sueño es el tercer pilar de la salud, junto con la nutrición y el ejercicio”, declaró el investigador y recordó que el descanso adecuado es esencial tanto para el bienestar físico como mental.