El dolor cervical afecta a más del 65% de los adultos, según fisioterapeutas (Imagen Ilustrativa Infobae)

El dolor cervical se ha convertido en una de las molestias más frecuentes en la población adulta, especialmente entre quienes pasan muchas horas sentados frente al ordenador o utilizando dispositivos electrónicos.

Las estadísticas de organizaciones profesionales, como la Asociación Española de Fisioterapeutas, advierten que más del 65% de los adultos experimentan molestias cervicales en algún momento de su vida, afectando de forma directa su bienestar y productividad laboral.

Frente a este escenario, la fisioterapia y la incorporación de ejercicios sencillos en la rutina diaria representan alternativas seguras y efectivas para aliviar los síntomas y prevenir la aparición de futuras dolencias.

¿Por qué aparece el dolor cervical?

El origen del dolor cervical suele deberse a una combinación de factores. El uso prolongado de computadoras, teléfonos móviles y tabletas, unido a una falta de actividad física regular y a las posturas inadecuadas, genera tensiones excesivas en la musculatura del cuello y los hombros.

El uso excesivo de dispositivos electrónicos y la falta de ejercicio favorecen el dolor cervical (Imagen Ilustrativa Infobae)

La adopción de una posición estática durante muchas horas, la colocación incorrecta de la pantalla o el teclado y los movimientos repetitivos contribuyen a la aparición de contracturas, rigidez articular y molestias que se pueden irradiar hacia la cabeza o los brazos, según reportó GQ.

No obstante, el dolor cervical no es exclusivo de quienes trabajan en oficinas: también afecta a conductores, estudiantes y a cualquier persona cuyo estilo de vida implique una movilidad limitada o esfuerzos repetidos de la zona cervical.

Ejercicios sencillos recomendados por fisioterapeutas

La integración diaria de ejercicios sencillos y adaptados permite disminuir la tensión cervical y reducir el riesgo de lesiones. No requieren equipamiento especial y pueden realizarse en casa o en el trabajo, siempre que se ejecuten bajo las pautas indicadas por el profesional.

Algunos de los ejercicios más recomendados por fisioterapeutas incluyen:

  • Retracción cervical: sentado con la espalda recta, realizar un movimiento de empuje suave del mentón hacia atrás, como intentando formar una doble papada. Este gesto corrige la postura y contribuye a descomprimir la zona. Mantener entre tres y cinco segundos, repitiendo diez veces.
  • Flexión y extensión de cuello: llevar con suavidad la barbilla hacia el pecho, retornar al centro y luego mirar hacia arriba, sin forzar la amplitud. Repetir de ocho a diez veces, priorizando el movimiento lento y controlado.
  • Inclinación lateral: inclinar despacio la cabeza hacia un lado, tratando de acercar la oreja al hombro, mantener cinco segundos y cambiar al otro lado. Realizar entre cinco y diez repeticiones por lado.

La inclinación lateral de cuello ayuda a mejorar la flexibilidad cervical (Imagen Ilustrativa Infobae)

  • Rotación: girar la cabeza para mirar sobre el hombro, primero hacia la derecha y luego a la izquierda, manteniendo la postura unos segundos en cada giro.
  • Elevaciones de hombros: elevar ambos hombros hacia las orejas y luego descenderlos lentamente, favoreciendo la relajación muscular.

Estos ejercicios, practicados a diario y respetando los límites del cuerpo, mejoran la circulación, la flexibilidad y la fuerza de la musculatura cervical y escapular. Es fundamental evitar movimientos bruscos o forzados y suspender la actividad si aparece dolor agudo.

Consejos de ergonomía y hábitos saludables

Además de los ejercicios, los fisioterapeutas insisten en la importancia de corregir el entorno y las costumbres que facilitan el dolor cervical:

  • Ajustar la altura de la pantalla para que esté alineada con la mirada.
  • Mantener la espalda recta y los hombros relajados durante el trabajo.
  • Hacer pausas activas cada una o dos horas para cambiar de posición y mover el cuello.
  • Evitar sujetar el teléfono entre el hombro y la oreja.
  • Usar sillas lo más rectas posibles y ajustar la altura del asiento de manera que los pies estén apoyados en el suelo.

Evitar sujetar el teléfono entre el hombro y la oreja puede prevenir lesiones cervicales (Imagen Ilustrativa Infobae)

Incorporar pequeñas rutinas de estiramiento a lo largo de la jornada laboral y en casa puede transformarse en la mejor estrategia preventiva y de autocuidado.

Cuándo consultar a un profesional

Aunque los ejercicios básicos suelen ser seguros y útiles para la mayoría de las personas, es imprescindible consultar a un fisioterapeuta o un médico en caso de que el dolor cervical sea intenso, persista durante varias semanas, se acompañe de hormigueo, debilidad, mareos o pérdida de movilidad.

La intervención temprana de un especialista garantiza un diagnóstico preciso y la personalización de las medidas terapéuticas.

Consultar a un fisioterapeuta es fundamental si el dolor cervical es intenso o persistente (Freepik)

El dolor cervical es un problema cada vez más habitual, resultado del estilo de vida contemporáneo. Sin embargo, mediante el acompañamiento de la fisioterapia y la adopción de ejercicios sencillos, una buena higiene postural y hábitos saludables, es posible aliviar las molestias y evitar recaídas.

La clave radica en escuchar al cuerpo, adaptar las actividades y buscar ayuda profesional cuando sea necesario, asegurando así el bienestar a largo plazo de la zona cervical y una mejor calidad de vida.