El síndrome del cuello tecnológico o 'tech neck' se relaciona con el uso excesivo de dispositivos electrónicos y afecta la salud cervical (Freepik)

En la actualidad, el dolor de cuello se convirtió en una molestia frecuente para millones de personas, en gran parte debido al uso intensivo de dispositivos electrónicos. El llamado “tech neck” —síndrome del cuello tecnológico— es una de las principales causas de esta dolencia, según la Cleveland Clinic.

Consiste en molestias musculoesqueléticas que surgen al mantener la cabeza inclinada hacia adelante para mirar pantallas. Esta tendencia, cada vez más extendida, hizo que los problemas en el cuello, hombros y espalda aumenten, afectando la calidad de vida de quienes pasan horas frente a estos aparatos.

Qué es el “tech neck” y por qué ocurre

El “tech neck” es una lesión por uso repetitivo producida por la flexión constante del cuello al mirar hacia abajo para interactuar con dispositivos electrónicos.

La inclinación de la cabeza hacia adelante al mirar pantallas incrementa la presión sobre la columna cervical y los músculos del cuello (Freepik)

Según la Cleveland Clinic, la cabeza humana pesa aproximadamente entre 4,5 y 5,5 kilogramos, y la columna cervical está diseñada para soportar ese peso en posición neutra. Cuando se inclina hacia adelante, la presión sobre los músculos y las vértebras cervicales aumenta considerablemente, lo que, con el tiempo, provoca sobrecarga y daño estructural.

Según el estudio del cirujano de columna Kenneth K. Hansraj, a medida que la cabeza se inclina hacia adelante mientras miramos el celular, la carga sobre la columna aumenta de forma exponencial: a 15 grados, el cuello soporta aproximadamente 12 kg; a 30 grados, cerca de 18 kg; y a 60 grados, unos 27 kg.

Esta presión sostenida no solo afecta a los músculos, sino también a los ligamentos, fascias y articulaciones facetarias, acelerando la fatiga y favoreciendo microlesiones por sobreuso.

Flexión prolongada del cuello modifica la postura, disminuye la movilidad y puede derivar en dolencias persistentes, por lo que ajustar la posición y consultar a un profesional resulta clave (Imagen Ilustrativa Infobae)

Investigaciones en Journal of Electromyography and Kinesiology indican que la flexión prolongada puede generar inflamación de bajo grado en la musculatura cervical y afectar funciones clave como la propiocepción (la capacidad del cuerpo para percibir la posición y el movimiento de sus partes). Además, se ha asociado con cefaleas tensionales y, en algunos casos, mareos de origen cervical, según revisiones publicadas en Cephalalgia.

El quiropráctico Andrew Bang de la Cleveland Clinic, explica que la postura adelantada de la cabeza puede acelerar la degeneración de los discos cervicales, aumentando las probabilidades de lesión tanto en el cuello como en la musculatura circundante. Además, encorvar los hombros en busca de una mejor visión de la pantalla incrementa la presión en toda la zona alta del cuerpo, lo que genera un efecto acumulativo y eleva el riesgo de problemas serios.

Síntomas, causas y factores de riesgo

Los síntomas del “tech neck” incluyen rigidez, dolor punzante o tensión en el cuello y los hombros. Estos signos suelen aparecer tras largas jornadas de uso de teléfonos o computadoras con posturas inadecuadas.

El 'tech neck' provoca síntomas como rigidez, dolor punzante y espasmos musculares en el cuello y los hombros (Imagen Ilustrativa Infobae)

Según el Dr. Bang, cuando los músculos del cuello se debilitan, el movimiento se ve limitado y pueden aparecer espasmos que reducen la movilidad. Si no se corrige la causa, el dolor puede volverse crónico, provocando incluso problemas como artritis o deterioro de los discos cervicales. En situaciones graves, el dolor se irradia hacia los hombros o brazos y puede interferir con las actividades diarias, perjudicando el bienestar general.

El principal factor de riesgo es el uso excesivo de dispositivos electrónicos. Datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) reflejan que el 16,1% de los adultos consultados afirmó haber sufrido dolor de cuello en los tres meses previos.

Esta dolencia afecta más a mujeres y se vuelve más frecuente con el paso de los años. Además, actividades como conducir durante periodos largos o trabajar sin pausas también aumentan las posibilidades de sufrir este problema.

Prevención: ergonomía y hábitos saludables

Estudios muestran que la flexión prolongada del cuello puede causar inflamación, cefaleas tensionales y mareos de origen cervical (Freepik)

  • Elevar la pantalla hasta la altura de los ojos para evitar que la cabeza se incline hacia adelante, recomienda Cleveland Clinic.
  • Sentarse con la espalda recta y los hombros relajados, manteniendo ambos pies apoyados en el piso.
  • Evitar las posturas sostenidas mirando hacia abajo, especialmente al usar el celular.
  • Hacer pausas frecuentes, pararse, caminar y mover el cuello para cortar la tensión acumulada.
  • Realizar estiramientos suaves del cuello y los hombros a lo largo del día.
  • Al dormir, optar por un colchón firme y una almohada adecuada, y evitar posiciones que mantengan el cuello torcido.
  • Para aliviar el dolor, aplicar hielo durante los primeros dos o tres días y luego alternar con calor mediante compresas o duchas tibias.
  • Usar analgésicos de venta libre, como ibuprofeno o paracetamol, si las molestias lo requieren.
  • Los masajes suaves pueden ayudar a disminuir la rigidez.
  • Recomiendan consultar a un especialista si el dolor persiste más de dos meses o interfiere con las actividades diarias.

Especialistas recomiendan elevar la pantalla a la altura de los ojos y mantener una postura erguida para prevenir el 'tech neck' (Freepik)

Además de estas consecuencias reconocidas por la Cleveland Clinic, un estudio publicado en la revista Clinical Biomechanics advierte que mantener la cabeza inclinada durante largos periodos provoca adaptaciones musculares y articulares que pueden derivar en efectos más complejos si no se corrige la postura. Entre ellos se incluyen:

  • Cefaleas tensionales, vinculadas a la postura adelantada de la cabeza.
  • Reducción de la capacidad respiratoria por el cierre del pecho y la disminución de la movilidad torácica.
  • Pérdida progresiva de la movilidad cervical, que puede disminuir entre un 20% y un 30% según el grado de inclinación y el tiempo de exposición.
  • Aumento del dolor crónico en la parte alta de la espalda, asociado a la postura inclinada y el desequilibrio muscular.

En conjunto, especialistas advierten que, sin cambios en los hábitos posturales, el “tech neck” puede convertirse en un cuadro persistente que afecta actividades cotidianas como trabajar, manejar, dormir o incluso realizar movimientos simples como girar la cabeza.