Diversos estudios revelan que la presencia de los abuelos en la crianza mejora el desarrollo cognitivo y el bienestar emocional de los niños (Imagen Ilustrativa Infobae)

Un nieto es un vínculo que va más allá del legado de la sangre, porque une a la familia, a distintas generaciones y es un paso hacia la trascendencia. En esa relación tan bella de abuelo y nieto los beneficios son recíprocos.

Según un informe de Aldeas Infantiles SOS España, “varios estudios científicos recientes han demostrado que la presencia de los abuelos en la crianza de los nietos está asociada a un mejor desarrollo cognitivo y mayor bienestar emocional y social en los niños. El cariño y la estabilidad son piezas fundamentales para poder transmitir valores como la tolerancia, la paciencia o el respeto”, señaló el informe.

Desde la otra cara de la moneda, “la relación cercana con los nietos brinda a los abuelos una sensación de propósito y satisfacción personal, y puede suponer un estímulo y una oportunidad de comprobar que siguen siendo útiles y tienen mucho que aportar a sus familias y al mundo”, afirmó el estudio.

En diálogo con Infobae, Graciela Zarebski, doctora en Psicología por la Universidad de Buenos Aires, docente, autora de libros, directora del Instituto Iberoamericano de Ciencias del Envejecimiento, expresó:

Para los abuelos, el vínculo con los nietos brinda propósito, satisfacción personal y una oportunidad de sentirse útiles (Imagen Ilustrativa Infobae)

“Para los nietos, el bagaje de experiencias, conocimientos y valores que reciben con el afecto de un/a abuelo/a que desea transmitir un legado, les permite conocer la historia familiar y cultural (por ejemplo, cómo se jugaba antes) y, por lo tanto, saber más de su propia historia y la de sus padres. Esto contribuye a la salud mental familiar, al poder ubicar a sus padres al mismo tiempo como hijos de sus abuelos, es decir la cadena trigeneracional (o multigeneracional) a la que adviene”.

Por su parte, Gabriela Puerta, licenciada en Trabajo Social, especializada en gerontología en el Centro Hirsch (MP 9681), explicó a Infobae: “Los lazos emocionales que se crean entre abuelos y nietos son únicos, muy fuertes y van a permanecer durante toda la vida. Además de que se van a favorecer mutuamente por la propia compañía, los abuelos van a tener un propósito, van a mantenerse activos y conectados para ese vínculo”.

Y destacó que uno de los beneficios más importantes del vínculo entre abuelos y nietos es que los primeros van a poder transmitirle a sus nietos todos sus saberes, aprendizajes, conocimientos y tradiciones familiares. “Esto va a favorecer que los nietos vayan desarrollando su identidad y su sentido de pertenencia a la familia, a los abuelos. Muchas veces cuentan historias relacionadas con sus hijos, que son los padres de sus nietos y eso a ellos les suele divertir mucho”.

El legado familiar que transmiten los abuelos fortalece la identidad y el sentido de pertenencia de sus nietos (Imagen Ilustrativa Infobae)

Y completó: “ Esta relación intergeneracional va a aportar beneficios significativos y no solo a los nietos, sino también a los padres, fortaleciendo así la unidad familiar. Otras de las ventajas es que los nietos se van a nutrir de la visión de sus abuelos, porque también son perspectivas de ver al mundo muy diferentes. Entonces las van a poder ampliar al relacionarse, al vincularse el mundo interno de la persona mayor y de los más jóvenes».

“Gracias a esta curiosidad que tienen los nietos, los más chicos y los más grandes, también en relación a al pasado y a la vida de sus abuelos, se va a promover también el pensamiento crítico. Porque al escuchar otras perspectivas, van a tener una opinión propia sobre los diversos temas de la realidad”, agregó Puerta.

Según explicó en su página web Álvaro Bilbao, doctor en Psicología de la Salud, neuropsicólogo formado en el Hospital Johns Hopkins y el Royal Hospital for Neurodisability de Londres, los beneficios en los niños cuando comparten tiempo con son sus abuelos son muy valiosos. Entre ellos los abuelos cusan los siguientes efectos en los nietos:

Los lazos entre abuelos y nietos estimulan el lenguaje, la empatía y la capacidad de adaptación en los más pequeños (Imagen Ilustrativa Infobae)

  • Estimulan el desarrollo del lenguaje: la interacción con distintas personas expone a los niños a diversos tonos, acentos y formas de pronunciación, lo que mejora su comprensión auditiva y tiene un impacto positivo en su desarrollo lingüístico.
  • Fortalecen el vínculo afectivo: compartir tiempo juntos favorece la construcción de confianza y autoestima. No es recomendable forzar la relación; lo mejor es permitir que se desarrolle de forma natural.
  • Fomentan la flexibilidad y la resiliencia: la convivencia con otras figuras adultas contribuye a ampliar los patrones de pensamiento y comportamiento en los niños.
  • Mejoran la autoestima: una relación cercana con los abuelos se asocia a un mayor bienestar en los niños, según un estudio de la Universidad de Oxford, mencionó Bilbao. Su influencia positiva se vincula al amor incondicional, el apoyo emocional y la sensación de pertenencia.

Algunos abuelos rectifican errores pasados al criar nietos, lo que favorece la reconciliación con sus propios hijos (Imagen Ilustrativa Infobae)

  • Protegen el bienestar psicológico a largo plazo: de acuerdo a Bilbao, los niños que crecen con una conexión afectiva con sus abuelos presentan menor riesgo de sufrir depresión en la adultez, según investigaciones.
  • Promueven el respeto y la empatía: la convivencia con adultos mayores enseña a los niños a valorar a las personas mayores y a desarrollar actitudes empáticas y solidarias.

Beneficios de ser abuelo

Para la licenciada Puerta, que un abuelo se vincule con su nieto va a favorecer su autoestima y su protagonismo dentro de la familia. “El sentirse reconocido, valorado, escuchado y tenido en cuenta por su nieto va a favorecer que la persona mayor se sienta mejor, que tenga un proyecto. El encuentro con un nieto es todo un proyecto en sí mismo más cuando el vínculo es significativo”, subrayó.

Por su lado, la doctora Zarebski explicó que el vínculo con nietos, como todo vínculo intergeneracional, constituye una multiestimulación vital -agrega vida- y también actúa a nivel cerebral, ya que es la oportunidad de ejercer un nuevo rol que será enriquecedor por varios motivos, los cuales describe a continuación:

La convivencia intergeneracional favorece la autoestima de los abuelos y su protagonismo dentro de la familia (Imagen Ilustrativa Infobae)

  • Acompañar con su apoyo a sus hijos permitirá a los abuelos revivir las etapas de crianza de un niño. “También podrá incorporarse a nuevos vínculos intergeneracionales, reconectándose con el juego, la fantasía, la imaginación. Esto despertará a su niño y adolescente dormidos”, dijo la doctora.
  • Vivenciar el beneficio de la longevidad, que los recompensa con el ser testigo del crecimiento de las generaciones que le siguen. “En este sentido, les otorga el lugar de transmisor de la historia familiar y la descripción de otras épocas y costumbres, actuando así como un eslabón en la cadena de generaciones, lo cual reafirma su autoestima”, describió la experta.
  • Le da la ocasión de reparar los errores de crianza con los propios hijos. “Y por eso da la oportunidad hasta de reconciliarse en algunas cosas con los hijos, cuando ellos ven que como abuelas/os rectificamos algunos de los errores que cometimos con ellos”, destacó la doctora.

“Este modelo positivo de abuelidad se erige en identificación para hijos y nietos, al actuar como espejo anticipado de lo satisfactorio que será llegar a ese rol y a esa etapa vital. Y, fundamentalmente, brinda la oportunidad de nuevos vínculos afectivos muy significativos”, completó Zarebski.

Cuando aparecen los problemas

Cuando los abuelos no respetan los límites parentales, pueden generarse conflictos que afectan el equilibrio emocional de toda la familia (Imagen ilustrativa Infobae)

Los expertos recomiendan estar atentos a que una relación que puede ser tan fecunda como la de un abuelo y un nieto, no se vea interferida por los elementos no resueltos con los padres del mismo.

De acuerdo a Zarebski, “existen casos de abuelos/as centrados/as en sí mismos, para quienes llegar a ser serlo (e incluso que sus nietos así los nombren) es rechazado, porque les simboliza que están envejeciendo. También están quienes no se abren al intercambio intergeneracional porque, desde una posición rígida, pretenden imponer a los jóvenes que ‘el pasado era mejor’, de modo que no se flexibilizan para incorporar lo nuevo. Lo que sucede en estos casos es una brecha: se los deja hablando solos, su palabra no despierta interés, genera una reacción de hostilidad o indiferencia en las otras generaciones», describió.

Otra situación es cuando los abuelos desautorizan en sus funciones a los padres o los padres delegan sus responsabilidades en los abuelos, en cualquiera de los dos casos, los nietos se ven perjudicados. “Los conflictos interpersonales entre los miembros de una familia afectan a todos sus integrantes. Los nietos pueden convertirse en víctimas, al generarse desequilibrios familiares y confusiones en los niños», afirmó la experta.

Las nuevas tecnologías permiten que abuelos a distancia mantengan vínculos afectivos con sus nietos (Imagen ilustrativa Infobae)

Otras situación problemática que planteó la doctora es lo que se ha dado en llamar en los tiempos actuales la “abuelidad esclava”, aquella abuela/o tiranizada por sus hijos o por sus propios mandatos internos, de dedicar su vida a sus nietos. “Sin embargo, las abuelas/os actuales se han liberado”, explicó Zarebski, y desarrollan múltiples roles y actividades, a partir de sus deseos”, planteó.

Y sumó otra circunstancia que se plantea hoy cuando los hijos han migrado y conocen a sus nietos por una foto enviada por WhatsApp o por videollamada. “Esto sirvió de estímulo a muchas personas mayores flexibles a abrirse al aprendizaje de las nuevas tecnologías que les permitan establecer y mantener un vínculo fluido a distancia”, destacó Zarebski.

También se da la situación de las mujeres que desean ser abuelas, pero sus hijos postergan su maternidad/paternidad, “por darse más tiempo para desarrollarse en otras realizaciones, o simplemente, porque no lo desean”, señaló Zarebski.

Acompañar la crianza permite a los abuelos revivir etapas, reconectarse con el juego y despertar su niño interno (Freepik)

Según Álvaro Bilbao, algunas de las cosas que no deben hacer los abuelos para mantener una buena relación con sus hijos y nietos son:

  • Esperar la misma educación que dieron ellos. Bilbao recomendó “Es importante que confíen en nosotros como padres y que respeten nuestros métodos.”
  • Dar lecciones sin pedírselas. “Los abuelos que se creen padres e intervienen en nuestros asuntos sin ser requeridos pueden ser contraproducentes. Es importante reconocer que cuanto menos interfieran y más respetuosamente se involucren en nuestras vidas, mejor será para todas las partes”, indicó Bilbao.
  • Saltarse las reglas de alimentación. “Los abuelos deben adoptar una actitud de respeto hacia nuestras elecciones para contribuir a mantener una armonía en la familia y fortalecer los lazos de confianza”, aseguró Bilbao.

Cómo construir una buena relación abuelo -nieto

El respeto por los roles y el diálogo familiar son clave para construir una relación sana entre abuelos, padres y nietos (Imagen ilustrativa Infobae)

Para cultivar una buena relación abuelo – nieto, el mantenimiento de roles es clave, dicen los expertos.

Según Zarebski, “Abuelos y padres, cada uno en la función que le corresponde, deben acompañar en la construcción de la subjetividad del niño y en su sano crecimiento. El diálogo entre los miembros de la familia es la clave, que permita la conciliación entre las libertades de todos sus integrantes y la oportunidad para que todos sean escuchados. Es vital ubicarse cada uno en su rol, en el caso de los abuelos, ubicarse como padre/madre de un padre/madre, respetando los límites y generando coherencia por parte de los adultos, a fin de transmitir a los niños un clima familiar de armonía y seguridad”.

Por su parte, la licenciada Puerta expresó que al hablar de la relación abuelo nieto se suele pensar en un abuelo sano, lúcido que tiene capacidad para interactuar, dialogar o pasear. “Sin embargo, muchas veces el abuelo fue así en algún momento pero con el tiempo se ha ido deteriorando, tiene algún problema físico, cognitivo y eso no quita que el vínculo siga siendo muy importante y significativo para ambos. Para el nieto va a ser más difícil poder vincularse con su abuelo si no está como estaba antes, pero siempre poder compartir un abrazo, tomarle las manos, compartir una música o simplemente estar juntos al aire libre va a ser muy gratificante para ambos sobre todo para la persona mayor que va a sentir el afecto de ese ser querido».

Finalmente, concluyó: “Lo más importante es que en el tiempo compartido estén conectados afectivamente y que haya una comunicación, que estén disponibles y se escuchen el uno al otro. Todo eso va a hacer que ese encuentro sea realmente significativo y amoroso”.