El poder de la palabra y el acompañamiento emerge como un recurso fundamental para quienes enfrentan traumas físicos, permitiendo reconstruir la autoestima y hallar sentido tras la adversidad (Bupa)

Un vuelco inesperado marcó la vida de Curtis McGrath cuando, durante una misión en Afganistán, perdió ambas piernas a causa de una mina. Lejos de dejarse vencer, comprendió que dialogar con otros, expresar emociones y compartir su historia lo ayudarían a transitar el proceso de recuperación física y emocional. Un artículo de National Geographic relata cómo la comunicación y el sentido de comunidad pueden transformar una experiencia traumática en un motor de superación.

El simbolismo del remo decorado con motivos aborígenes, denominado “El Viaje”, acompaña a McGrath en cada competencia. Esa imagen representa la fuerza de los lazos entre los atletas paralímpicos y el valor de enfrentar desafíos de manera colectiva. Compartir vivencias y buscar el apoyo de otros fueron acciones fundamentales para encarar el trauma y construir una nueva etapa.

Las cifras de una investigación encargada por Bupa aportan un dato relevante: un 49% de la población prefiere no abordar públicamente sus problemas de salud y, de ellos, el 25% lo evita por miedo al estigma o la vergüenza. No obstante, el 82% reconoce los beneficios de hablar y abrirse, especialmente tras situaciones límite como la pérdida de un miembro.

Un estudio internacional encargado por Bupa señala que cerca de la mitad de las personas prefiere guardar silencio ante problemas de salud, aunque la mayoría reconoce que abrirse aporta ventajas tangibles al bienestar (Bupa)

Expresar las emociones y buscar apoyo: retos y beneficios

El recuerdo de McGrath sobre su accidente resulta tanto crudo como revelador: “Mi trabajo era buscar minas terrestres. Encontré una con mis pies. Detonó debajo de mí y me arrancó ambas piernas”. Veinte minutos después del incidente, optó por hacer pública su visión de futuro con una cuota de humor, asegurando a sus compañeros: “Estaré bien, me verán en los Paralímpicos”.

Este gesto, lejos de ser trivial, señala la importancia de reconocer y dialogar sobre el trauma como primer paso hacia la aceptación.

Lesiones de esta magnitud despiertan una amplia gama de emociones: desde el duelo y la ira, pasando por la ansiedad, hasta la depresión y la negación. Poner en palabras estos sentimientos, según la publicación, facilita una mejor gestión personal y contribuye al equilibrio mental.

Nadie recorre ese proceso de sanación en solitario. Como afirma el atleta australiano, la capacidad del cuerpo para sanar se complementa con el acompañamiento de quienes rodean al afectado. El intercambio de dudas, miedos o expectativas contribuye a fortalecer vínculos y evitar el aislamiento que suele acompañar al dolor físico y emocional.

No todos encuentran fácil verbalizar lo que sienten o piensan, ya sea por incredulidad, inseguridad o temor a incomodar. Sin embargo, quienes mantienen el silencio sobre su estado de salud tienden a experimentar un mayor deterioro.

Compartir temores y dudas, aunque desafiante, resulta clave para reducir el aislamiento y transformar la vulnerabilidad en fortaleza durante el proceso de rehabilitación (Bupa)

El papel de las redes de apoyo y el deporte en la rehabilitación

Las redes de pares y los espacios colectivos cumplen una función fundamental para quienes atraviesan situaciones similares. La posibilidad de intercambiar relatos, consejos y emociones en grupos específicos o foros en línea refuerza la empatía y el acompañamiento mutuo.

En el caso de McGrath, la pertenencia a entornos deportivos de personas con discapacidad marcó un antes y después. Seis meses después del accidente viajó a Estados Unidos para asistir a los Marine Trials Games, donde presenció cómo otros veteranos superaban obstáculos similares realizando actividades que él consideraba impensables tras la lesión.

El descubrimiento del paracanoa lo llevó a los Invictus Games de Londres en 2014, una competencia dedicada a la recuperación física y psicológica de militares heridos. “Ir a los Invictus Games fue enorme”, relató, valorando no solo el aspecto deportivo, sino el respaldo que estos eventos brindan a las familias involucradas.

La celebración del esfuerzo compartido y la superación personal impulsaron su crecimiento dentro y fuera del agua. A lo largo de los años, cosechó medallas mundiales y paralímpicas, consolidándose como referente en temas de discapacidad y salud. Actualmente, combina la labor de orador motivacional con la promoción de iniciativas como las impulsadas junto a Bupa, alentando a otros a dialogar abiertamente sobre bienestar y recuperación.

En el cierre, McGrath deja un mensaje final dirigido a quienes atraviesan dificultades, subrayando el valor de compartir y buscar apoyo: “Recuerda que los momentos difíciles no duran para siempre. Siempre hay alguien pasando por algo similar. Es tu responsabilidad tender la mano, hablar y ver en qué te puedes convertir”.