El dolor menstrual afecta de forma frecuente a muchas mujeres y las estrategias para enfrentar estas molestias son tan variadas como, en algunos casos, complejas. Sin embargo, existe métodos validados por especialistas puede mejorar el bienestar durante el ciclo.
Según médicos de Cleveland Clinic, opciones como la terapia de calor, el ejercicio físico moderado y los medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINE) destacan entre los métodos más efectivos para aliviar el malestar menstrual.
Beneficios del calor y el ejercicio
La Dra. Alison Stalzer, obstetra y ginecóloga de Cleveland Clinic, explica que aplicar calor en la zona abdominal —mediante una almohadilla térmica o venda adhesiva— relaja la musculatura uterina y reduce la percepción del dolor.
Esta recomendación parte de la respuesta positiva de los músculos ante el calor, especialmente cuando experimentan contracciones o tensión.
En tanto, la actividad física durante el periodo menstrual también representa uno de los enfoques no farmacológicos más recomendados para tratar el dolor. “El calor y el ejercicio son nuestras dos opciones de primera línea para el tratamiento no farmacológico”, afirmó la Dra. Stalzer.
El entrenamiento favorece la liberación de endorfinas, sustancias que actúan como analgésicos naturales y contribuyen a mejorar el ánimo. No es necesario realizar rutinas extenuantes; caminar, nadar, practicar yoga o ejercicios suaves pueden brindar beneficios.
Opciones farmacológicas y comprensión del origen
En el ámbito farmacológico, medicamentos como el ibuprofeno resultan útiles, ya que evitan la liberación de compuestos responsables de las molestias. “Estos (fármacos) bloquean la liberación de prostaglandinas, lo que puede significar menos contracciones y menos dolor”, explicó la Dra. Stalzer.
En tanto, comprender el origen del dolor menstrual facilita la elección del remedio más eficaz. Durante la menstruación, el endometrio —la capa interna del útero— se desprende, lo que impulsa la producción de prostaglandinas. Estas sustancias generan las contracciones uterinas que originan los cólicos. Por esta razón, las estrategias que relajan el músculo uterino o disminuyen la inflamación pueden aportar alivio.
Alimentación e hidratación como aliados
Junto a las principales recomendaciones, Cleveland Clinic destaca la importancia de cuidar la alimentación y la hidratación. Una dieta basada en alimentos naturales e integrales —granos enteros, verduras de hoja verde, legumbres, arándanos y manzanas— contribuye a reducir la inflamación y a regular los niveles hormonales.
Los antioxidantes presentes en estos alimentos ayudan a combatir los radicales libres, mientras que la fibra facilita la eliminación del exceso de estrógeno. Beber suficiente agua es fundamental, pues la deshidratación puede aumentar los calambres.
Las bebidas calientes como té descafeinado, café o agua con miel pueden ser reconfortantes, aunque no existe evidencia científica que respalde su eficacia. Según la Dra. Stalzer, si estas opciones generan bienestar, su consumo es aceptable.
Precauciones con remedios alternativos
Algunos remedios promocionados para combatir el dolor menstrual no cuentan con respaldo profesional. Los suplementos de venta libre —incluidos productos herbales y vitamínicos— no están sujetos a estricta regulación y pueden provocar efectos secundarios o interactuar con otros medicamentos.
“Solemos recomendar evitar los suplementos de venta libre”, advirtió la Dra. Stalzer. En ese tono, la experta advirtió que algunos, como la hierba de San Juan, pueden aumentar el riesgo de sangrado. Por este motivo, los especialistas insisten en que cualquier suplemento —incluso si es natural— debe ser consultado previamente con un profesional.
En ciertos casos, el dolor menstrual podría indicar un problema de salud subyacente. Los expertos de Cleveland Clinic aconsejan buscar atención médica si los cólicos persisten más de lo habitual, se acompañan de sangrado excesivo —como empapar más de una compresa por hora durante dos horas— o si los medicamentos habituales dejan de funcionar. Bajo estas circunstancias, es necesario descartar afecciones como la endometriosis u otras patologías ginecológicas.
Aunque el malestar leve es común durante el ciclo menstrual, existen alternativas para hacerlo más tolerable. Si las soluciones caseras y los medicamentos de uso habitual no logran el efecto deseado, consultar a un profesional de la salud puede ofrecer nuevas alternativas y mejorar el bienestar durante la menstruación.