Una correcta rutina de cepillado ayuda a prevenir tanto caries como enfermedades periodontales (Imagen Ilustrativa Infobae)

La forma de cepillarse los dientes puede influir directamente en la salud, y su impacto va mucho más allá de lo estético. Adoptar la técnica adecuada y seleccionar el cepillo correcto, por ejemplo, son factores esenciales para evitar complicaciones asociadas a la acumulación de placa y sarro.

Estos problemas, según Harvard Health Publishing, pueden provocar desde caries y enfermedades periodontales hasta afecciones sistémicas, con especial incidencia en adultos mayores y personas con necesidades especiales.

Desde Mayo Clinic apuntan: “Cuando te cepillas, quitas los alimentos y la placa de los dientes. La placa es una película blanca y pegajosa que se forma en los dientes, y contiene bacterias. Después de comer una comida o un refrigerio que contenga azúcar, las bacterias de la placa producen ácidos que atacan el esmalte dental. El esmalte es el revestimiento duro externo que cubre los dientes”.

En cualquier caso, siempre es fundamental asesorarse y consultar con un profesional.

El impacto de una técnica adecuada

Una técnica inadecuada puede causar daños en dientes y encías, mientras que un cepillado correcto previene la acumulación de placa y sarro.

La elección del cepillo influye directamente en la protección de encías y esmalte dental (Imagen Ilustrativa Infobae)

La relación entre salud bucal y salud general fue ratificada por la Cleveland Clinic, que sostiene que las bacterias orales pueden originar enfermedades en otros sistemas. Además, cuidar la salud bucal puede influir en la salud general.

¿Cómo es la técnica correcta de cepillado?

Harvard Health Publishing recomienda colocar el cepillo en un ángulo de 45 grados respecto a las encías y apuntar las cerdas hacia la unión entre el diente y la encía, donde suele acumularse placa. Se deben realizar movimientos cortos, suaves y circulares, cubriendo la cara externa, interna y la superficie de masticación de cada diente.

No se debe ejercer demasiada presión para evitar irritaciones y lesiones en las encías. Si se presiona demasiado al cepillar, se irritarán y posiblemente lastimarán las encías. La limpieza debe incluir la lengua, donde se acumulan bacterias responsables del mal aliento.

Se recomienda cepillarse al menos dos veces al día durante dos minutos, dividiendo el tiempo para asegurar la limpieza de todos los dientes. En personas que ingieren varias comidas pequeñas, podría ser necesario aumentar la frecuencia del cepillado.

No es aconsejable hacerlo inmediatamente después de consumir alimentos ácidos, es preferible enjuagarse con agua y esperar entre veinte y treinta minutos antes de cepillarse con una pasta con flúor. De acuerdo con lo divulgado en University of Utah Health, esta práctica ayuda a proteger el esmalte dental.

En ese sentido, en MedlinePlus, el sitio de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, plantean que “comer y beber muchas cosas dulces incrementa su riesgo de presentar caries dentales”.

Elección y mantenimiento del cepillo de dientes

El uso del hilo dental complementa la limpieza diaria y elimina la placa entre los dientes (Imagen Ilustrativa Infobae)

La selección del cepillo es fundamental. Tanto los cepillos manuales como los eléctricos resultan eficaces si se utiliza la técnica correcta. Los cepillos eléctricos pueden resultar cómodos para quienes tienen problemas motrices, y algunos modelos cuentan con temporizadores y sensores de presión. Lo importante no es el cepillo de dientes, sino la técnica, según Harvard Health Publishing.

Las cerdas suaves son recomendables porque eliminan la placa sin dañar las encías ni erosionar el esmalte. La elección debe adaptarse a la salud de las encías y a las necesidades individuales. Es indispensable reemplazar el cepillo cada tres o cuatro meses, o antes si las cerdas se deforman.

En MedlinePlus aconsejan “utilizar pasta dental (dentífrico) que contenga fluoruro. El fluoruro ayuda a fortalecer el esmalte de los dientes y a prevenir la caries”.

El cepillado no cubre todas las áreas entre los dientes. El uso diario de hilo dental es imprescindible para eliminar la placa y restos de comida a los que el cepillo no llega. Se puede optar por hilo dental tradicional, portahilos o irrigadores bucales según la preferencia.

Después del uso de estos productos, conviene enjuagar la boca para eliminar los residuos. La limpieza de la lengua, ya sea con el cepillo o un raspador, ayuda a mantener el aliento fresco.

El cepillado correcto reduce el riesgo de infecciones que pueden afectar órganos vitales (Freepik)

Cuando la persona no pueda cepillarse de forma autónoma, el cuidador debe preparar un entorno seguro, explicar los pasos y emplear técnicas que generen confianza. Para el Instituto Nacional de Investigación Dental y Craneofacial, el método “decir-mostrar-hacer” ayuda a reducir la ansiedad y fomenta la cooperación.

Importancia de las visitas al dentista

Para la Cleveland Clinic, las consultas y limpiezas profesionales en el consultorio dental complementan el cuidado en casa. Los exámenes detectan problemas en etapas tempranas y permiten adaptar la rutina de higiene a cada caso.

Tres fragmentos de alto impacto:

  • La técnica adecuada de cepillado es el pilar fundamental para mantener la boca libre de placa.
  • El éxito en la prevención de problemas dentales depende de los hábitos que se cultivan en casa.
  • Sin presión excesiva ni descuidos, la higiene oral protege mucho más que la sonrisa.

De acuerdo con Mayo Clinic, además de cepillarte los dientes dos veces al día, también es importante usar hilo dental una vez al día, beber mucha agua —preferentemente la que contenga fluoruro si está disponible en tu comunidad— porque ayuda a reducir el riesgo de caries, seguir una dieta saludable y limitar tanto los alimentos como las bebidas con azúcar, usar un enjuague bucal después de cepillarte los dientes y emplear hilo dental, comprar un cepillo de dientes nuevo cada tres o cuatro meses o antes si las cerdas están desgastadas, dobladas o rotas, no fumar ni consumir otros productos con tabaco y visitar al dentista periódicamente para realizar controles y limpiezas.