La postura erguida influye en la salud física y mental, mejorando la circulación, la respiración y la capacidad cognitiva. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Una postura erguida y equilibrada no solo define la apariencia física, sino que también constituye un pilar fundamental para la salud integral, ya que influye de manera directa en la circulación, la respiración, la digestión, la función vesical y, de forma menos conocida, en la capacidad cognitiva y el bienestar mental, según informó The Wall Street Journal.

En ese sentido, expertos en geriatría, fisioterapia y psicología coinciden en que una posición encorvada no es una consecuencia inevitable del envejecimiento, y que cualquier persona puede mejorar su alineación corporal a cualquier edad mediante consciencia, ejercicios adecuados y, cuando es necesario, apoyo profesional.

Los beneficios de una buena postura: más allá de la estética

La postura erguida va mucho más allá de la imagen que se proyecta. Mantener el cuerpo alineado facilita el movimiento eficiente y previene que los tejidos óseos y blandos se compriman o tensen de manera perjudicial. De acuerdo con The Wall Street Journal, una postura adecuada contribuye a mantener la condición física, la libertad de movimiento y la independencia, especialmente en la vejez.

La evidencia científica reciente respalda que una buena postura optimiza la circulación sanguínea, mejora la capacidad pulmonar, favorece la digestión y la función vesical. Además, estudios citados por el medio estadounidense sugieren que la postura influye en la capacidad cognitiva y el estado de ánimo. Así, la postura se convierte en un factor determinante para la calidad de vida a largo plazo.

Una alineación adecuada del eje corporal puede prevenir desequilibrios musculares y reducir el riesgo de tensiones crónicas, según especialistas en fisioterapia
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Desmitificando la postura encorvada: la edad no es una condena

Contrario a la creencia popular, la postura encorvada no es un destino inevitable con el paso de los años. La Dra. Deborah Kado, investigadora en geriatría y profesora de medicina en la Universidad de Stanford, afirma: “Muchas personas de entre 90 y 100 años tienen una postura perfecta”. Según explicó a The Wall Street Journal, la diferencia radica en el cuidado consciente de la postura, un hábito que muchas personas no cultivan.

La observación cotidiana revela que los problemas posturales afectan a personas de todas las edades. Cabezas gachas, hombros caídos y espaldas encorvadas son escenas comunes en espacios públicos. Sin embargo, los expertos insisten en que nunca es tarde para mejorar. La clave está en la atención y el trabajo constante, no en la edad.

Shelly Power, directora ejecutiva del Ballet de Filadelfia y exbailarina, subrayó que para mantener el cuerpo alineado “se necesita mucho más que un torso fuerte”. Además, comparó el cuerpo con una cometa: si solo se refuerza el centro y se descuida el resto, la estructura no se sostiene.

Conciencia y autoevaluación: el primer paso hacia la mejora

El proceso de mejorar la postura comienza con la autoobservación. Jennifer Danzo, fisioterapeuta y entrenadora atlética certificada de la Clínica Cleveland, sostiene que “cuanto más conscientes seamos de nuestra postura, más podremos trabajar para corregirla”. The Wall Street Journal señala que muchas personas desconocen el estado real de su postura, siendo que los bailarines de ballet desarrollan una conciencia postural aguda gracias a la constante presencia de espejos en los estudios.

Mantener el cuerpo alineado previene lesiones, facilita el movimiento y contribuye a la independencia en la vejez. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Esta atención se convierte en un hábito que perdura incluso fuera del entorno profesional. Inspirados en esta práctica, los defensores de la Técnica Alexander recomiendan colocar espejos en diferentes ángulos del hogar y el lugar de trabajo para observar la postura desde varias perspectivas. Dicha estrategia permite identificar no solo los propios hábitos, sino también factores ambientales que pueden favorecer la desalineación.

Danzo sugiere pedir a familiares, amigos o compañeros que tomen fotos o videos desde distintos ángulos a lo largo del día. Estas imágenes pueden revelar desalineaciones que no se perciben al mirarse de frente, como una pelvis inclinada hacia atrás o una escápula más alta que la otra.

Ejercicios y métodos prácticos para alinear el cuerpo

La autoevaluación es solo el inicio. Laurie Johnson, fisioterapeuta en Houston, recomienda utilizar una pared como herramienta de referencia. “La pared es tu amiga. La pared te muestra cómo se siente estar alineado”, destacó.

El ejercicio consiste en colocarse de pie con la cabeza, los hombros y los glúteos apoyados contra la pared, y los talones tocando o cerca de ella. Esta posición puede resultar incómoda al principio, pero repetirla varias veces al día ayuda a reeducar el cuerpo y aconseja imaginar una cuerda que tira hacia arriba desde la parte superior de la cabeza durante el ejercicio.

La postura influye no solo en la movilidad física, sino también en funciones internas y en el bienestar mental, de acuerdo con la evidencia científica más reciente
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Además, advierte sobre el peso de la cabeza: incluso en posición neutra, ejerce entre 4,5 y 5,5 kilogramos de presión sobre la columna cervical. Si se inclina hacia adelante 15 grados, la fuerza aumenta a 12 kilogramos, y a 45 grados —el ángulo típico al mirar el móvil— la presión asciende a 22 kilogramos.

En este sentido, Power destaca la importancia de evitar mirar al suelo, ya que esto provoca la inclinación de la cabeza y la pérdida de equilibrio. Es por eso que recomienda aprovechar los reposacabezas en asientos para mantener la alineación al estar sentado.

En cuanto a los ejercicios, la evidencia sugiere que el estiramiento dinámico, que implica movimiento continuo y tonificación, puede ser más efectivo para superar obstáculos posturales que el estiramiento estático. Le Rowell, quien está por cumplir 90 años, atribuye su agilidad y postura erguida a los ejercicios de Essentrics, una modalidad de estiramiento dinámico que practica desde hace 25 años.

Rowell relató a The Wall Street Journal que incorpora estos movimientos a su rutina diaria y que le han permitido mantener la movilidad y subir escaleras con facilidad.

Postura y psicología: una relación bidireccional

La postura no solo refleja el estado físico, sino también el psicológico. Johnson, la fisioterapeuta de Houston, utiliza estrategias lúdicas para mejorar la postura de sus pacientes, como pedirles que caminen como si fueran a regañar a su jefe o como un superhéroe. Según explicó al medio estadounidense, el cuerpo responde instintivamente a estas indicaciones. Un análisis de 2023, citado por The Wall Street Journal, revisó más de dos décadas de investigaciones y encontró una relación significativa entre la depresión y la postura encorvada.

El peso de la cabeza y la inclinación al mirar dispositivos móviles aumentan la presión sobre la columna cervical. Imagen Ilustrativa Infobae

Otro estudio demostró que quienes mantuvieron una postura erguida en situaciones estresantes reportaron mayor autoestima, mejor estado de ánimo y menos ansiedad que quienes se encorvaron. Asimismo, una postura adecuada fomenta la vitalidad, mejora el rendimiento cognitivo, incrementa la velocidad del habla y reduce el egocentrismo.

Benjamin Pelz, psicoterapeuta de CuraMed Akutklinik Allgäu en Alemania, publicó un artículo de revisión sobre los efectos neuropsicológicos positivos de la postura en atletas de competición. Además, observó que sus compañeros de equipo superaban el miedo antes de los partidos, adoptando una postura erguida y segura. “No importa de qué parte del mundo seas ni qué idioma hables, todo el mundo entiende el lenguaje corporal. Una postura erguida es un signo de competencia”, afirmó.

El papel del fisioterapeuta: nunca es tarde para mejorar

Aunque la actitud y la consciencia corporal son fundamentales, existen factores estructurales y problemas degenerativos que pueden afectar la postura y el estado de ánimo. Por esta razón, los expertos recomiendan consultar a un fisioterapeuta para una evaluación profesional, preferiblemente antes de que la desalineación cause dolor o lesiones. Jennifer Danzo, de la Clínica Cleveland, enfatiza que “siempre hay oportunidad de mejorar”.

Los fisioterapeutas realizan pruebas de observación y flexibilidad para diseñar programas personalizados que ayuden a cada persona a alcanzar la mejor postura posible según su físico.

Laurie Johnson resume el objetivo de la fisioterapia: “Nuestro trabajo como fisioterapeutas es ayudarte a desarrollar la flexibilidad y la fuerza necesarias para que puedas formar nuevos hábitos posturales”.