El brote de tos convulsa en la capital de Tierra del Fuego motivó la activación de operativos de bloqueo y seguimiento de contactos estrechos (Banner Health)

La ciudad de Ushuaia, en Tierra del Fuego, registra un brote de coqueluche desde julio, con 66 casos confirmados hasta mediados de octubre sobre un total de 171 notificaciones en investigación, según el Ministerio de Salud de la Nación.

Más del 40% de los casos afectaron a adultos y a niños de entre 5 y 9 años, mientras que cuatro menores de dos años murieron en el país por esta causa durante el año. En Ushuaia, más de 700 personas fueron identificadas como contactos estrechos y se desplegaron operativos de profilaxis, vacunación acelerada y bloqueo epidemiológico para restringir la propagación de la enfermedad.

Qué es la coqueluche y por qué se produce

La coqueluche, también conocida como tos convulsa o tos ferina, es una enfermedad respiratoria aguda causada, principalmente, por la bacteria Bordetella pertussis. “La coqueluche pertussis o tos convulsa es una enfermedad bacteriana producida con una bacteria de la cual el humano es el único reservorio”, explicó la infectóloga Elena Obieta en diálogo con Infobae.

El doctor Ricardo Tejeiro, infectólogo consultado por Infobae, explicó: “Coqueluche es tos convulsa. Es una enfermedad que se transmite de persona a persona cuando tosemos. Lo más importante de todo, que en el chico pequeño puede ser grave, puede producir una neumonía, puede tener complicaciones, hasta puede llevarlo a la muerte”.

La campaña de inmunización se refuerza en escuelas y centros de salud ante la detección de nuevos contagios en niños y adultos (Hola)

Obieta agregó: “Es una enfermedad particularmente grave en la primera infancia, sobre todo en menores de dos meses, pero puede afectar a niños en general hasta los dos años con formas graves. También puede afectar a los adultos, pero los adultos van a tener formas mucho menos sintomáticas, aunque sí pueden tener un cuadro de tos prolongada persistente como de veintiún días”.

Tejeiro precisó: “La manera efectiva de prevenirla es con la vacuna y la vacuna se da a partir de los dos meses de edad. Dos, cuatro, seis, un refuerzo a los dieciocho meses y después también al ingreso escolar”. Además, subrayó: “Por ejemplo de la tercera dosis de coqueluche debe estar menos del 80% de la población que se tendría que vacunar. Entonces, siempre tenemos riesgo de este tipo de brotes”.

Desde la detección del primer caso en julio en Ushuaia, las autoridades sanitarias implementaron estrategias de bloqueo, seguimiento de contactos estrechos y administración de profilaxis post exposición. La mayoría de los casos se concentra en adultos y niños de 5 a 9 años, aunque también se registraron positivos en adolescentes y pequeños de 2 a 4 años.

El Ministerio de Salud nacional destacó que “la estrategia nacional busca reforzar el trabajo realizado por la provincia para facilitar la detección oportuna, limitar la propagación de la enfermedad y proteger a la población afectada”. Se enviaron 500 tratamientos de azitromicina en suspensión y 300 dosis de vacuna séxtuple para implementar un esquema acelerado de inmunización dirigido a recién nacidos, neonatos y población priorizada.

La tos ferina es una enfermedad que se contagia por el contacto directo con gotitas que el enfermo emite al estornudar. Foto: (Jesús Tovar Sosa/Infobae)

Avance nacional de los casos y cifras de vacunación

El brote fueguino ocurre en un contexto nacional de repunte de la enfermedad. Según datos del Boletín Epidemiológico Nacional entre la semana 1 y la 41 del año se confirmaron 333 casos de coqueluche en 17 jurisdicciones, casi el doble que a la misma altura de 2024. Siete provincias concentran el mayor número de contagios: Córdoba, Salta, Buenos Aires, Mendoza, Ciudad de Buenos Aires, Santa Fe y Tierra del Fuego. El informe detalla que la incidencia acumulada más alta corresponde a Tierra del Fuego, con 23,6 casos por cada 100.000 habitantes, valor que “es casi 15 veces superior al de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires”.

Pese a que la provincia alcanzó 100% de cobertura para las tres primeras dosis en recién nacidos y embarazadas y casi el 99% en el refuerzo de los 15-18 meses, la cobertura baja al 69% para la dosis a los cinco años y 70,5% para la dosis de los 11 años, ambos momentos clave para mantener la protección poblacional. La cobertura nacional fue inferior: 84,7% para la primera dosis, 83,5% para la segunda y 78,8% para la tercera.

La coqueluche afecta a todas las edades, pero los lactantes y los niños pequeños generan las mayores preocupaciones.

El monitoreo epidemiológico permitió identificar cadenas de transmisión y adaptar estrategias de respuesta en Ushuaia (Imagen Ilustrativa Infobae)

Las cadenas de transmisión detectadas en Ushuaia se originaron principalmente en establecimientos educativos, por lo que se reforzó la vacunación en docentes de nivel inicial con un refuerzo que se indica a quienes no lo recibieron en los últimos 10 años. Se avanzó también con la inmunización del personal de salud, especialmente quienes atienden a menores de doce meses. Además, la provincia implementó un esquema acelerado con la primera dosis desde las seis semanas de vida, adelantando la protección de los más pequeños.

Síntomas y diagnóstico

La coqueluche suele presentarse inicialmente como un catarro común, acompañado de tos persistente e incontrolable que puede durar semanas. Obieta especificó: “Es importante la consulta precoz, porque es una enfermedad, como es bacteriana, se trata con antibióticos. Y también da la oportunidad que ante un caso sospechoso probable o bien luego confirmado por laboratorio, uno pueda dar antibióticos a los contactos más estrechos de la persona con coqueluche y tratar el caso”.

Las formas graves aparecen sobre todo en lactantes, con posibles cuadros de neumonía, apneas, convulsiones o incluso desenlaces fatales. El diagnóstico temprano y el aislamiento rápido permiten frenar nuevas transmisiones, pero la subnotificación o el retraso en la consulta pueden agravar el panorama.

A nivel nacional, según el Boletín Epidemiológico: “La tasa de notificación de casos sospechosos de este año fue inferior a la registrada en 2019, 2022, 2023 y 2024” y el monitoreo indica un descenso reciente de casos, relacionado con la intensificación de las estrategias de control, el rastreo de contactos y la distribución de insumos esenciales.

Los equipos sanitarios realizan sensibilización sobre síntomas y prevención entre la población local para reducir nuevos casos (Freepik)

Riesgo de nuevas olas y desafíos de la cobertura vacunal

Las cifras de vacunación en descenso constituyen una preocupación a largo plazo. El informe anual del Registro Federal de Vacunación Nominalizado (Nomivac) muestra coberturas “insuficientes como para prevenir la reaparición de estas enfermedades” en varias regiones del país. Las autoridades insisten en la necesidad de completar los esquemas en bebés, niños en edad escolar, adolescentes, embarazadas y personal de salud.

El infectólogo Tejeiro remarcó: “Siempre tenemos riesgo de este tipo de brotes. Y los brotes se dan en comunidades más o menos cerradas. ¿Por qué? Porque se transmite únicamente de persona a persona”. Las campañas oficiales hacen hincapié en la aplicación a tiempo de todas las dosis estipuladas en el Calendario Nacional de Vacunación, que incluye seis instancias de aplicación para la población pediátrica y una dosis adicional para embarazadas a partir de la semana 20 de gestación.

El Ministerio de Salud de la Nación informó que la vigilancia epidemiológica se intensificó, “ampliando el alcance de las estrategias de bloqueo y garantizando la disponibilidad de insumos esenciales”. También se anunció que la próxima semana, equipos sanitarios nacionales viajarán a Ushuaia para seguir acompañando la respuesta local y mantener actualizadas las medidas de control descritas anteriormente.

También Obieta aclaró que “en este momento está sucediendo en todas las Américas: EE. UU., México, Perú, Colombia, Ecuador. Todos los países han reportado un incremento de casos”.

La situación se monitorea de manera permanente y las autoridades recomiendan la consulta médica ante síntomas persistentes de tos, especialmente en niños pequeños, embarazadas y grupos de riesgo.