La resiliencia mental, entendida como la capacidad de mantenerse firme ante la adversidad, suele asociarse con figuras de élite y contextos extremos. Sin embargo, DJ Shipley, ex Navy SEAL y educador en salud mental y física, sostiene que cualquier persona puede forjar una actitud mental inquebrantable mediante un régimen de pasos claros y aplicables a la vida cotidiana.
En una reciente entrevista en el pódcast Huberman Lab —presentado por el neurobiólogo Andrew Huberman—, el experto desglosó su método, basado en la estructura diaria, el control de lo que está en nuestras manos y la gestión consciente de la atención.
Importancia de la rutina y el arte de anticipar
Para Shipley, la clave de una actitud mental sólida reside en la estructura y la anticipación. “Todo lo que hago, lo hago en un orden muy específico. Así, cuando llego a la cocina, no me siento frenético. Todo está en un sistema ahora para que pueda salir de casa bajo control”, explicó.
Esta organización reduce el estrés y permite que la mente se enfoque en lo que realmente importa, bloqueando distracciones y preocupaciones sobre factores externos. El entrevistado enfatizó que la rutina no es exclusiva de contextos militares: cualquier persona puede beneficiarse de anticipar tareas y establecer sistemas que le permitan controlar lo que está a su alcance, dejando de lado aquello que no puede modificar.
Preparación nocturna: el inicio del día siguiente
El régimen de Shipley comienza la noche anterior. Antes de dormir, dedica unos minutos a preparar todo lo necesario para la mañana siguiente: deja la ropa lista, llena la botella de agua, dispone los suplementos y coloca el cepillo de dientes con la pasta preparada.
Su ritual nocturno, según relató en Huberman Lab, le permite iniciar el día sin sobresaltos ni decisiones innecesarias. Sobre esto, afirmó: “Cuando mi teléfono suena a las 5:00 y salto de la cama, ya sé exactamente qué voy a hacer durante los próximos 12 minutos para no estresarme”.
Bloques de enfoque y separación de roles
Shipley divide su jornada en bloques de atención exclusiva. El primer bloque, inmediatamente después de despertar, está dedicado a sí mismo. “Tengo que ser egoísta ahora para poder ser altruista después”, explicó en el pódcast.
Durante el tiempo mencionado, no piensa en su familia ni en el trabajo; su objetivo es optimizarse física y mentalmente. A partir de las 10:00, el enfoque se traslada al trabajo, y al finalizar la jornada laboral, dedica un bloque exclusivo a su familia.
Antes de entrar en casa, realiza una breve pausa para prepararse mentalmente y asegurarse de presentarse como el padre y esposo que su familia necesita. Esta separación consciente de roles permite que cada ámbito reciba la mejor versión de sí mismo, sin interferencias ni arrastres emocionales de otros contextos.
Rol del ejercicio físico diario
El movimiento físico es un pilar innegociable en el régimen del ex marine. “Si no hago mi bloque de ejercicio matutino, mi salud mental se resiente”, aseguró en la entrevista. La rutina de entrenamiento, que comparte con su equipo, incluye sesiones de fuerza, movilidad y ejercicios adaptados a las limitaciones individuales.
Shipley subrayó que no es necesario realizar hazañas extremas: una caminata de 20 minutos o una sesión breve con pesas pueden marcar la diferencia. La constancia en el ejercicio no solo mejora la salud física, sino que también incrementa la autopercepción y la capacidad de afrontar el estrés. Además, el entrenamiento regular desarrolla una conciencia corporal que permite identificar y gestionar molestias.
Desconexión digital y vinculación familiar
Proteger la mente de estímulos negativos es otro componente esencial del método. El divulgador evita el uso del celular y las redes sociales durante los primeros bloques del día y al llegar a casa. Ante esto, relató: “No me meto en redes sociales ni tomo llamadas antes de las 10:00. Si veo algo negativo, lo arrastro todo el día”.
Esta disciplina digital le permite mantener la claridad mental y evitar que comentarios o noticias externas influyan en su estado de ánimo. Al llegar a casa, el teléfono permanece en modo “no molestar” para garantizar una presencia plena con la familia. Shipley recomendó establecer límites claros en el uso de dispositivos, especialmente en los momentos de mayor vulnerabilidad emocional.
Al finalizar la jornada, implementa rituales para reconectar con su familia y fortalecer los lazos afectivos. Dedica las primeras interacciones al llegar a casa a sus hijas y a su esposa, procurando que sean positivas y afectuosas.
Después de la cena, realiza una caminata de 20 minutos con su pareja, repartiendo el tiempo para que ambos puedan compartir sus experiencias del día. Este espacio, libre de distracciones y tecnología, favorece la comunicación y el bienestar emocional. Según el entrevistado, estos rituales mejoraron la calidad de sus relaciones familiares y su propia salud mental.
Consistencia y adaptabilidad: qué hacer cuando la rutina se rompe
Aunque la consistencia es fundamental, el educador reconoció que los imprevistos son inevitables. Ante interrupciones en la rutina, recomienda adaptarse sin perder el enfoque en lo esencial. Si surge una emergencia familiar o laboral, ajusta los bloques de atención, pero nunca sacrifica el bloque de ejercicio matutino.
“La situación dicta”, señaló, subrayando la importancia de la flexibilidad sin renunciar a los pilares del régimen. Esta capacidad de adaptación refuerza la resiliencia y evita que una dificultad puntual desestabilice el conjunto del sistema.
El método de DJ Shipley, detallado en el pódcast Huberman Lab, demostró que una actitud mental inquebrantable se construye a partir de una estructura consciente, la anticipación de tareas y la disciplina en el control de lo alcanzable mediante microhábitos.