A los 62 años y después de sufrir dolores lumbares durante unas vacaciones en Japón, Paul Angliss enfrentó la realidad de un cáncer de sangre

Un golpe aparentemente leve en el dedo del pie llevó a Paul Angliss a descubrir que tenía un cáncer de sangre que había estado debilitando su salud sin que él lo supiera.

El episodio, ocurrido en octubre de 2024, desencadenó una serie de acontecimientos que culminaron con el diagnóstico de mieloma múltiple, una enfermedad que, según la Mayo Clinic, afecta a las células plasmáticas y puede permanecer asintomática en sus primeras etapas.

Durante unas vacaciones familiares en Japón, Angliss, de 62 años y residente en Stoke Newington, Londres, comenzó a experimentar un dolor lumbar intenso mientras ascendía el monte Fuji. Aunque atribuyó el malestar a la edad, la situación se agravó semanas después, cuando un golpe accidental con una silla en su dormitorio provocó una “onda de choque” de dolor que recorrió su columna y terminó con la fractura de la tercera vértebra cervical (C3).

“Esta onda expansiva me recorrió la columna vertebral y quedé paralizado; tuve espasmos en ambos lados del cuello”, relató Angliss, según consignó Daily Mail.

El diagnóstico de mieloma múltiple se concretó tras una serie de molestias y pruebas médicas

La reacción inicial de los paramédicos fue administrar analgésicos y recomendarle que consultara a su médico de cabecera, sin advertir que el cuello estaba fracturado. La persistencia del dolor, que le impedía acostarse sin invertir más de dos horas, lo llevó finalmente a urgencias, donde una resonancia magnética reveló la fractura y despertó la sospecha de un cáncer de sangre. Angliss recordó en PA Real Life y Blood Cancer Uk que los médicos le indicaron que era “realmente inusual” que un golpe en el dedo del pie derivara en una fractura cervical, lo que apuntaba a un diagnóstico de mieloma múltiple.

Qué es el mieloma múltiple y cómo afectó a Angliss

El mieloma múltiple, según la Mayo Clinic, es un tipo de cáncer que se origina en los glóbulos blancos denominados células plasmáticas. Estas células, en condiciones normales, producen anticuerpos para combatir infecciones. Sin embargo, en el mieloma, las células cancerosas desplazan a las sanas, lo que debilita los huesos y puede provocar fracturas espontáneas o tras lesiones menores. Entre los síntomas más frecuentes se encuentran dolor óseo, especialmente en la columna, el pecho o las caderas, náuseas, estreñimiento, pérdida de apetito, confusión, cansancio, infecciones, pérdida de peso, debilidad, sed y necesidad frecuente de orinar.

Tras una serie de pruebas, Angliss fue informado de que tenía 28 “agujeros” en la columna vertebral. “Tuve suerte de que me detectaran el mieloma a tiempo. El mieloma debilita los huesos y, si no me hubiera fracturado, las cosas podrían haber sido mucho peores”, explicó. El diagnóstico lo llevó al Hospital St Bartholomew’s de Londres, donde inició quimioterapia.

Las primeras señales de alarma aparecieron en 2022, el dolor lumbar recurrente llevó a Angliss a sospechar de simples achaques de la edad, pero dos años después la fractura cervical y la sospecha de cáncer confirmaron que la enfermedad avanzaba en silencio (Imagen ilustrativa Infobae)

En abril de 2025, Angliss recibió un trasplante de células madre, lo que marcó el inicio de la fase de mantenimiento de su tratamiento. Posteriormente, el 15 de septiembre, comenzó a participar en un ensayo clínico que incluía una biopsia de médula ósea, un procedimiento que describió como “realmente doloroso”. “Tenía un poco de aprensión con respecto al ensayo, ya que implicaba una biopsia de médula ósea que ya me habían realizado antes y es dolorosa”.

El desenlace fue favorable: en septiembre de 2025, los médicos le comunicaron que estaba libre de cáncer y, tras una nueva biopsia, recibió el alta médica el 13 de octubre.

Angliss había experimentado los primeros síntomas en 2022, cuando el dolor lumbar lo llevó a pensar en un simple desgaste físico. Dos años después, durante la ascensión al monte Fuji, el dolor reapareció con tal intensidad que debió arrastrarse hasta la cima.

“No dejaba de decirles a Priya y a mi hija Nancy, de 16 años, que siguieran adelante, ya sabes, que fueran heroicas, pero toda la energía de mis piernas se iba cada diez pasos”, recordó. A pesar de la fatiga, logró llegar a la cima, solo para presenciar cómo una tormenta eléctrica se desataba tras su familia. “Estaba hablando con Nancy y Priya, mirándolas de frente, y de repente un rayo apareció detrás de ellas, como una bestia. Se detuvo en seco, como si un ser vivo estuviera justo detrás de ellos. Nos quedamos sin palabras y rápidamente regresamos abajo”, relató.

En el mieloma múltiple, las células cancerosas desplazan a las células sanas e impiden la generación de anticuerpos necesarios para combatir infecciones (Imagen Ilustrativa Infobae)

En los días posteriores, recurrió a parches térmicos para aliviar el dolor de espalda. Reflexionando sobre su situación, Angliss destacó el optimismo de su oncólogo y la existencia de múltiples alternativas terapéuticas. “Mi oncólogo es muy positivo y hay muchos medicamentos de tratamiento alternativos que puedo comenzar si los actuales empiezan a perder su eficacia. Algunas personas entran en remisión durante años, y es un momento emocionante para el mieloma en cuanto a los tratamientos que se están desarrollando”, afirmó.

Consciente de la importancia de la detección precoz, Angliss busca ahora concienciar sobre la enfermedad e insta a quienes sufran dolor de espalda inexplicable a consultar a un médico. “Con algo así se aprenden algunas lecciones sobre uno mismo: no se da por sentada la salud, se presta atención a uno mismo”, reflexionó. “Tuve suerte, tuve muchas pequeñas ventajas, como poder seguir trabajando, tener a mi familia cerca y recibir un diagnóstico precoz; algunas personas no tienen esa suerte”, concluyó.