El cortisol es la hormona clave en la respuesta al estrés y su equilibrio depende de hábitos saludables y control médico (Imagen Ilustrativa Infobae)

El cortisol, conocido comúnmente como la “hormona del estrés”, juega un papel crucial en la capacidad del cuerpo para adaptarse a situaciones de presión física o emocional.

Producida en las glándulas suprarrenales, ubicadas justo encima de los riñones, su síntesis y liberación está controlada por el eje hipotálamo-hipófisis-suprarrenal, un sistema de comunicación hormonal que comienza en el cerebro y desemboca finalmente en la liberación de cortisol en la sangre, reportó Wired.

Cuando el cuerpo percibe una amenaza o estrés —ya sea físico, emocional o incluso metabólico— el hipotálamo segrega una hormona que activa la hipófisis. Esta, a su vez, envía la señal a las glándulas suprarrenales para que produzcan y liberen cortisol.

Este proceso ayuda a movilizar las reservas energéticas, aumentar los niveles de glucosa en sangre, regular la presión arterial y controlar la respuesta inflamatoria, permitiendo al organismo actuar con rapidez y eficiencia ante desafíos.

Ritmo circadiano y funciones esenciales

Según la Escuela de Medicina de Harvard, el cortisol no solo responde de forma aguda al estrés sino que cumple funciones biológicas imprescindibles, como regular el metabolismo, el sistema inmunológico y el ciclo sueño-vigilia.

La concentración de la hormona varía según la hora del día: los niveles son máximos al amanecer, lo que ayuda a estar alerta y despierto, y disminuyen gradualmente hacia la noche, favoreciendo el descanso y la recuperación del organismo.

El ritmo circadiano determina los niveles de cortisol, que alcanzan su punto máximo al amanecer y disminuyen hacia la noche (Imagen Ilustrativa Infobae)

Este ritmo circadiano puede alterarse por factores como la privación del sueño, el trabajo nocturno o el estrés crónico, con posibles consecuencias sobre la salud física y mental.

El equilibrio hormonal: lo que dicen los expertos

Expertos como Andrea Giustina, jefa de Endocrinología del Hospital IRCCS San Raffaele y profesora en la Universidad Vita-Salute San Raffaele, y Andrea Isidori, director de Endocrinología del Policlínico Umberto I de la Universidad La Sapienza de Roma, señalan que tanto el exceso como la deficiencia de cortisol pueden tener serias repercusiones.

Un exceso sostenido, como el que se observa en el síndrome de Cushing, puede provocar acumulación de grasa abdominal, hipertensión, osteoporosis, inmunosupresión, debilidad muscular y alteraciones psicológicas. Por el contrario, una deficiencia crónica puede conducir a la enfermedad de Addison, caracterizada por fatiga extrema, presión arterial baja, pérdida de peso y peligro de crisis aguda.

La deficiencia de cortisol se asocia a la enfermedad de Addison y fatiga extrema (Freepik)

Además, los pequeños desequilibrios asociados al estrés crónico pueden manifestarse como problemas de sueño, cambios de humor, fatiga persistente y tendencia a acumular grasa, especialmente en el abdomen.

Por ello, el cuerpo opera un sistema de retroalimentación extremadamente preciso, que busca mantener los niveles de la hormona dentro de los parámetros adecuados y responde dinámicamente a los cambios externos e internos.

Mitos digitales: la moda de los “cócteles de cortisol”

En los últimos años, las redes sociales han popularizado remedios, bebidas y suplementos, conocidos como “cócteles de cortisol”, que prometen regular esta hormona para mejorar el bienestar, el sueño o bajar de peso.

Sin embargo, la Escuela de Medicina de Harvard, y Wired coinciden en que no hay evidencia científica que sustente la eficacia de estas prácticas. El cuerpo cuenta con mecanismos propios y muy sofisticados para regular el cortisol, y los intentos de modificarlo artificialmente mediante suplementos, sin control médico, pueden ser ineficaces e incluso peligrosos, especialmente en personas con otras patologías.

Los remedios populares y suplementos conocidos como 'cócteles de cortisol' carecen de respaldo científico y pueden ser peligrosos (Imagen Ilustrativa Infobae)

Especialistas como Theresa Larkin, profesora asociada de Ciencias Médicas en la Universidad de Wollongong, advierten también que algunos ingredientes presentes en estos productos pueden ser perjudiciales para personas con enfermedades como diabetes, hipertensión o patologías renales.

Cómo regular el cortisol de manera natural

El consenso entre los expertos y la Escuela de Medicina de Harvard es que la mejor forma de mantener el equilibrio de la hormona del estrés está en los hábitos de vida.

Respetar los ciclos de luz y oscuridad, mantener horarios regulares de comida, practicar actividad física moderada durante el día y priorizar el descanso nocturno son prácticas que favorecen la producción y la regulación natural del cortisol. El exceso de ejercicio a deshoras y los hábitos de sueño irregulares pueden alterar el ritmo de esta hormona.

La mejor forma de regular el cortisol es a través de hábitos de vida saludables, como el sueño adecuado, la alimentación regular y la actividad física moderada (Imagen Ilustrativa Infobae)

El manejo del estrés a través de técnicas de relajación, pausas activas, meditación o actividades placenteras es clave para evitar la liberación sostenida y perjudicial del cortisol. Adoptar un estilo de vida ordenado y evitar el abuso de bebidas o suplementos sin base científica son medidas recomendadas por todos los especialistas.

Cuándo buscar atención médica

Si aparecen signos persistentes como fatiga crónica, acumulación de grasa en zonas específicas, debilidad muscular, problemas de sueño o cambios marcados en el estado de ánimo, es fundamental consultar a un endocrinólogo.

Solo un especialista puede evaluar correctamente los niveles hormonales, ya que una sola medición sanguínea no basta para el diagnóstico. Es imprescindible realizar un análisis profesional y contextualizado para evitar errores y tratamientos innecesarios.

Solo un endocrinólogo puede diagnosticar correctamente alteraciones en el cortisol, ya que se requiere un análisis profesional y contextualizado (Imagen Ilustrativa Infobae)

En resumen, la producción y regulación del cortisol es resultado de mecanismos internos complejos y precisos. Según la Escuela de Medicina de Harvard y los principales expertos, la clave para mantener en equilibrio la hormona del estrés descansa en una vida ordenada, una gestión consciente del estrés y rutinas saludables.