Integrar la activación del nervio vago de manera constante fortalece la capacidad del cuerpo frente al estrés y mejora el bienestar general, según el neurocientífico Rabin (Imagen Ilustrativa Infobae)

Entre las múltiples técnicas utilizadas para reducir el estrés, una solución menos explorada se encuentra en el propio cuerpo humano: el nervio vago.

Este componente esencial del sistema nervioso parasimpático, responsable de funciones vinculadas al descanso y la recuperación, captó la atención de expertos como Dave Rabin, neurocientífico, psiquiatra y cofundador de Apollo Neuroscience.

En diálogo con Forbes, Rabin enfatizó el papel central de este nervio en la regulación del bienestar y destacó tanto innovaciones tecnológicas como métodos tradicionales para estimularlo.

Funciones esenciales del nervio vago

El nervio vago, el décimo de los doce nervios craneales principales, se origina en el tronco encefálico y atraviesa gran parte del cuerpo. Según Rabin, su función trasciende lo enseñado en la formación médica convencional.

El nervio vago regula funciones esenciales como el sueño, la inmunidad, la digestión y la empatía, impactando en la salud física y mental (Imagen Ilustrativa Infobae)

Este nervio central regula funciones esenciales como el sueño, la recuperación, el metabolismo, la salud cardiovascular, la inmunidad, la reproducción y la empatía. “Es el nervio más importante de nuestro cuerpo para mantener estos procesos vitales y para sostener nuestra capacidad de conectar con los demás”, explicó Rabin a Forbes.

Su acción incluye la ralentización de la frecuencia cardíaca y respiratoria, la disminución de la presión arterial y la activación de mecanismos vinculados a la digestión, la creatividad y el descanso.

Estrés y desregulación vagal

La relación entre el nervio vago y el estrés es decisiva. El neurocientífico observó que muchos pacientes con ansiedad, depresión o trastorno de estrés postraumático presentaban una desregulación vagal.

El estrés crónico y la sobreexposición a estímulos, como el uso excesivo de dispositivos electrónicos o la constante recepción de información, pueden inhibir la actividad del nervio vago. Cuando esto ocurre, el cuerpo asigna recursos al sistema simpático, responsable de la reacción de lucha o huida, en detrimento de la inmunidad, la digestión y el sueño.

La sobreexposición a redes sociales y pantallas puede inhibir la actividad del nervio vago, aumentando la respuesta al estrés y afectando la inmunidad, la digestión y el sueño (Crédito: Freepik)

Rabin sostiene que muchas afecciones, entre ellas el síndrome del intestino irritable o la infertilidad, surgen como resultado de esta desregulación provocada por el estrés y la ansiedad persistentes.

Innovaciones tecnológicas para estimular el nervio vago

Tradicionalmente, la estimulación del nervio vago en el ámbito clínico se realizaba mediante dispositivos eléctricos que generaban pulsos sobre el nervio. Sin embargo, estos aparatos pueden provocar efectos secundarios como descargas eléctricas o quemaduras en la piel, lo que disminuye la adherencia de los pacientes.

Frente a este desafío, Dave Rabin y su equipo en el Centro Médico de la Universidad de Pittsburgh crearon una alternativa innovadora: la tecnología Apollo. Este dispositivo portátil y no invasivo estimula el nervio mediante ondas sonoras.

El dispositivo con la tecnología Apollo ofrece una alternativa no invasiva para la estimulación del nervio vago y la reducción del estrés (Crédito: Freepik)

De acuerdo con datos compartidos por Forbes, en estudios clínicos con 3.000 participantes, la mayoría experimentó una reducción significativa del estrés. El lanzamiento de esta tecnología en 2020, junto con Kathryn Fantauzzi, marcó un avance concreto en la aplicación de la neurociencia al bienestar cotidiano.

Métodos cotidianos para activar el nervio vago

Existen también métodos accesibles para activar el nervio vago sin recurrir a dispositivos. Entre las técnicas más eficaces señaladas por Rabin figuran la respiración lenta y profunda, el yoga, la meditación, el contacto físico relajante y el masaje en áreas como el interior del oído o el cuello, así como actividades que generen sensación de seguridad.

Además, acciones como tararear, cantar, rodearse de música, imágenes o aromas tranquilos y la interacción con animales domésticos contribuyen a su activación.

En el caso del tarareo, su efecto resulta especialmente relevante porque combina una respiración más profunda con una resonancia que sincroniza la actividad del corazón y los pulmones, favoreciendo un estado de equilibrio fisiológico.

Pequeñas prácticas cotidianas como tararear pueden potenciar la función del sistema nervioso autónomo (Imagen Ilustrativa Infobae)

El neurocientífico subrayó que el entorno resulta determinante: la exposición a luces blancas intensas, ruidos elevados, exceso de noticias o tiempo prolongado frente a pantallas puede inhibir el funcionamiento del nervio vago.

Beneficios clínicos comprobados

La estimulación de este nervio mostró beneficios clínicos comprobados en el tratamiento de trastornos convulsivos, depresión, trastorno de estrés postraumático, afecciones intestinales, ansiedad y dolor crónico.

Según Rabin, prácticas como la respiración profunda, el yoga y la meditación son especialmente recomendables para quienes padecen estas enfermedades, ya que todas favorecen la recuperación del organismo mediante la activación vagal.

Frecuencia y recomendaciones para la salud integral

Respecto a la frecuencia óptima para estimular el nervio vago, destacó la importancia de hacerlo de manera constante, aunque con ciertas excepciones. “Lo ideal es estimular el nervio vago con frecuencia, salvo en casos de baja frecuencia cardíaca o fatiga excesiva. Pero para más del 90%, cuanta más actividad leve y continua, mejor”, señaló

El experto también propuso pensar en el nervio vago como un músculo que requiere ejercicio constante para mantener su funcionamiento, invitando a integrar su activación en la rutina diaria para fortalecer la capacidad del organismo ante el estrés y potenciar el bienestar.