Ya sea por la técnica o la intensidad, la forma de besar transmite información sobre el significado que otorga dicho gesto para cada persona. Para la psicología, los besos cumplen funciones esenciales en la comunicación no verbal y en la consolidación de los vínculos emocionales.
Silvia Cintrano, psicóloga y sexóloga especializada en Terapia de Pareja del Instituto Centta detalló a EFE que los besos no se presentan tan solo como un acto físico, sino también como una poderosa herramienta de conexión emocional y bienestar psicológico.
La especialista expuso que el gesto puede adoptar múltiples significados según el contexto cultural y la relación entre las personas. En muchas culturas, el beso se utiliza como saludo donde se suele intercambiar en la mejilla en diversas situaciones sociales.
No obstante, la connotación más relevante del beso radica en su capacidad para expresar afecto, compromiso, amor o intimidad. Esto reafirma el vínculo emocional entre quienes lo comparten.
Qué dice un beso para la comunicación no verbal
Según Cintrano, la manera en que se modula y realiza un beso forma parte de la comunicación no verbal, ya que a través de manifestaciones corporales se transmite información sobre la naturaleza del vínculo y el tipo de afecto existente.
La técnica, la intensidad y la localización del beso varían dependiendo de si se trata de un saludo, un gesto fraternal, un beso de pareja o una muestra de cariño matutina. Cada uno de estos tipos de besos posee un significado particular y contribuye de manera diferente al bienestar emocional de las personas.
Desde el punto de vista psicológico, los besos generan la liberación de hormonas asociadas al placer y al bienestar, como la oxitocina, la dopamina y la serotonina. Estas sustancias no solo producen sensaciones placenteras, sino que también tienen un efecto analgésico y contribuyen a reducir el estrés y la ansiedad. De este modo, el acto de besar se convierte en una práctica beneficiosa tanto para el cuerpo como para la mente.
La relevancia de los besos en la construcción de la conexión emocional y su impacto psicológico se confirmó en diversos estudios. Según una investigación publicada en Exploratory Research and Hypothesis in Medicine, los cambios en la composición de la microbiota oral entre los cónyuges están asociados con alteraciones en los niveles de cortisol salival, así la transmisión de bacterias orales, mediada por el contacto cercano entre los miembros de la pareja, juega un papel en la sincronización de su bienestar emocional y psicológico.
Además, otro estudio publicado en Health Communication encontró que la frecuencia de los besos influye en la reducción de los niveles de triglicéridos y el aumento de los niveles de lipoproteínas de alta densidad (HDL), con lo cual, al estar ligados al bienestar emocional y la reducción del estrés, también tienen efectos beneficiosos en la salud física.
La técnica universal y el “beso ideal”
La especialista subrayó que no existe una técnica universal para lograr el “beso ideal”, ya que besar es una experiencia subjetiva y personal. Sin embargo, destacó la importancia de considerar los componentes emocionales y psicológicos que otorgan significado al beso, al mismo tiempo que favorecen la conexión y el bienestar entre las personas involucradas.
La atención a las necesidades y preferencias del otro, así como la autenticidad en la expresión del afecto, resultan fundamentales para que el beso cumpla su función de fortalecer el vínculo emocional.
En palabras de Silvia Cintrano, “los besos son, en definitiva, mucho más que simples actos físicos: son expresiones de afecto, comunicación emocional y conexión que reflejan un vínculo profundo, con gran impacto en el bienestar emocional y psicológico de las personas”.
El significado de los besos
El análisis de Cintrano también abarca la diversidad de formas de besar y la influencia de factores culturales y personales en la manera de expresar el afecto. Según indicó, la interpretación y el significado de los besos pueden variar considerablemente entre diferentes contextos y relaciones, lo que refuerza la idea de que besar es un acto cargado de simbolismo y subjetividad.
Esta visión integral del beso como gesto comunicativo y terapéutico también invita a reflexionar sobre su importancia en la construcción de relaciones saludables. En la vida en pareja, por ejemplo, mantener la práctica del beso a lo largo del tiempo puede actuar como un recordatorio constante del vínculo emocional que une a ambos. Este acto refuerza la intimidad y la conexión afectiva.
En contextos familiares o de amistad, un beso puede representar un gesto reconfortante que reafirma la cercanía y el cariño entre las personas. Por esta razón, expresar el afecto a través del beso, según el tipo de relación y el momento, no solo enriquece la interacción humana, sino que también fortalece los lazos emocionales que sostienen el bienestar psicológico.