Sentirse cansada sin razón aparente, tener dificultades para dormir o experimentar antojos intensos de pan y dulces puede ser más que una consecuencia del envejecimiento.
Según la farmacéutica y nutricionista Paula Martín Clares, autora del libro La salud de tu piel y está en lo que comes, consultada por Women’s Health, estos síntomas podrían estar relacionados con un déficit de triptófano, un aminoácido esencial cuya carencia afecta especialmente a las mujeres mayores de cincuenta años.
El medio citado informó que este desequilibrio influye tanto en el bienestar físico como en el estado de ánimo y la calidad del sueño, aspectos fundamentales en esta etapa de la vida.
El triptófano y su papel en el bienestar femenino
El triptófano es un aminoácido esencial, lo que significa que el cuerpo no puede sintetizarlo por sí solo y debe obtenerlo a través de los alimentos. Su relevancia se debe a que es precursor de la serotonina, conocida como la hormona de la felicidad, y de la melatonina, responsable de regular el ciclo sueño-vigilia.
De acuerdo con Women’s Health, la producción de estos neurotransmisores disminuye naturalmente después de los cincuenta, lo que puede causar alteraciones físicas y emocionales.
Martín Clares advierte que “si te sientes cansada, con insomnio o con antojos constantes de carbohidratos, podrías estar experimentando un déficit de triptófano”. Este aminoácido es clave para conservar el equilibrio emocional y físico, ya que permite la síntesis adecuada de serotonina y melatonina.
Síntomas del déficit de triptófano en mujeres mayores
La carencia de triptófano suele confundirse con signos comunes del envejecimiento, pero responde a causas fisiológicas concretas.
Entre los síntomas más frecuentes, la especialista menciona fatiga persistente, insomnio, falta de concentración y alteraciones del ánimo como ansiedad, irritabilidad o tristeza. También pueden presentarse molestias digestivas y antojos intensos de carbohidratos.
“La falta de triptófano puede reflejarse en cambios de ánimo como ansiedad, irritabilidad o tristeza, además de problemas de sueño, fatiga, falta de concentración e incluso malestar digestivo”, señaló Martín Clares en declaraciones recogidas por Women’s Health. Estos síntomas afectan la calidad de vida y dificultan la adaptación a los cambios hormonales y neurológicos propios de la madurez.
Claves prácticas para prevenir el déficit
Según la información publicada por Women’s Health, hay formas sencillas de prevenir o revertir este déficit. En primer lugar, se recomienda incorporar alimentos ricos en triptófano como pavo, pollo, huevos, productos lácteos, nueces, semillas y plátanos. Martín Clares sugiere combinarlos con carbohidratos saludables —como avena o boniato— para favorecer la absorción del aminoácido.
Un segundo aspecto fundamental es el descanso nocturno. La especialista destaca que una rutina de sueño adecuada es esencial para mantener equilibrados los niveles de serotonina y melatonina. “La calidad del sueño es clave para mantener tus niveles de serotonina y triptófano equilibrados”, afirmó.
Además, el manejo del estrés resulta crucial. Altos niveles de cortisol reducen las reservas de triptófano. Por eso, Martín Clares recomienda implementar prácticas de relajación que permitan reducir la tensión diaria.
Respecto a los suplementos, la nutricionista aclara que pueden ser útiles en algunos casos, pero enfatiza la necesidad de consultar previamente con un profesional de la salud para asegurar una intervención adecuada.
Escuchar al cuerpo: una estrategia para el bienestar
Más allá de las estrategias alimentarias y de autocuidado, Martín Clares insiste en la importancia de la autoobservación. “Es importante entender que el cansancio, la ansiedad y los antojos de carbohidratos no son algo de lo que debas sentirte culpable, sino una señal de que tu cuerpo necesita apoyo”, explicó en declaraciones recogidas por Women’s Health.
La autora subraya que las mujeres mayores de cincuenta deben prestar atención a los cambios en su neuroquímica y su sistema hormonal, factores que influyen directamente en su bienestar integral. Women’s Health enfatiza que la autoobservación y el autocuidado son herramientas esenciales para afrontar esta etapa con mayor calidad de vida.