
El nervio vago, principal vía de comunicación entre el cerebro y el resto del cuerpo, interviene en la gestión del estrés y el mantenimiento del bienestar general. Un funcionamiento adecuado de este nervio favorece el equilibrio emocional, la salud cardiovascular y la regularidad digestiva.
Según especialistas de Cleveland Clinic, existen técnicas naturales y accesibles desde el hogar que pueden contribuir a restablecer el nervio vago, lo cual favorece la calma y la claridad mental.
Considerado el nervio craneal más largo del organismo, el nervio vago transmite señales que regulan la respiración, la frecuencia cardíaca y el proceso digestivo, además de intervenir en la adaptación del cuerpo ante situaciones de tensión. De acuerdo con Cleveland Clinic, la sobrestimulación de este nervio puede ocasionar dificultades para relajarse, sensaciones persistentes de tensión y una permanencia en el denominado modo “lucha o huida”.
Las alteraciones en la función del nervio vago pueden reflejarse en estrés persistente, trastornos del sueño, problemas digestivos y cambios emocionales. También existen vínculos con ansiedad, depresión y algunas afecciones cardíacas.
Técnicas naturales para estimular el nervio vago
Los expertos de Cleveland Clinic proponen cinco prácticas sencillas, respaldadas por evidencia clínica, para estimular el nervio vago:

- Respiración profunda e intencionada. El neurólogo Emad Estemalik señala que la respiración controlada es una de las formas más efectivas de regular el sistema nervioso autónomo. Recomienda inhalar durante cuatro segundos y exhalar durante seis, ya que prolongar la exhalación indica al organismo la ausencia de peligro y facilita la relajación. Incorporar esta práctica a rutinas de yoga, meditación o atención plena potencia su efecto calmante.
- Ejercicio físico moderado. La actividad física contribuye a que el cuerpo alterne entre los sistemas simpático y parasimpático, lo que impacta positivamente en la salud cardiaca y pulmonar. Estemalik destaca la conveniencia de ejercicios de intensidad moderada, como caminar, nadar o montar en bicicleta, sin necesidad de rutinas exigentes.
- Exposición al frío. Aplicar frío de manera controlada activa la respuesta de relajación corporal. Acciones como salpicar agua fría en el rostro, sostener una bolsa de hielo en el cuello o tomar una ducha breve y fría pueden ayudar a reducir el ritmo cardíaco y a mejorar la concentración.
- Sonido y vibración. El recorrido del nervio vago por la garganta y el oído interno explica el efecto beneficioso de cantar, tararear, corear sílabas prolongadas (como “om”) o escuchar música relajante sobre el bienestar y la estimulación del sistema nervioso.
- Masaje. El contacto físico, en especial en los pies, el cuello o las orejas, favorece el reposo y la función del nervio vago. No se requiere acudir a un profesional: movimientos suaves en el tobillo, presiones con los pulgares en el arco del pie y estiramiento delicado de cada dedo pueden ser suficientes para experimentar beneficios.

Beneficios y consideraciones médicas
Regular el nervio vago contribuye a una mejor gestión emocional, disminución del estrés y reducción de síntomas como ansiedad o depresión, según datos recopilados por Cleveland Clinic. Otros efectos positivos incluyen descenso de la presión arterial, mejora del ritmo cardíaco en reposo, mejor descanso, mayor calidad digestiva y reducción de la inflamación.
En situaciones específicas, como personas con convulsiones o en recuperación tras un accidente cerebrovascular, existen métodos médicos especializados para la estimulación del nervio vago que requieren supervisión profesional.
Aunque estas técnicas naturales suelen implicar bajo riesgo, Cleveland Clinic recomienda consultar previamente a un médico en casos de afecciones cardíacas, uso de medicamentos que afectan el sistema nervioso, antecedentes de desmayos o hipotensión, y durante el embarazo. Además, estas estrategias no sustituyen el tratamiento médico habitual; ante síntomas persistentes, resulta fundamental acudir a un especialista para descartar otras causas.
La integración de estos métodos, respaldados por Cleveland Clinic, ofrece una herramienta útil para el cuidado del bienestar y resulta más efectiva junto a otros hábitos saludables y al acompañamiento médico, adaptándose a las necesidades de cada persona.